Logroño se vuelca con la Guardia Real durante la celebración del Día de las Fuerzas Armadas

Además de en el desarrollo del acto central, nuestra unidad participó en la exhibición que tuvo lugar en la Hípica logroñesa y en el primer festival de unidades de música militar

28/05/2018

Indescriptible. No hay palabras para definir la acogida que brindaron los ciudadanos de Logroño a las unidades que tomamos parte en la conmemoración del Día de las Fuerzas Armadas, celebrado en la capital riojana el pasado sábado día 26. Desde que el grueso de la Guardia Real desembarcó en la ciudad las manifestaciones de afecto y simpatía fueron continuas, así como la cercanía entre los logroñeses y los guardias reales. El jueves 24, antes del inicio del ensayo nocturno que se produjo en la calle General Vara de Rey, eran ya miles de personas las que se agolpaban a lo largo de toda la avenida para recibir a los autobuses de nuestros compañeros que procedían del acuartelamiento alavés de Araca. A pie firme y sin dejar de vitorear a los participantes, los logroñeses aguantaron a pie quieto las dos horas que duró la preparación del acto central que habría de desarrollarse durante la mañana del día 26.

En la jornada del viernes fue también numerosísimo el público que asistió a la exhibición que las unidades montadas de la Guardia Real llevaron a cabo en las instalaciones de la Hípica de Logroño. Por la tarde, y en la plaza del Ayuntamiento, de nuevo miles de personas asistieron entusiasmadas al homenaje a la bandera nacional que precedió al primer festival de unidades de música militar con motivo del Día de las Fuerzas Armadas y en el que se dieron cita las Bandas de Guerra de la Brigada “Almogávares VI”, de la Guardia Civil y de la Guardia Real, la nuba del Grupo de Regulares nº 54 y las Músicas de La Legión y de la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid bajo la dirección del coronel director de la Música de la Guardia Real, Enrique Blasco Cebolla.

El sábado por la mañana, y pesar de la intensa lluvia que caía sobre Logroño, sus calles eran, desde bien temprano, una fiesta. Dos horas antes del inicio de los actos que habrían de presidir Sus Majestades los Reyes no era ya posible encontrar ni un sitio libre en toda la extensión de la calle general Vara de Rey. La llegada de don Felipe y doña Letizia se produjo en medio de una gran explosión de júbilo del público presente que abarrotaba tribunas, vallado, ventanas y balcones. A continuación, Su Majestad el Rey recibió los honores de ordenanza correspondientes y pasó revista a la agrupación de la Guardia Real. Izada la bandera nacional se llevó a cabo el homenaje a los que dieron su vida por España, en cuyo desarrollo se tuvo un especial reconocimiento con aquellos militares que han sido condecorados, en los últimos años, con las cruces al mérito militar, naval, aeronáutico y de la Guardia Civil, con distintivo rojo. Como es tradicional, y tras la dislocación de las compañías del Grupo de Honores dieron comienzo los desfiles aéreo y terrestre en el que tomaron parte unidades ligeras, acorazadas, motorizadas y a caballo.

Imágenes