Emotiva despedida de la Guardia Real en Covadonga

El día anterior el auditorio de Oviedo había registrado un lleno de “no hay billetes” para presenciar el concierto de Unidad de Música

La Guardia Real puso fin a sus maniobras en el Principado de Asturias con una parada militar y una ofrenda a la Virgen de Covadonga que tuvieron lugar en el Real Sitio durante la mañana del pasado sábado día 19.
 

Ante una nutrida asistencia de público y con la presencia del delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, el delegado de Defensa, coronel Vicente Bravo, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes y la diputada popular por el oriente asturiano, Marifé Gómez, más de de 300 guardias reales formaron ante la basílica de Covadonga para proceder al arriado de la bandera que les había acompañado durante todo el ejercicio. 
 

A continuación se celebró un acto de homenaje a los que dieron su vida por España frente a la estatua de Don Pelayo y se procedió a dislocar la fuerza para proceder a un desfile en el que tomaron parte la escuadra de gastadores, las compañías “Monteros de Espinosa”, “Mar Océano” y “Plus Ultra”, el Escuadrón de Escolta Real, la Batería Real, las secciones de Guías de Perros y Motos y la Unidad de Música.
En la cueva de la Santina el arzobispo de Oviedo concelebró una misa con el páter de la Guardia Real, en la que el coronel jefe ofreció a la Virgen de Covandonga la bandera que se había arriado momentos antes y un ros, como prenda más característica de la indumentaria de la Guardia Real.
 

La fuerte carga histórica y sentimental que encierra el Real Sitio de Covadonga por sus conexiones con el reino de Asturias y con la monarquía española convirtió el acto en una celebración de hondo calado emotivo tanto para los guardias reales como para los ciudadanos que acudieron a presenciar la parada.
 

Durante la jornada anterior, la Unidad de Música llenó el graderío del auditorio de Oviedo durante una velada en la que se interpretaron obras de muy diverso tipo que contaron con el doble hilo conductor de Asturias y España y que trajeron a la capital del Principado pasajes de Albéniz, Oudrid, Rimsky-Korsakov, Lauret y Hevia entre otros. La actuación finalizó con la interpretación del himno de Asturias y del himno nacional de España.
 

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