Emocionante parada militar en honor a San Juan, patrón de la Guardia Real

Durante su transcurso se hizo entrega de la dignidad de “Alabardero de Honor” a un distinguido de personas vinculadas, desinteresadamente, a la unidad

25/06/2019

Como es tradicional, nuestra unidad ha celebrado la festividad de su patrón, San Juan Bautista, con una parada militar que ha sido presidida por el jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey, almirante Juan Ruiz Casas y en la que se han dado cita más de 1500 invitados, entre miembros de la Guardia Real, veteranos, autoridades, familiares y amigos. Apenas pasadas las ocho y media de la tarde, el almirante recibía honores de ordenanza y pasaba revista a la agrupación de honores formada por personal a pie, a caballo y motorizado.

En los inicios del solemne acto se impusieron diversas condecoraciones a guardias reales y cuadros de mando que han sido recompensados en los últimos tiempos y que recibieron, de esta manera, el reconocimiento público de sus compañeros. Tras ellos, los nuevos “alabarderos de honor” tomaron los atributos que apareja esta dignidad de manos del almirante y del coronel jefe de la Guardia Real, Eduardo Diz Monje. En esta ocasión, se incorporan al selecto electo la primera introductora de embajadores, Caridad Batalla Junco; el director general de la real Fábrica de Tapices, Alejandro Klecker de Elizalde;  Javier Soriano Sanz, destinado en el Ministerio de Defensa; la periodista y escritora Isabel San Sebastián; el cabo primero de la Guardia Civil Fernando Aguirre Lirón, jefe del Grupo de Actividades Subacuáticas de Gerona; el teniente coronel Juan Antonio Ortega Seral, destinado en la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa y, por último, el inspector jefe de la Policía Nacional Tomás de la Riva Migueláñez, de la Subdirección General de Viajes y Visitas Oficiales, Ceremonial y Órdenes del Ministerio de Asuntos Exteriores. Todos ellos atesoran una extensa hoja de servicios como leales y desinteresados colaboradores de nuestra unidad.

Con gran emoción despedimos, asimismo, a aquellos que han pasado a la reserva durante el último año y a quienes se ha dado la oportunidad de besar, de nuevo, la enseña nacional. En sus palabras a los asistentes, el coronel Eduardo Diz ha querido tener un sincero reconocimiento a nuestras familias “que hoy nos acompañan y  que con su cariño, afecto y comprensión hacen que la exigente vida del soldado sea mucho más llevadera. Siempre estáis dispuestas a sufrir nuestras frecuentes ausencias por guardias, servicios o maniobras sin ninguna queja. Sin vuestro apoyo sería imposible entregarnos a cumplir con nuestro deber”.

Al borde del ocaso, el toque de oración rindió un sentido homenaje a quienes nos precedieron en el servicio a España y pagaron este compromiso con la propia vida. Los sones ceremoniosos del himno de la Guardia Real y un desfile de las tropas a pie y a caballo, al que se sumaron los vehículos históricos de nuestra unidad, concluyeron una jornada festiva en la que se dieron cita varias generaciones de guardias reales.

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