La Guardia Real en las celebraciones del Día de la Fiesta Nacional

Durante el acto central se homenajeó a la bandera de España en su 175º aniversario y la Constitución de 1978 en su 40º

17/10/2018

Como es tradicional, Sus Majestades los Reyes, acompañados por sus hijas, la Princesa de Asturias y la Infanta doña Sofía, presidieron el pasado día 12 el acto de homenaje a la bandera y a los que dieron su vida por España que con motivo de la Fiesta Nacional se celebró en la madrileña plaza de Lima.  

A su llegada, flanqueados por el Escuadrón de Escolta Real, la Sección de Honores de la Batería Real -que se encontraba en posición con sus cinco obuses OTO Melara de 105/14 mm. en la vecina plaza de Joan Miró- se encargó de rendir los preceptivos honores de ordenanza mientras sonaban los acordes del himno nacional interpretado por la Unidad de Música.

Tras la revista a la formación de la Guardia Real, la bandera que sería izada con posterioridad llegó a la plaza portada por una patrulla de paracaidistas pertenecientes a la Brigada “Almogávares” VI, quienes, tras sobrevolar el cielo de Madrid, tomaron tierra frente a la Tribuna Real. Este emocionante momento -que culminó con el izado a cargo de un pelotón de tres guardias reales, un guardia civil y un policía nacional- dio paso al homenaje a los que dieron su vida por España en el que la Unidad de Música interpretó “La muerte no es el final”. Por primera vez, a los guiones y banderines de la Guardia Real, que desfilan a pie, se sumaron los del Escuadrón y la Batería, que lo hicieron a caballo, a lomos de dos ejemplares de pura raza española, uno alazán y otro tordo. Finalizado el mismo, Su Majestad el Rey, acompañado por el almirante jefe del Cuarto Militar, depositó una corona de laurel en memoria de los que entregaron su vida en defensa de España.

A la cabeza del desfile terrestre, la Sección de Motos abrió paso a nuestra Unidad de Música, a quien siguió el Grupo de Honores, entre cuya primera y segunda compañía se situaron los diferentes estandartes y banderas históricas. Cerrando la parada, la Batería Real, depositaria de las tradiciones de la artillería montada española, desfiló con sus cañones de campaña Schneider 75/28 mm. tirados por caballos hispano-bretones de capa castaña, alazana y negra.

A la conclusión del desfile, Sus Majestades los Reyes fueron, de nuevo, escoltados por el Escuadrón y la Sección de Motos hasta el Palacio Real donde presidieron la tradicional recepción. Además del personal del Grupos de Honores y Escoltas, nuestros compañeros de Logística y Apoyo prestaron un indispensable soporte tanto en los momentos previos y posteriores al despliegue, en las cercanías de la plaza de Lima, como en la propia recepción que se celebró en palacio.

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