El tiempo acrecienta la figura de los héroes

A punto de cumplirse 40 años de su hazaña, la figura del cabo primero López Martínez se reivindica como un ejemplo a seguir para todos los que prometimos entregar la vida, si fuese necesario, al servicio de España

Durante los últimos días del pasado mes de septiembre, la Compañía Mar Océano del Grupo de Honores de la Guardia Real llevó a cabo un sencillo acto en homenaje al cabo primero Luis Manuel López Martínez, héroe de la compañía, que, como buen militar, entregó su vida al servicio de cuatro ciudadanos, llevando hasta las últimas consecuencias el compromiso que había contraído el día en que juró la enseña nacional.

Corría el año 1982, y la unidad se encontraba recogiendo el campamento tras una semana de maniobras en Guisando (Ávila). De pronto, un pastor da la voz de alerta indicando que cuatro montañeros han quedado atrapados por la crecida del río Pelayo. El pelotón del entonces cabo López es el primero en llegar al lugar donde montan un sistema de izado de circunstancias, con material de montaña, para iniciar el rescate. Luis Manuel desciende hasta el lugar donde se hallaban los montañeros y —uno a uno— los asegura para que puedan ser elevados. Tras colocar a salvo a los tres primeros, el cuarto y último cae al río y el cabo López, sin pensarlo dos veces, se arroja al río y es capaz de alcanzarle. Luchando contra la corriente logra escoltarlo hasta la orilla, donde le pone a salvo, pero debido a la fatiga del esfuerzo realizado, el cabo desfallece y es arrastrado río abajo. Su madre, Manoli, le esperaba en el cuartel Príncipe de Asturias junto a uno de sus hermanos, ya que ese día regresaban de las maniobras, pero Luis Manuel nunca volvió.

En atención a las circunstancias excepcionales, méritos contraídos y virtudes militares sobresalientes y con arreglo a lo establecido en el artículo 24 de la ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la carrera militar, a propuesta de la Ministra de Defensa y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 16 de marzo de 2021, por el Real Decreto 162/2021 se promovió al empleo superior, con carácter honorífico y a título póstumo, al cabo del Cuerpo de Infantería de Marina D. Luis Manuel López Martínez.

El cabo primero López era vecino de El Pardo, donde en el año 1983 se colocó, junto a la parroquia de la Inmaculada Concepción, un monolito en memoria su heroica intervención. En ese mismo lugar fue donde la Compañía Mar Océano formó con una sección y un pelotón de honores para iniciar un sentido homenaje que presidió el coronel jefe de la Guardia Real. En él, se recordó el hecho y se acompañó a la madre del cabo primero a depositar una corona en el monolito que recuerda la memoria de su hijo. Tras entonar La muerte no es el final, el toque de oración y la retirada de la fuerza, la familia de Luis Manuel, en total intimidad, se desplazó al cementerio de Mingorrubio para depositar un ramo de flores —entregado por la compañía— en la tumba del héroe de Mar Océano.

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