Los malagueños se entregan a la Guardia Real en una parada militar irrepetible

La presencia de la Legión enfervorizó a un público que acudió masivamente a apoyar a quienes prestaban juranmento a la bandera

Ni el cansacio acumulado después de una semana de intensa ejercitación, ni el enorme esfuerzo que tuvieron que realizar las unidades para formar ayer frente al ayuntamiento de Málaga fueron obstáculo para que la parada militar celebrada para concluir el ejercicio "Málaga 2016" sellase un hermanamiento inquebrantable entre la Guardia Real y la población civil de Málaga. Algunos alabarderos estaban recién llegados de Madrid tras prestar servicio en los actos conmemorativos de la entrega del premio Cervantes, y las unidades montadas tuvieron que empezar a embarcar animales a las tres de la madrugada para llegar puntuales a la celebración del evento. Pero el esfuerzo merecía la pena, pues se trataba de proporcionar el mejor marco posible a ese más de medio millar de ciudadanos que, con su beso a las banderas de la Guardia Real y del Tercio "Alejandro Farnesio" IV de la Legión, solemnizaban su compromiso con España y con la Defensa de la nación.  

Desde muy temprano, un elevadísimo número de malagueños abarrotaba las inmediaciones del consistorio para asistir a la parada militar en la que habrían de formar 500 guardias reales, 130 legionarios, 76 caballos y 8 perros y que sería presidida por el alcalde de Málaga, Manuel de la Torre y por el jefe del Cuarto Militar de la Casa de su Majestad el Rey, vicealmirante Juan Ruiz Casas. En el acto formaron la escuadra de gastadores de la Guardia Real, su Grupo de Honores, con las Compañías "Monteros de Espinosa" y "Mar Océano" y la Escuadrilla "Plus Ultra", el Grupo de Escoltas, con la Compañía de Alabarderos, Compañía de Control Militar, Escuadrón de Escolta Real y Batería Real, nuestra Unidad de Música, la Música de la Legión y un escuadrón de caballería del Grupo de Reconocimiento de esta unidad.  

Los momentos más emocionantes de la jornada se vivieron con el paso de los jurandos por las banderas -entre los que se encontraban el propio alcalde de Málaga, la diputada Carolina España y el senador Joaquín Ramírez- también durante el homenaje a los que dieron su vida por España, ceremonia en la que todos los militares y el público asistente se fundieron entonando las estrofas del "Novio de la Muerte", y, del mismo modo, durante el desfile que puso punto final a la parada, y en el que los ciudadanos vitorearon a legionarios y guardias reales a lo largo de todo el Paseo del Parque.

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