La Guardia Real recibe la Medalla de la Orden de Malta

El pasado día 27 el presidente de la Asamblea Nacional de la Orden entregó el galardón al coronel jefe en un acto celebrado en el cuartel de El Rey

    El papel de la Guardia Real en la Operación Balmis de lucha contra la pandemia de covid-19 no pasó desapercibido para la sociedad española. Se ha visto recompensado de nuevo el esfuerzo que llevamos a cabo durante casi tres meses, que se inició cuando su Majestad el Rey puso a disposición de la ministra de Defensa nuestras capacidades en un ya lejano marzo de 2020. Más de tres años después, el 27 de junio del presente, hemos sido honrados con la entrega de la medalla de la Orden de Malta.

    La biblioteca histórica de la unidad en el cuartel de El Rey fue el lugar elegido para recibir la nueva medalla concedida por la Asamblea Nacional de la Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta. Su presidente, el coronel Ramón Álvarez de Toledo y Álvarez de Builla, antiguo jefe de la unidad, entregó la condecoración al coronel Salom en un acto sencillo y emotivo. Fueron testigos de la entrega sendas representaciones de la orden y de la Guardia Real, que a pesar de la intimidad de la ceremonia no le restó un ápice de solemnidad.

    En un momento anterior, el coronel Ramón Álvarez de Toledo tuvo a bien proponer al gran maestre de la Orden de Malta en Roma la concesión de la medalla covid a la Guardia Real, y su alteza eminentísima accedió a la propuesta. La orden melitense es una institución seglar que pertenece a la Iglesia católica y tuvo su origen en la ciudad de Jerusalén a principios del siglo XI. Su lema, «Testimonio y defensa de la fe, y asistencia a los enfermos y a los necesitados» da una idea de su noble cometido en el cuidado y protección de nuestros mayores.

    Una de las múltiples misiones que motivó la propuesta fue la descontaminación, en dos ocasiones, de la residencia de ancianos San Juan Bautista, situada en el municipio madrileño de Aldea del Fresno. Hasta allí se desplazó un equipo de descontaminación del Servicio Veterinario y llevó a cabo el saneamiento y la desinfección del centro. Esta residencia pertenece a la Orden de Malta.

    En palabras del presidente de la Asamblea Nacional de la orden, en la concesión no se han tenido solo en cuenta las intervenciones de la Guardia Real en la residencia, sino que se ha considerado el esfuerzo de los todos los componentes de la unidad implicados en la Operación Balmis, que facilitó en gran medida las duras condiciones de vida de algunos sectores de la sociedad durante los difíciles momentos de la pandemia.

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