
Saludo de la Subsecretaria de Defensa
Saludo de la SUBDEF
La Ley Orgánica de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas de 2011, aprobada por unanimidad de todos los grupos parlamentarios, al regular los derechos y deberes de carácter profesional y social, se refiere como medida complementaria de apoyo al personal a los programas de incorporación a otros ámbitos laborales acordes con el empleo militar, titulaciones, años de servicio e intereses profesionales, que se ofrecerán a los miembros de las Fuerzas Armadas durante su vida activa y se implementarán en colaboración con las distintas administraciones públicas y con el sector privado.
Con el fin de cumplimentar dicho mandato, el Ministerio de Defensa está trabajando en el proyecto de Salidas Profesionales de los miembros de las Fuerzas Armadas (SAPROMIL), para que posibilite la reorientación laboral de los militares que así lo decidan voluntariamente. De esta forma, se podrán determinar cupos de personal teniendo en cuenta las necesidades de cada escala y especialidad para aquellos profesionales que debido a expectativas de carrera no cumplidas o por otros factores deseen concluir su compromiso de actividad con las Fuerzas Armadas. De este modo, el objetivo general de SAPROMIL es proporcionar a nuestros militares los medios necesarios para integrarse en el mercado laboral tras haber adquirido una formación y desarrollado capacidades y destrezas durante su paso por las Fuerzas Armadas.
En el actual modelo de carrera militar la formación de los miembros de las Fuerzas Armadas está cada vez más integrada en el sistema educativo general y trata de alcanzar la excelencia en todas las categorías profesionales. Si a ello unimos una formación específica para la reorientación al mercado laboral mediante la creación de una bolsa de trabajo que facilite el flujo continuo entre las Fuerzas Armadas y la Administración del Estado y el sector empresarial, se proporciona una aportación de los miembros de las Fuerzas Armadas a la sociedad civil que redundará en beneficio del interés colectivo.
Con este proyecto se crea una oportunidad única para los empleadores al optimizarse el proceso de selección, garantizándose además el éxito de la misma. En este sentido, es claramente determinante en la contratación el perfil del militar de hoy, del militar del siglo XXI, dotado de una alta cualificación y preparado para responder ante situaciones críticas, así como con una gran experiencia en ambientes internacionales. Nuestros militares son hombres y mujeres capaces de asumir nuevos compromisos laborales por su constante actitud de esfuerzo, propia del estilo de vida militar que ha ido forjando su condición de servidor público al más alto nivel de dedicación.
La ocupación de puestos civiles por quienes han desarrollado parte de su vida profesional en el ámbito militar añade a la competencia técnica una serie de valores que, sin ser exclusivos de la colectividad militar, priman en la Organización porque se precisan para la consecución de sus fines, que no son otros que servir al pueblo español de acuerdo con el mandato constitucional. Me estoy refiriendo, entre otros valores, a la disciplina, el espíritu de sacrificio, la constancia, la capacidad de decisión, el sentido del deber y la voluntad de servicio. Todos ellos se acentúan en quienes integran la milicia de tal modo que el compromiso ético de nuestros militares es garantía de eficacia para el empleador allá donde presten sus servicios profesionales, ya sea en el sector público o privado.
Esta escala de valores que caracteriza a la profesión militar, está adquiriendo una especial relevancia en la sociedad actual.
