El primer Relevo Solemne con el Inmemorial del Rey en más de 90 años

Se inicia así un turno en el que entrarán también otras unidades de representación de Infantería de Marina y del Ejército del Aire

11/11/2022

Dando cumplimiento a un orden de Su Majestad el Rey de junio pasado en la que se dispone que se restablezca la tradición de la participación en el relevo solemne de las unidades de los Ejércitos y la Armada que tengan justificada vinculación histórica con dicho acto y con la Guardia Real, en la ceremonia de este mes de noviembre hemos contado con el honor de tener una guardia entrante que pertenece al Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey n. º 1. Así pues, y en representación de los otros regimientos del Ejército de Tierra que asumieron esta misión, el Inmemorial ha vuelto, tras más de 90 años, a la Plaza de la Armería y así lo hará, de manera rotatoria, una vez al año, compartiendo esta tarea con la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid y el Grupo de Seguridad del Ejército del Aire y del Espacio.

La vinculación de este regimiento con nuestro Relevo Solemne se remonta, prácticamente, a los orígenes del mismo. Tras el intento de asalto al Palacio Real que se produjo el 7 de octubre de 1841 y en el que una fuerza comandada por los generales Diego de León y Manuel Gutiérrez de la Concha intentó apoderarse, sin éxito, de la reina niña Isabel II con la intención de derrocar al regente, el general Baldomero Espartero, los regimientos de la Guardia Real que realizaban los servicios de seguridad perimetrales en el Palacio quedaron disueltos, conservándose, solamente, la guardia interior de alabarderos que, tan bravamente había detenido las acometidas.

Desde ese momento, la guardia exterior se confió a varios regimientos de la guarnición de Madrid que comenzaron a prestar servicios en la residencia regia por un orden de escalafón que estaba encabezado por el Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey n. º 1, unidad que, junto a otras del Ejército, participó en los relevos de Palacio hasta 1931.

Así pues, los uniformes del Inmemorial, tan similares a los nuestros, con ese pantalón rojo de franjas azules característico de la infantería española, volvieron a surcar la calle Bailén en dirección a la Armería entre los vítores del numeroso público que se congregó para presenciar este histórico acontecimiento que tampoco quisieron perderse un notable número de autoridades entre las que destacó el jefe del Estado Mayor del Ejército, general de ejército Amador Enseñat y Berea.

El Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey N.º 1 es una de las unidades militares en activo más antigua de España y del mundo occidental si tomamos su origen en el año 1248, cuando su germen, la Banda de Castilla (una mesnada castellana no regular) participó en la toma de Sevilla al mando de Fernando III, rey de Castilla y de León. Hasta mediados del siglo XVII, el Inmemorial ejerció funciones de guardia para los soberanos y en esa época, durante el reinado de Felipe IV, se creó una coronelía de entre 2500 y 3000 soldados veteranos del ejército con el objetivo de que fuesen “el freno de los enemigos de la Corona”, de donde procede su sobrenombre de “El Freno”, que le acompaña hasta nuestros días. En la actualidad, el regimiento presta servicio en el Cuartel General del Ejército y uno de sus batallones se dedica a rendir honores de Estado a las autoridades que se determinen. En las filas del Inmemorial, tradicionalmente, los príncipes de Asturias sientan plaza como soldados del Ejército Español.

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