Omar Peco, siempre en nuestro corazón

15 años después de su fallecimiento hemos podido trasladar a su familia la cédula que acredita su ascenso al empleo superior

     Aunque todos los 14 de noviembre son señalados en la Guardia, este de 2022 lo ha sido de un modo muy especial. De manera común —y coincidiendo con los sucesivos aniversarios de su fallecimiento— desde hace ya largos años esta fecha permanece dedicada al recuerdo de nuestro compañero Omar Peco, que nos dejó, dolorosa y tempranamente, en el otoño de 2007, cuando salía de cumplir con su misión en el Palacio de la Zarzuela.

     La cercanía entre su familia y la Guardia Real ha sido constante durante todo este tiempo y no se ha contado un año sin que su padre haya faltado al compromiso de depositar un ramo de flores en nuestra capilla coincidiendo con la efeméride del fatal accidente.  Seguro que para Omar —que al tiempo de  perder la vida, era un joven y entusiasta guardia real al quien le habían bastado unos meses para ganarse el cariño de sus compañeros y de sus jefes— esta vinculación le habría llenado de gozo.

     Estos lazos, labrados por más de una década, se han seguido fortaleciendo con la entrega a sus familiares de la cédula que acredita su ascenso honorífico, a título póstumo, al empleo de cabo guardia real, ceremonia íntima y emotiva que tuvo lugar en el despacho de nuestro coronel jefe, encargado de depositar en manos de su padre este pequeño reconocimiento, concedido por el Ministerio de Defensa, pero que tanta significación tiene para todos aquellos que hemos entregado nuestra vida al servicio de las armas. Omar Peco, siempre en nuestro corazón.

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