CASTILLO DE SAN PEDRO (JACA-HUESCA)

HISTORIA DE LA FORTIFICACIÓN.
Antonio Pérez, Secretario de Felipe II, escapó a Francia e indujo a los Hugonotes a invadir el territorio español, en 1592. Los franceses atravesaron el Pirineo y tomaron Biescas, aunque fueron pronto repelidos por el Maestre de Campo Alonso Vargas. Estos sucesos y las escaramuzas que les siguieron animaron a Felipe II a encargar un informe sobre la defensa del Pirineo Central ante una invasión francesa, que incluía, entre otras medidas, la fortificación de Jaca. Fue el ingeniero militar Tiburcio Espanochi, quien inició las obras en 1595. Jaca ya estaba amurallada, por lo que se optó por levantar una fortaleza acorde con los criterios de ofrecer al enemigo poco blanco y tener gran capacidad para cruzar fuegos. En el lugar elegido se ubicaba una iglesia románica. La espadaña que aún se conserva sobre la puerta de entrada del Castillo es un resto visible de la misma. El patio central recuerda con una estatua a Felipe II, siendo la única estatua de este Rey que existe en Aragón. La obra empezó rápidamente y con abundancia de medios. A mediados de siglo XVII contaba con una guarnición de 500 hombres. En 1643, el Marqués de Leganés encargó el estudio del estado de las fortalezas fronterizas del Reino de Aragón. La de Jaca fue catalogada en este informe entre las mejorables. En 1670, se volvería a incidir en esta necesidad. Será preciso llegar a finales de del XVIII para ver la fortaleza concluida. Paradójicamente, esta fortaleza construida en defensa de los franceses tuvo en su único empleo bélico a los españoles como atacantes. En la Guerra de Independencia, el Ejército francés ocupó el castillo, en 1809. El 17 de febrero de 1814, tras un sitio de dos meses, fue tomada por Marcelino Oraá. Desde entonces ha tenido múltiples usos vinculados al Ejército que han supuesto la ejecución de obras diversas.
 

EDIFICACIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL
La fortaleza de Jaca está constituida por un pentágono regular con un baluarte en cada esquina. Los cinco baluartes están unidos por un camino de ronda y cada uno de ellos disponía de seis piezas de artillería de gran calibre, que se podían completar con morteros y otras armas ligeras. En cada uno de los tres vértices de los baluartes existe una garita. En la parte interior, de cara al patio central, se repite la disposición pentagonal con edificios de dos plantas. Las fachadas de las galerías abiertas son todas iguales, excepto la de la Residencia del alcaide de la fortaleza, que se distingue por su portada y sus amplios ventanales de medio punto. La capilla, construida a finales del siglo XVII, está unida a la Residencia y tiene una portada barroca de frontón partido y columnas salomónicas. En su interior se guarda el sepulcro de Juan de Velasco, primer alcaide del Castillo. Tiene especial interés la construcción de los polvorines realizada con una piedra porosa muy ligera que disminuía el peso de las bóvedas y el estudiado sistema de ventilación que permitía la eliminación de la humedad, gran enemiga de la pólvora negra. En el exterior, al otro lado del foso, existe una línea de defensa compuesta por cinco revellines, correspondiendo con las cinco cortinas de muralla. La entrada al Castillo cuenta con un puente levadizo defendido por una caponera. Hoy en día la fortaleza de Jaca está ocupada por la Comandancia Militar de Jaca y el Cuartel General del Regimiento Galicia nº 64, heredero del Tercio de Lombardía que, junto con los de Saboya y Nápoles, integraba los famosos Tercios de Italia. Su historial es impresionante y se remonta a 1537. Actualmente se gestiona a través de un Patronato en unión con el Ayuntamiento de la ciudad. Se estudia la posibilidad de sustituirlo por un Consorcio de colaboración entre el Ministerio de Defensa, la Diputación General de Aragón y el Ayuntamiento de Jaca.

Servicios

• Acceso para Discapacitados
• Audio Guias
• Espacio para Actividades Didácticas
• Publicación
• Salón Audiovisual
• Salón de Actos
• Visitas Guiadas