Los cántabros juran bandera con la Guardia Real

Trescientos ciudadanos cántabros y españoles han jurado o prometido su fidelidad a España en un acto celebrado en la capital de la comunidad autónoma. Además de la enseña de la unidad al servicio de la Corona, también desfiló a orillas del Cantábrico la del veterano Tercio Viejo de Sicilia n.º 47

12/05/2024

     Desde las primeras horas de la mañana un buen número de guardias reales y de operarios del ayuntamiento se afanaban en transformar el parque santanderino del Doctor González Mesones en una gran plaza de armas de España. Poco después comenzaban a llegar las unidades para ultimar los preparativos y hacer el ensayo pertinente. Algunos ciudadanos se acercaban, curiosos, a ver la secuencia de una jura de bandera de la Guardia Real entre bambalinas. Otros, en ropa deportiva, detenían unos minutos su entrenamiento o su paseo con la misma intención. Eran esos mismos ciudadanos que después de casi una semana intensa de actividades en su comunidad nos obligaban a hacer un último esfuerzo durante nuestra estancia en su tierra. Es, sencillamente, una manera de compensarlos por su afecto, dedicación y entrega.

     Pocos minutos antes de las 12 del mediodía se incorporaban las enseñas nacionales a la formación mientras la Sección de Honores de la Batería Real, apostada en las inmediaciones, disparaba la preceptiva salva de veintiún cañonazos. Además de la propia, la de la Guardia Real, viajó hasta Santander la del Regimiento de Infantería Tercio Viejo de Sicilia n.º 47, que tiene su sede en San Sebastián. A la hora prevista llegó la autoridad que iba a presidir el acto, el teniente general jefe del Cuarto Militar de la Casa Su Majestad el Rey, Emilio Gracia Cirugeda. Tras recibir los honores reglamentarios y las novedades del jefe de la parada, saludó a las principales autoridades civiles situadas frente al podio, entre las que se encontraban la presidenta de la comunidad autónoma de Cantabria, la delegada del Gobierno y la alcaldesa de Santander.

     La formación de la Guardia Real estaba compuesta por la Escuadra de Gastadores, la Unidad de Música, el mando de la agrupación, la Compañía de Monteros de Espinosa, las enseñas nacionales, la Compañía Mar Océano, la Escuadrilla Plus Ultra, la plana del Grupo de Escoltas, la Compañía de Alabarderos, la Compañía de Control Militar, el Escuadrón de Escolta Real, la Batería Real y la Sección de Motos.

     En cuanto las dos banderas se colocaron en el lugar prefijado para el inicio del acto de jura, el coronel jefe, Pablo Mateo, pronunció la fórmula del juramento o promesa, a la que todos los jurandos atendieron con un sonoro «sí, lo hacemos». Después comenzó el paso de a uno de hombres y mujeres, de todas las edades, que decidieron solemnizar un compromiso «de respeto a la Constitución como norma fundamental del Estado, de lealtad al rey y de entregar la vida, si preciso fuera, en defensa de España». Tras finalizar los dos bloques de jurandos, besaron la bandera el obispo de Santander y varias autoridades civiles del Gobierno de la comunidad, de la Delegación del Gobierno y del Ayuntamiento de Santander.

     En la posterior alocución, el coronel jefe manifestó que «la Guardia Real es la unidad militar que representa al conjunto de las Fuerzas Armadas ante nuestro capitán general, Su Majestad el Rey, que, por cierto, el próximo 19 de junio cumple diez años desde su proclamación; diez años de continua y clara vocación de servicio a todos los españoles, transmitiéndonos unidad y confianza con total integridad y transparencia». Luego dio la enhorabuena a los trescientos españoles que habían sellado su compromiso y les recordó que el acto de juramento o promesa no es solo un gesto, sino un acto de generosidad y altruismo con el que se ofrece a la patria incluso la propia vida. También se refirió a la posterior entrega de la bandera a la alcaldesa de Santander: «He querido que la bandera que ha ondeado aquí sea arriada y entregada con todo afecto y honor a vuestra alcaldesa. Es un símbolo del vínculo y cariño entre Santander y la Guardia Real».

     Al finalizar las palabras del coronel comenzó el acto de homenaje a los que dieron su vida por España. Con los guiones y banderines situados frente al monolito —los de las unidades montadas los sostenían dos de sus jinetes a caballo—, una jurando y un guardia real depositaron una corona de laurel. Después se escuchó el responso del páter y se interpretó el Toque de oración.

     Aún con la emoción sostenida por el recuerdo a los familiares y compañeros que nos dejaron en el cumplimiento del deber, sonaron los acordes del himno de la Guardia Real: «Guardemos con celo a los reyes de España […]». Y sin solución de continuidad, se recitó el mandato de honor del ideario.

     Pocos segundos después, la Unidad de Música devolvió de nuevo la emoción a todos los presentes, civiles y militares, con la interpretación del himno nacional. En esta ocasión era la antesala del arriado de la bandera nacional que había ondeado en el mástil del monolito desde antes del inicio del acto. El jefe del Cuarto Militar se la entregó a la alcaldesa de Santander como gesto del hermanamiento que desde ese mismo momento ya existe entre todos los ciudadanos cántabros y los guardias reales.

     A continuación, se produjo la dislocación de las unidades y el desfile de la fuerza. Durante los más de doscientos metros de recorrido, las caras de los asistentes se convirtieron en teléfonos móviles en modo de grabación. La guardia de Su Majestad el Rey desfilaba por primera vez como unidad orgánica en Santander y los ciudadanos de Cantabria querían recoger el momento para la posteridad.

     La jura de bandera puso fin a seis días de actividad intensa por estas tierras del norte de España. Hemos tratado de poner un broche de oro carmesí a nuestra estancia en este sin par rincón de la costa Cantábrica. Cada uno de los guardias reales se ha empeñado en dar lo mejor de sí mismo para mostrar a los ciudadanos el orgullo de pertenencia a la Guardia Real; para mostrar el honor de considerarse un soldado del rey. 

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Vídeo resumen de las actividades realizadas por la Guardia Real en Cantabria el día 12 de mayo de 2024