La princesa Leonor, futura reina de España

La solemnidad de los diferentes actos, celebrados en tres palacios —Congreso, Real y El Pardo— implicó a gran parte de los componentes de la Guardia Real

03/11/2023

    El día 31 de octubre de 2023 es una fecha histórica para España, para nuestra actual monarquía parlamentaria y, de manera muy especial, para la Guardia Real. Por segunda vez en la historia de la unidad, gran parte de sus componentes han sido testigos y han participado en los actos del juramento de la Constitución de un príncipe heredero —una princesa, en esta ocasión—. La importancia radica, entre otros aspectos, en que al haber alcanzado la mayoría de edad, Su Alteza Real la Princesa de Asturias podría convertirse, si la situación lo demandase y sin mediar regencia, en reina de España.

    Antes de que los actos oficiales dieran comienzo, la Sección de Motos llevó a cabo la escolta solemne a Sus Majestades los Reyes y a Sus Altezas Reales la Princesa Leonor y la Infanta Sofía desde el control de Somontes del Palacio de la Zarzuela hasta el inicio de la calle Mayor. Desde allí, y hasta el Congreso de los Diputados el mismo honor le correspondió al Escuadrón de escolta Real ―compuesto por la Banda de Clarines y Timbales, la Sección de Coraceros y dos secciones de Lanceros—. En el Palacio del Congreso, franqueando la escalera que da acceso a la puerta de los Leones, esperaba una fracción de la Sección de Alabarderos con su arma característica, la alabarda. A su vez, la Sección de Honores de la Batería Real, que estaba situada en la plaza de la Almudena, frente al Palacio Real, también tuvo un papel protagonista: mientas la Princesa Leonor prestaba su juramento disparaba una salva de diecinueve cañonazos. Se trataba de resaltar la trascendencia del acto de Estado que se estaba llevando a cabo.

    Tras finalizar el desfile militar en la carrera de San Jerónimo, el Escuadrón de Escolta Real volvió a prestar la escolta solemne a la familia real hasta la plaza de la Almudena. A su llegada, y durante el acceso de los dos vehículos Rolls Royce Phanton IV por el patio de la Armería hasta el zaguán de Embajadores, una agrupación de honores de la Guardia Real les rindió los honores mientras se interpretaba el himno nacional. La agrupación estaba al mando de su coronel jefe, Pablo Mateo y Álvarez de Toledo, y estaba compuesta por la Escuadra de Gastadores, la Unidad de Música, la Compañía Monteros de Espinosa, la bandera nacional con su escolta, la Compañía Mar Océano, la Escuadrilla Plus Ultra, la Batería Real y la Sección de Motos. Fuera de formación se encontraba la Sección de Honores de la Batería Real, que disparó la salva de veintiún cañonazos para rendir los honores a Su Majestad el Rey.

    Dentro de palacio, otra fracción de la Sección de Alabarderos prestaba la guardia de honor en los principales salones donde tenían lugar los actos principales. La Unidad de Música, como en otras ocasiones similares, amenizó el almuerzo que ofrecieron Sus Majestades los Reyes con una selección de temas de diferentes géneros. Mientras tanto, en el exterior, otras unidades asumían las funciones de guardia militar que les marca el Real Decreto 434/88 de 6 de mayo. La misma guardia se prestó en el Palacio de El Pardo en el acto privado que celebró la familia real con sus invitados.

    Detrás de los guardias reales que participan de manera directa en los actos, hay un gran equipo de hombres y mujeres que llevan a cabo un trabajo callado que resulta relevante para que todo el engranaje funcione en sincronía. El día 31 de octubre fue un día histórico para España y su monarquía. Y la Guardia Real fue, una vez más, completamente fiel a su ideario: «El honor de la Guardia Real es Servir a nuestro Rey».

 

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