Riesgos y amenazas
En la Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) se determina que a los riesgos y amenazas tradicionales como son los conflictos armados, el terrorismo, los flujos migratorios irregulares o las emergencias y catástrofes, se suman otros nuevos que se caracterizan por ser de naturaleza generalmente transnacional y por estar, normalmente, interconectados, lo que potencia su peligrosidad, como por ejemplo la inestabilidad económica y financiera, la vulnerabilidad energética o las ciberamenazas.
Por otro lado, la ESN también trata los factores potenciadores del riesgo, que, sin ser en sí mismos un riesgo o una amenaza, pueden desencadenarlos o agravarlos. Entre ellos se encuentran el cambio climático, la pobreza, los desequilibrios demográficos o los extremismos ideológicos.