De Arapiles a Miróbriga

Continúan las actividades programadas para acercarnos a los salmantinos y mostrarles nuestro trabajo diario al servicio de la Corona de España

     Una brisa de aire en el Arapil Grande agitó las banderas de los ejércitos contendientes mientras los jinetes de la Batería Real del Grupo de Escoltas, a lomos de sus pura raza española e hispanobretona, rodeaban el monolito que conmemora la batalla de los Arapiles. Después de disfrutar de una breve explicación histórica de lo que ocurrió aquel 22 de julio de 1812, el coronel jefe de la Guardia Real y el alcalde del municipio de Arapiles-Las Torres depositaron un ramo de flores para recordar a todos los militares que perecieron en el campo de batalla.

     A continuación, los jinetes del Escuadrón de Escolta Real hicieron lo propio, pero esta vez, en el relato, el protagonista de contienda fue Julián Sánchez el Charro. La razón es que desde aquel histórico día no consta que haya habido igual número de lanceros a caballo sobre lo que fue el campo de batalla.

     De esta manera, rememorando la historia en el transcurso de una marcha de las unidades montadas, comenzó el segundo día de actividades de la Guardia Real en el ejercicio Salamanca 2023.

     En otros lugares o municipios las actividades seguían su curso tal y como estaba previsto. Así, la Compañía de Alabarderos y la Compañía Mar Océano llevaban a cabo sendas colaboraciones con el Regimiento de Especialidades de Ingenieros 11 (REI 11) de Salamanca; la primera, sobre sobre técnicas policiales y tiro con arma corta, y los infantes de marina del Grupo de Honores sobre el manejo de embarcaciones neumáticas. Una tercera llevaba a varios componentes de la Compañía de Control Militar hasta la base aérea de Matacán para la práctica de defensa personal, instrucción policial básica y tiro con pistola.

     La Agrupación Mixta inició su jornada con una formación militar en la plaza del Ayuntamiento de Lumbrales. Después, organizó una exposición estática durante gran parte de la mañana, antes de trasladarse a Barruecopardo. Por la tarde, Hinojosa de Duero acogió otra formación en la plaza Mayor que dio paso a un pasacalle. La jornada finalizó con un arriado de bandera al ocaso.

     La actividad de la Guardia Real tuvo un papel protagonista en Ciudad Rodrigo. La Escuadrilla Plus Ultra del Grupo de Honores fue la responsable de su organización. Por la mañana, los escolares de tres colegios recibieron múltiples charlas informativas sobre el personal, los medios y las misiones de la unidad.

     La plaza Mayor acogió una exposición estática de material en la que las motos Harley Davidson despertaron, junto a dos lanceros y un coracero a caballo del Escuadrón de Escolta Real, gran interés en los mirobrigenses. La actividad que generó la larga hilera permanente de gente menuda fue la pista infantil.

     La Sección de Movimientos Floreados llevó a cabo una exhibición de su buen hacer a los acordes de una fracción de la Unidad de Música. Poco después tuvo lugar un arriado de bandera y un toque de oración con una salva inesperada que arrancó una respuesta espontánea del público congregado.

     Por último, el concierto de la Unidad de Música en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal cerró la jornada. El himno nacional fue el colofón a un selecto repertorio musical que el público agradeció con una gran ovación final. Quedó demostrado que los mirobrigenses y los guardias reales son parte de una misma sociedad que se siente orgullosa del país que llamamos España.

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