El robot ‘Leopard’ subacuático de la Armada continua con sus ejercicios para poder responder con eficacia a la incidencia de un submarino. A bordo del Buque de Salvamento y Rescate ‘Neptuno’, ha participado este mes en la simulación del rescate de un submarino siniestrado de la clase S-70, en aguas próximas de Mazarrón (Murcia).
El objetivo del adiestramiento de este Vehículo Remotamente Operado (ROV) ha sido mejorar la capacidad de respuesta ante una emergencia real. El ‘Leopard’ fue desplegado tras localizar al sumergible, posado en el lecho marino, para asistir a los buzos en su aproximación desde la superficie. Gracias a su avanzado sistema de sonar pudo guiar a los equipos humanos en condiciones de baja visibilidad.
Una vez en cubierta del submarino, el robot subacuático transportó material esencial desde la superficie para facilitar una maniobra de ventilación, destinada a refrescar el aire interior del submarino siniestrado. Además, simuló la transferencia de víveres y otros recursos vitales a la dotación, a través de un contenedor estanco.
Aunque el ejercicio se realizó a menos de 50 metros de profundidad para optimizar tiempos, el ‘Leopard’ está diseñado para operar hasta los 1.000 metros, aunque actualmente se encuentra limitado por la plataforma que lo transporta. En un futuro, no obstante, su capacidad aumentará hasta los 3.000 metros cuando el veterano ‘Neptuno’ sea sustituido por el moderno Buque de Intervención Subacuática BAMIS, que está ahora en construcción.
Desde su incorporación a la Armada en 2022, el ROV ha demostrado ser una herramienta fundamental en misiones de alto riesgo. Dotado con cámaras, altímetro, sistemas de localización hidroacústica, sónar, y manipuladores de siete y cuatro ejes, cuenta con once propulsores que le permiten una movilidad precisa. Su versatilidad lo convierte en un apoyo indispensable para operaciones complejas de rescate, vigilancia y supervisión, con capacidad para dar servicio también en cualquier punto que requiera la OTAN.