La demografía: el gran talón de Aquiles de Ucrania

Antes de la guerra, como consecuencia de su baja natalidad y alta emigración, Ucrania era el país con peores perspectivas de envejecimiento del mundo.

La contienda armada, que ha degenerado en una guerra de desgaste, ha venido a empeorar aún más su futuro demográfico.

La desproporción de población entre los dos contendientes: Kiev y Moscú, da una clara ventaja al segundo. La menor población, a la que hay que restar la de los territorios ocupados por Rusia, limita la capacidad de movilización y de rotación de las tropas ucranianas.

El conflicto armado ha provocado además una amplia oleada migratoria, compuesta en su mitad por mujeres y en un tercio por niños.

Si la contienda armada se alarga demasiado, la mayoría de los refugiados no volverán, muchos varones de la escasa generación de jóvenes morirán y el futuro demográfico de la nación ucraniana quedará aún más comprometido.
Incluso ganando la guerra, Ucrania podría perder la paz. En caso de derrota, no solo el sacrifico habrá sido estéril, sino que podría significar la ruina definitiva de la nación.

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