Abrimos el año con la celebración de la Pascua Militar

La Guardia Real estrena el 2024 con una parada militar en el patio de la Armería del Palacio Real para rendir honores a sus majestades los reyes. En esta ocasión los acompañaba la princesa de Asturias en la que es su primera Pascua Militar como un componente más de las Fuerzas Armadas

     Con las primeras luces del alba del día 6 de enero, y aún con la presencia de las comitivas reales de los Reyes Magos repartiendo los últimos regalos por las calles de El Pardo, los tres acuartelamientos de la Guardia Real iniciaban su frenética actividad. El objetivo era tener todo a punto, unas pocas horas después, para rendir honores a sus majestades los reyes con ocasión de la celebración del primer acto de Estado del año, la Pascua Militar.

     Al filo de las doce del mediodía entraba en el patio de la Almudena la Sección de Motos que daba escolta solemne a la caravana real. A su llegada, sus majestades los reyes y la princesa de Asturias fueron saludados por el presidente del Gobierno, los ministros de Interior y Defensa, el jefe de Estado Mayor de la Defensa y el jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey. Tras recibir los honores reglamentarios y la salva de ordenanza, don Felipe pasó revista a la agrupación de honores de la Guardia Real, que estaba al mando de su coronel jefe, Pablo Mateo y Álvarez de Toledo.

     Finalizada la revista de la fuerza, sus majestades los reyes y su alteza real se dirigieron al Zaguán de Embajadores y, posteriormente, a la Saleta de Gasparini. En ambas localizaciones fueron saludados por diferentes comisiones de autoridades civiles y militares. A continuación, se desplazaron al Salón del Trono, donde tuvo lugar el acto principal.

     En primer lugar, el monarca impuso varias condecoraciones a una representación de personal de los ejércitos y la Guardia Civil. Justo después, la ministra de Defensa dirigió unas palabras a todos los presentes en las que destacó, de manera muy especial, la presencia de la princesa de Asturias como un componente más de las Fuerzas Armadas. Como colofón del acto, don Felipe pronunció una alocución. Manifestó que «es de suma importancia recordar el sacrificio y compromiso de todos aquellos que, en territorio nacional o en zona de operaciones, trabajan con total entrega todos los días del año para garantizar nuestra seguridad y bienestar de forma permanente. Y con ellos, a sus familias y seres queridos». Poco después destacó el papel de las Fuerzas Armadas en la intervención en catástrofes naturales nacionales e internacionales junto con la profesionalidad y entrega en condiciones extraordinarias, con la que se hacen acreedores del agradecimiento de la sociedad. También destacó el alto grado de adiestramiento y operatividad de las unidades, cuyo personal «son hombres y mujeres muy capacitados, con indudable vocación de servicio y una altísima profesionalidad, encuadrados en unas fuerzas y unidades modernas, preparadas para desempeñar cualquier cometido por exigente que sea el escenario». Finalizó haciendo a los presentes «partícipes del enorme orgullo que tanto la reina como yo sentimos desde que la princesa tuvo el honor de jurar bandera el pasado mes de octubre en la Academia General Militar de Zaragoza, y de pasar así a formar parte de la gran familia militar».

     Además de todos los guardias reales que participan en la parada, y los guardias alabarderos apostados en las diferentes dependencias de palacio, la celebración de la Pascua Militar es posible gracias al esfuerzo de muchos más componentes de la unidad que llevan a cabo funciones técnicas y logísticas y están pendientes de que todo se desarrolle con la precisión habitual.

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