Ferrer-Dalmau ilustra la Navidad de la Guardia Real

Una selección de sus obras se han convertido en las imágenes del calendario institucional de 2020. La que ilustra la tarjeta navideña es obra inédita

12/12/2019

   Su mirada congela el tiempo de una época y  puede pasearse atento, despojado del filtro de la memoria, entre sus protagonistas. De vuelta, con el eco de los sonidos, los olores, y  las vivencias codo a codo en el tarro de las esencias de los bocetos, su mano diestra los cincela en el lienzo, a su fiel albedrío. En el estudio, según avanzan las horas, la escena va recuperando su latido con la ayuda del contexto y el pantone de la historia militar española que habita en la punta de cada uno de sus pinceles.

   Augusto Ferrer-Dalmau, el Pintor de Batallas, es alabardero de honor de la Guardia Real. Nieto de militar, cuenta que fue su madre quien le inculcó el amor por la Historia a base de múltiples conversaciones y libros. Los juegos de indios y  vaqueros, las aventuras bélicas con los Madelman y Geyperman y «muchas películas» hicieron de aquel niño un adulto para quien «mi guerra es sacar fuerzas cada día para pintar, independientemente del estado anímico, físico o mental».

   Ha sido galardonado con numerosas distinciones y premios por su trayectoria artística y por la difusión de la historia militar, gran parte de ellos obtenidos en este ámbito. El jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey  le entregó el ya citado título de alabardero de honor en el mes de noviembre de 2013. Generoso con todas sus creaciones, opina que «con estos trabajos estamos consiguiendo que la gente se sienta orgullosa de lo que fuimos».

   La Guardia Real ha tenido el honor de contar este año con varias reproducciones de sus obras para ilustrar el calendario institucional de 2020. En concreto, se ha seleccionado una serie de caballería real que refleja diferentes épocas, desde 1830 a 1955, y  permite asomarse a un balcón de palacio para observar el ir y venir de aquellos guardias reales a caballo marchando al trote de la historia de España. 

   Y como es arte lo que nos ocupa, aún queda espacio para otra mirada augusta. Ferrer-Dalmau ha pintado, además, entre tonalidades de épica y nostalgia, la portada de la tarjeta navideña de la Guardia Real. Una obra inédita que verá la luz en los próximos días para llenarse de deseos sinceros de paz y felicidad para muchas familias españolas. En ella aparece frente a la puerta de San Vicente un lancero de la guardia exterior, allá por 1830, abrigado con la atención que le dispensa una mujer y un capote gris con esclavina. Al fondo, entre la bruma y la nieve gris, el Palacio Real, testigo de una época agitada de la historia.

   Desde el cuartel de El Rey, con el orgullo y el honor de servir a la Corona y a España, los componentes de la Guardia Real les desean una feliz Navidad y un próspero año 2020.

 

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