La Guardia Real tiene siempre presentes a sus caídos en acto de servicio

El aciago accidente del componente de la Compañía Monteros de Espinosa se produjo durante un ejercicio de lanzamiento de granadas de mano

06/11/2020

   Cada 5 de noviembre es un día marcado con crespón en el calendario anual de la Guardia Real. Este año se ha cumplido el cuarenta aniversario del fallecimiento del cabo Gregorio Muñoz García, primer miembro de la compañía Monteros de Espinosa caído en acto de servicio.  

   Aquel fatídico día del año 1980 el Grupo de Honores se encontraba en el campo de maniobras de El Palancar (Madrid) realizando un ejercicio de instrucción; en concreto, se practicaba el lanzamiento de granadas de mano. El cabo Gregorio Muñoz se encontraba detrás del parapeto con un soldado. Tras uno de los lanzamientos, Muñoz se percató del mal funcionamiento del artefacto y, en un acto de valentía, lanzó a su compañero al suelo, protegiéndole con su propio cuerpo al tiempo que se producía la explosión prematura de la granada. Las heridas causadas fueron de extrema gravedad para él y supusieron su muerte en el acto. Su fallecimiento salvó la vida del soldado, que solo sufrió heridas leves. Por este acto heroico, a propuesta del coronel jefe del Regimiento de la Guardia Real se le concedió, a título póstumo, la Cruz de la Orden del Mérito Militar de cuarta clase con distintivo blanco.

   Debido a la situación sanitaria actual, en esta ocasión los componentes de la Compañía Monteros de Espinosa no han podido homenajear al cabo Gregorio con la solemnidad que hubieran deseado. No obstante, se ha celebrado un acto sencillo y emotivo junto al monolito del cuartel La Reina-La Princesa erigido en su memoria. En dicho acto, el coronel jefe de la Guardia Real y el actual capitán de la compañía depositaron una corona de laurel en recuerdo del fallecido.

 

Imágenes