La Guardia Real homenajea a uno de sus caídos en acto de servicio

Al acto celebrado en el núcleo urbano de El Pardo acudió su madre acompañada por el jefe de la Guardia Real y antiguos compañeros

07/10/2019

A finales del mes de septiembre, la compañía «Mar Océano», encuadrada en el Grupo de Honores de la Guardia Real, celebró un emotivo acto en El Pardo en homenaje al cabo Luis Manuel López Martínez, antiguo componente de la unidad que puso su vida al servicio de cuatro ciudadanos dando muestras de su compromiso con España. Sus jefes y compañeros le recuerdan como como un excelente guardia real e infante de marina.

Corría el año 1982 y la compañía «Mar Océano» se encontraba recogiendo el campamento tras una semana de maniobras en Guisando (Ávila). De repente, se escuchó la voz de alerta de un pastor indicando que cuatro montañeros habían quedado atrapados por la crecida del río Pelayo. El pelotón del cabo López fue el primero en llegar al lugar y comenzó a montar un sistema de izado improvisado con material de montaña para poder rescatar a los cuatro montañeros. Él fue quien descendió hasta el lugar donde se hallaban y los aseguró uno a uno para que pudieran ser rescatados. Tras colocar a salvo a los tres primeros, el cuarto y último cayó al río y el cabo López, sin pensarlo dos veces, se arrojó al río y lo alcanzó. Luchando contra la corriente  fue capaz de escoltarlo hasta la orilla y ponerlo a salvo, pero debido a la fatiga del esfuerzo realizado, desfalleció y fue arrastrado corriente abajo. Su madre, Manoli, lo esperaba en la cafetería del cuartel «Príncipe» junto a uno de sus hermanos, pero nunca volvió.

El cabo López era vecino de El Pardo. En el año 1983 se colocó un monolito, junto a la parroquia de la Inmaculada Concepción, en memoria del acto heroico realizado. En ese mismo lugar la compañía «Mar Océano» formó con una sección y un pelotón de honores. El acto fue presidido por el coronel jefe de la Guardia Real, Juan Manuel Salom Herrera. Tras la lectura del hecho acontecido, se acompañó a su madre a depositar una corona en el monolito que recuerda la memoria de su hijo. Después del toque de oración y tras finalizar el acto de homenaje, la familia del cabo, ya en la intimidad, se dirigió al cementerio de Mingorrubio, donde se depositó un ramo de flores entregado por la compañía en el túmulo del fallecido.

 

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