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‘Psicología militar y ámbito cognitivo’
01/09/2023
Artículo de la Revista Española de Defensa nº 407
24 de febrero de 2022: el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha abandonado su país y se encuentra en Polonia; aparecen imágenes suyas con esvásticas nazis y se le acusa de alcohólico y drogadicto. Siguiente 25 de febrero: trece militares ucranianos mueren de forma heroica en una isla del mar Negro y un «as de la aviación» derriba 40 cazas rusos… Estas son algunas de las «informaciones» que se difundieron en los primeros momentos de la invasión y que resultaron ser bulos, confirmando la célebre cita del dramaturgo griego Esquilo: «La primera víctima de la guerra es la verdad».
La manipulación, la decepción y el engaño han sido siempre armas eficaces en el campo de batalla. Sin embargo, su relevancia se ha visto incrementada en las sociedades democráticas, donde el correcto conocimiento de la realidad por parte de sus ciudadanos, diferenciando entre opiniones y hechos, constituye un pilar esencial.
El punto de inflexión actual viene de la mano del desarrollo exponencial de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, materializadas en Internet, las redes sociales, la inteligencia artificial y el big data, entre otros medios. Las redes sociales cambian el comportamiento político de las personas y los algoritmos muestran solo lo que interesa al usuario (una parte de la realidad).
El entorno operativo global se caracteriza por ser multipolar y competitivo, con un gran número de actores estatales y no estatales, cada uno de ellos con su propia agenda e intereses; en este contexto, el factor tecnológico resulta decisivo. Actores débiles pueden utilizar estrategias híbridas y asimétricas para alterar la distribución de poder establecida, incluyendo áreas de la diplomacia, la economía y la información, lo cual se traduce en desinformación, hiperconectividad y falta de control y de rigor del mensaje.
