El inmenso honor de contar con don Felipe como testigo de tu juramento

Los nuevos guardias reales juran bandera acompañados de sus familias y bajo la presidencia de nuestro Rey

04/06/2022

Decíamos en noviembre pasado que, a veces, las cosas buenas se hacen esperar. Así les ocurrió a los guardias reales que se incorporaron a filas en 2020 y que hubieron de aguardar —quietos los caballos— casi un año para que su compromiso solemne con la enseña nacional pudiera celebrarse con todos los honores y la solemnidad que tal determinación demanda. Eso sí, el premio a la paciencia fue inmejorable, puesto que para aquella ocasión contaron con la mirada atenta de nuestro Rey, que no quiso perderse la jura de bandera de una hornada tan numerosa de fieles guardias. De mucha mayor fortuna han gozado los ciclos del Ejército del Aire de 2021 que, en un abrir y cerrar de ojos, han podido testimoniar el inmenso cariño que don Felipe siente por su Guardia al contar con su presencia, una vez más, en la tribuna de la plaza de armas Reina Sofía.

Con los relojes dando dos toques en la media de las doce sonaron los acordes del himno nacional y las salvas de artillería para rendir honores a don Felipe. A continuación, pasó revista a la agrupación de honores de la Guardia Real formada por la Escuadra de Gastadores, la Unidad de Música, las compañías de Alabarderos y Control Militar, las compañías del Grupo de Honores, el Escuadrón de Escolta Real y la Batería Real. Tras el preceptivo saludo a las autoridades asistentes al acto, Su Majestad el Rey presenció el juramento solemne de veintinueve nuevos guardias y, posteriormente, la pasada individual y de a tres por la bandera, que los acogía como nuevos servidores de la patria.

Antes de que el coronel jefe se dirigiese a los jurandos y a sus familias, toda la Guardia Real despidió —con enorme emoción— a siete de nuestros compañeros: un coronel, cinco tenientes y un cabo primero, que han pasado durante los últimos meses a la situación de reserva; la mayoría de ellos tras dejar lo mejor de sus vidas al servicio de la Corona.

En sus emocionadas palabras, Juan Manuel Salom Herrera se dirigió en primer término a Su Majestad el Rey, a quien dijo: «Permitid que os exprese nuestro profundo agradecimiento por compartir esta parada militar con nosotros, por habernos honrado con esta muestra de cariño hacia vuestra Guardia», para continuar expresando a los nuevos miembros de la unidad su convicción en el cumplimiento del compromiso que acababan de rubricar: «Os habéis comprometido, en circunstancias extremas, a la obediencia y espíritu de sacrificio máximos; para defender a España y a nuestro Rey incluso con vuestra vida. Estoy seguro que si ese momento llegara, estaréis a la altura, como lo estuvieron aquellos que supieron ganar con su sangre las laureadas que penden de la bandera que habéis besado».

A nuestros caídos se les tributó un entrañable homenaje bajo las estrofas de La muerte no es final, al que siguió el himno de la Guardia Real y la proclamación del primer mandato de nuestro ideario. Como colofón a la solemne jornada, las unidades desfilaron ante la tribuna acompañadas de una presentación de los vehículos históricos que se custodian en la Guardia Real. Finalizada la parada militar, los jurandos y sus familias tuvieron ocasión de compartir unos momentos con Su Majestad el Rey, quien departió con ellos, de manera distendida, sobre las vivencias de su incorporación a la unidad y del periodo de formación que habían pasado antes de convertirse en miembros de pleno derecho de su Guardia Real.

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