Navegando en Aguas Peligrosas: La Postura Marítima de la OTAN

Después de varias décadas de relativa estabilidad en el mar tras el final de la Guerra Fría, la OTAN se enfrenta de nuevo a un entorno marítimo cada vez más competitivo y desafiante. Dicha estabilidad tuvo un impacto importante en la postura marítima de la Alianza, reduciendo sus capacidades para hacer frente a potenciales amenazas.

Más pequeñas que entonces, y achacando las complicaciones resultantes de la reducción de presupuestos que impiden su crecimiento, las marinas de guerra de la OTAN ya no tienen el músculo necesario para disuadir las agresiones que puedan surgir dentro de sus áreas marítimas de interés. Esto pone en entredicho su capacidad para garantizar la libertad de navegación en aguas cada vez más peligrosas.

Por tanto, a raíz de las crisis que afectan actualmente al Mar Negro y el Mar Rojo, las numerosas amenazas para las infraestructuras críticas submarinas, o la creciente presencia marítima de China en detrimento de una debilitada marina estadounidense, conviene a la OTAN trabajar para restablecer unas capacidades navales y marítimas lo suficientemente sólidas como para afrontar los desafíos actuales y futuros.

NOTA: Las ideas contenidas en los Documentos de Opinión son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesaria.mente el pensamiento del IEEE o del Ministerio de Defensa.