Finaliza un año que, para la Unidad Militar de Emergencias (UME), se ha caracterizado por ser ‘el año del fuego’, marcado por la sequía y las altas temperaturas en el que la UME tuvo que intervenir en más de medio centenar de incendios forestales. De hecho, de las más de 650 misiones que ha cumplido la Unidad desde su creación, la emergencia más frecuente ha sido la lucha contra incendios forestales, tanto dentro como fuera del territorio nacional.

Cierto es que el año comenzó estando inmersos en la ‘Operación Volcánica La Palma’, con numerosos edificios e infraestructuras afectadas por la lava, cenizas y gases, pero con la tranquilidad de que el proceso volcánico había finalizado. De hecho, a mediados de enero se procedió al repliegue de los efectivos, dando fin a cuatro meses de trabajo junto al resto de las Fuerzas Armadas (FAS) y otros servicios de emergencias. En la isla canaria intervinieron 1336 efectivos de la UME, procedentes de los cinco batallones (BIEMs), el Regimiento de Apoyo e Intervención en Emergencias (RAIEM), el Batallón de Trasmisiones (BTUME) y el Cuartel General.

Durante los siguientes meses, la actividad en la Unidad fue moderada, lo que permitió centrar esfuerzos en la formación y preparación, especialmente de cara al verano, durante el cual se realizaron finalmente 57 intervenciones. Un ejemplo de ello fueron las Jornadas de Hidráulica que organizó el BIEM I en febrero; esta actividad permite enseñar una utilización más eficiente del agua durante la extinción de incendios forestales.

La primera activación de la UME en la lucha contra este tipo de emergencias se produjo a principios de junio, con el incendio forestal de Pujerra (Málaga). La Unidad regresaba a Sierra Bermeja nueve meses después del incendio de Jubrique, uno de los más devastadores de 2021.

Otros ejemplos fueron el de Riofrío de Aliste (Zamora), en Sierra Culebra, donde se calcinaron más de 30.000 hectáreas, y el de Las Hurdes, que comenzó en la provincia de Salamanca y se propagó hasta Cáceres. La complejidad de este último obligó a activar el Mando Unificado de la Emergencia, una figura, de reciente creación, prevista en el Plan Estatal de Protección Civil para Emergencias por Incendios Forestales cuando el fuego afecta a más de una comunidad autónoma.

La simultaneidad de incendios forestales en el territorio nacional obligó a movilizar a los cinco BIEMs a la vez en varias ocasiones. Tanto 2012 como 2017 fueron los años con más activaciones por incendios forestales –59 y 56 respectivamente–, pero no todas estas emergencias se produjeron durante la época estival, como sí sucedió este 2022.

Las altas temperaturas no solo dificultaron las tareas de extinción en España, sino también en el resto de Europa. Como en campañas anteriores, la UME puede recibir solicitudes de apoyo a través del marco de Naciones Unidad (OCHA) y de convenios bilaterales de cooperación y asistencia mutua. De igual forma, asiste al Grupo 43, perteneciente al Ejército del Aire y del Espacio (EA), con un equipo de enlace y asesoramiento en las operaciones derivadas del proyecto RescEU –integrado en el Mecanismo Europeo de Protección Civil (EUCPM)– como ocurrió en julio durante el incendio forestal en Ourém, en el centro de Portugal.

Además de trabajar con dicha unidad del EA, la UME se coordina con el Batallón de Helicópteros de Emergencia (BHELEME II), perteneciente al Ejército de Tierra.

Más hechos reseñables de 2022

Tras completar el ejercicio Domino 22 del EUCPM –en el que, además de España, participaron Bélgica, Austria, Alemania y Francia–, la UME superó el proceso de certificación del módulo de Sistema de Aeronave Pilotada a Distancia (RPAS por sus siglas en inglés) del BTUME. De esta manera, dicha capacidad se suma a las cinco que España, a través de la UME, ya ofrecía a la Unión Europea (UE), convirtiéndose así en uno de los países más comprometidos con la solidaridad internacional ante emergencias.

El BTUME también incorporó a su equipo seis drones nuevos, de los modelos Elios 2, Matrice 300 RTK y Mavic II Enterprise Advanced, financiados con fondos de la UE. Los primeros permiten examinar el interior de estructuras colapsadas antes de que accedan los intervinientes, mientras que los segundos apoyan las labores de búsqueda y reconocimiento en grandes áreas.

Por su parte, la Escuela Militar de Emergencias prosiguió con la formación del personal de la Unidad mediante el Curso Básico de Emergencias, el Curso de Gestión de Catástrofes y el Curso Básico de Emergencias Tecnológicas y Medioambientales, entre otras formaciones. Igualmente, esta institución impartió varios de estos cursos a otros miembros de las FAS, guardias civiles, policías y civiles, haciendo hincapié en la coordinación de los diferentes servicios durante las emergencias.

Algunas de estas formaciones y otros eventos se desarrollaron en el auditorio General Montiano, un nuevo espacio que se inauguró en mayo y que aumenta la capacidad del Cuartel General a la hora de organizar jornadas y seminarios. El nombre del auditorio nació como apoyo a la iniciativa ‘Adopta un Héroe’ de la asociación The Legacy, que fomenta el conocimiento de personajes relevantes de la historia de España y su legado en los Estados Unidos de América.