Acto de homenaje a los fallecidos de la Real y Militar Orden de San Fernando

Se celebrará anualmente en distintas localizaciones para conmemorar a quienes fueron premiados en reconocimiento de su valor heroico o muy distinguido

04/06/2016

El pasado viernes 3 de junio, tuvo lugar en la plaza de armas “Reina Sofía” del acuartelamiento “El Rey”, el solemne acto anual en sufragio por los fallecidos de la Real y Militar Orden de San Fernando, que bajo la presidencia del AJEMA, almirante Jaime Muñoz-Delgado y Díaz del Río, contó con asistencia del jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey, vicealmirante Juan Ruiz Casas y de una nutrida representación de oficiales generales de los Ejércitos y la Armada.
 

Junto al estandarte de la orden y las banderas de la Guardia Real y del Regimiento de Infantería “Asturias” nº 31, formó una compañía de nuestra unidad integrada por tres secciones, una de “Monteros de Espinosa”, otra de la Escuadrilla “Plus Ultra” y otra de “Mar Océano, que estuvo acompañada, a su vez, por una compañía de cada ejército: Regimiento de Infantería “Inmemorial del Rey” nº1, Agrupación del Cuartel General del Aire, y Agrupación de Infantería de Marina de Madrid, a las que se sumó otra del Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil. Completaron la parada militar el Escuadrón de Escolta Real, la Batería Real, la Unidad de Música y la Escuadra de Gastadores de la Guardia Real.
 

Durante el acto, el coronel jefe de la Guardia, unidad que cuenta con más laureadas colectivas, señaló que “es señalada obligación para los que asumimos la responsabilidad de ser depositarios del inestimable legados de los caballeros laureados, honrar su memoria y extenderla a las generaciones venideras, de manera que tanta abnegación, tanto esfuerzo y tanto amor a España, lejos de quedar en el olvido, estimulen el quehacer diario de la gran familia militar”.
 

La Orden de San Fernando, creada hace más de dos siglos, se ha convertido en la institución que concede la más prestigiosa condecoración militar española, dado que la cruz laureada es considerada, a nivel internacional, como la recompensa más difícil de alcanzar, debido a las exigencias que se imponen para su concesión y a la necesidad de superar un complejo juicio contradictorio.
 

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