IEEE. Rusia. El reto de mantener un ejército de un millón de hombres

Clasificación de las bajas registradas por Mediazona

17 feb 2025

IEEE. Rusia. El reto de mantener un ejército de un millón de hombres

Javier Ruiz Arévalo. Coronel CGET. Doctor en Derecho. Jefatura del Mando de Adiestramiento y Doctrina.

Introducción

La Guerra de Ucrania está suponiendo una fuente inagotable de lecciones sobre lo que podemos esperar de las guerras del futuro. Son muchos los ámbitos en los que los ejércitos se ven en la necesidad de revisar los presupuestos sobre los que habían venido organizando, equipando y adiestrando a sus unidades. También son numerosas las lecciones sobre la mayor o menor idoneidad de determinados materiales en los nuevos escenarios, o sobre la necesidad de adaptar la industria de defensa a un tipo de conflicto mucho más demandante.

Pero, por encima de todo ello, ha venido a recordar que el valor de un ejército descansa fundamentalmente en su componente humano. Y que no sólo la calidad es relevante; en este tipo de conflictos, la cantidad importa. Disponer de los efectivos necesarios en cantidad y calidad supone prestar atención no sólo al reclutamiento, sino también a la movilización, un aspecto relegado a un segundo plano durante las últimas décadas. Los ejércitos que han protagonizado nuestra historia reciente, reducidos, pero altamente formados, no son la herramienta más adecuada para afrontar un conflicto de alta intensidad. Afrontar este problema exige disponer de reservistas cuya formación permita una rápida incorporación a filas o un sistema que permita reclutar y formar a personal civil sin formación militar previa en unos plazos no excesivamente dilatados. O ambas cosas a la vez.

Los sistemas de reclutamiento y formación en vigor permiten mantener activados contingentes reducidos y disponer de unas reservas limitadas para rotarlas o sustituir las bajas. Más allá, nuevas incorporaciones sólo serían posibles después de que el personal reclutado superara un prolongado periodo de formación, que les capacitara para manejar sofisticados sistemas de armas. No están diseñados para hacer posible un rápido crecimiento, porque no disponen de una base de reservistas suficiente y los procesos de formación del personal incorporado a filas están pensados para preparar combatientes profesionales altamente cualificados. Esta situación implica plazos que no son asumibles cuando se trata de incrementar de forma significativa el volumen de fuerza ante una necesidad inminente. En este contexto, sistemas excesivamente sofisticados, cuyo manejo requiera una formación prolongada, pueden no ser la opción más deseable, a pesar de su mayor eficiencia en el combate. Para Rusia, el problema ha sido más grave ya que todo parece indicar que no estaba preparada para esta eventualidad.

El factor humano en las Fuerzas Armadas rusas

La Guerra de Ucrania ha supuesto un vuelco en al planeamiento de recursos humanos del Ministerio de Defensa ruso. Moscú necesita ahora un ejército más numeroso y reponer las bajas sufridas en el frente. Y debe hacerlo teniendo en cuenta restricciones económicas, políticas y geopolíticas, lo que implica retos muy significativos para garantizar la disponibilidad del personal necesario para ello.

En febrero de 2.022, 200.000 soldados rusos, apoyados por 50.000 milicianos de Donetsk y Lugansk, invadieron Ucrania. El enorme desgaste sufrido obligó a iniciar una campaña de reclutamiento encubierta, muy poco escrupulosa en cuanto al origen de los incorporados a filas, que permitió activar un nuevo Cuerpo de Ejército y formar 35 batallones de reserva.1 Se incorporó también a unidades de combate de la compañía privada Wagner y se permitió a este grupo reclutar voluntarios en las cárceles rusas. A pesar de todos estos esfuerzos, en septiembre de 2022 fue necesario recurrir a la movilización de 300.000 reservistas, mientras se continuaba reclutando voluntarios. Gracias a ello, y según el propio presidente Putin, en diciembre de 2023 las fuerzas desplegadas en Ucrania sumaban 617.000 efectivos.2

Antecedentes: Objetivo de fuerza, 1,5 millones

En 2010, Rusia llevó a cabo una profunda reorganización de su ejército, en la que descartó la posibilidad de su completa profesionalización. Así, ejército estaba formado por 1,3 millones de efectivos, con una mayoría de soldados profesionales, complementada por una reserva movilizable a integrada por conscriptos. Con este ejército es con el que Rusia abordó la invasión de Ucrania.

Sin embargo, el tiempo transcurrido desde entonces y las consecuencias de la Guerra de Ucrania hacen necesaria una revisión en profundidad de la organización del ejército. En un plazo no muy dilatado, Rusia deberá actualizar su Doctrina y diseño de fuerza. La primera referencia para intuir en qué dirección va a producirse ese cambio será su nuevo Programa Estatal de Armamento (PEA) para el período 2025-2034, que incorporará las necesidades de reconstitución, las lecciones disponibles de la Guerra de Ucrania y los requisitos del nuevo entorno operativo. No hay datos disponibles sobre este programa, pero Putin ha adelantado públicamente que tendrá en cuenta las sanciones económicas, la expansión de la OTAN, el crecimiento de las Fuerzas Armadas rusas, el desarrollo de la “operación militar especial” y las limitaciones presupuestarias.3 La escasa información al respecto permite intuir que el nuevo escenario exigiría, según el Kremlin, un aumento del volumen del volumen de fuerza.4 Ya en 2023 y 2024, Shoigu, como Ministro de Defensa, hizo públicos sendos planes en los que abogaba por un ejército de 1,5 millones de efectivos, 700.000 de ellos profesionales.

Para Shoigu, la necesidad de este incremento de efectivos surge del ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN, que exigiría desplegar en sus fronteras una fuerza equivalente al incremento producido en la Alianza, estimado en unos 33.000 efectivos. Su plan suponía la transformación de 12 brigadas en divisiones, creando un Cuerpo de Ejército para su despliegue en Ucrania, además de la creación de un buen número de nuevas unidades.5 El proceso de creación de nuevas unidades está en marcha, aunque se enfrenta al reto de disponer de personal suficiente para dotarlas.6 En cualquier caso, Rusia tiene una larga tradición en la creación de unidades que luego no son dotadas del personal y material requeridos.

Estos cambios implicarían incrementar los efectivos del ejército en unos 180.000 efectivos, para alcanzar 1,5 millones. Un objetivo que podría parecer poco realista dadas sus implicaciones financieras y por exigir cambios significativos en la política seguida por el Kremlin hasta ese momento. El objetivo de contar con 700.000 profesionales resulta muy ambicioso, no solo por el coste de sus salarios, que en una sociedad acostumbrada a salarios elevados y costosos beneficios sociales supondría un gasto muy considerable, sino por la necesidad de disponer de barracones, viviendas, escuelas… y de personal e instalaciones para adiestrarlo adecuadamente.7 Incluso teniendo en cuenta los incrementos sucesivos del presupuesto de defensa, mantener 700.000 profesionales puede seguir siendo un objetivo inalcanzable.

Pese a ello, en octubre de 2024 el Presidente Putin anunció su decisión de alcanzar esa cifra, lo que convertiría al ruso en el segundo mayor ejército del mundo.8 Este incremento supondría una notable inversión en los recursos necesarios para equiparlos y bases para acogerlos y entrenarlos. Hay que tener en cuenta que no se trata solo de incrementar los efectivos, se trata también de reponer las 350.000 bajas sufridas en Ucrania. A pesar del silencio al respecto de las autoridades rusas, la información disponible permite hacer estimaciones sobre el número de bajas a reponer y extraer algunas conclusiones, como su incremento en el tiempo (2024 habría sido el año con mayor número de bajas) y el incremento del porcentaje de profesionales entre las mismas.9

Contexto laboral y demográfico

Antes de valorar las posibilidades de las que dispone el Kremlin para asegurar la disponibilidad de recursos humanos para su ejército, en calidad y cantidad, es preciso tener en cuenta el contexto laboral y demográfico del país. En lo que respecta a este último aspecto, un dato a tener en cuenta es que la tasa de natalidad de Rusia ha sido claramente decreciente en los últimos años, llegando a un mínimo histórico de 1,5 hijos por mujer.10 Esta tasa de natalidad, unida a las numerosas bajas causadas por la guerra y la huida masiva de jóvenes rusos, han provocado un descenso de la población.

En lo que respecta al mercado laboral, hay que tener en cuenta que, incluso antes de 2022, el desempleo en Rusia era relativamente bajo, rondando el 5,4% entre 2011 y 2019. En noviembre de 2024, la tasa era del 2,3%.11 Una tasa tan baja supone un problema añadido para el reclutamiento.12 En contra de lo que se temía, aunque en 2022 cayera la oferta de empleo, las sanciones económicas no implicaron despidos masivos. La salida de compañías extranjeras abrió la puerta a las denominadas empresas de sustitución, empresas rusas que aprovecharon la oportunidad para ocupar el nicho dejado vacante por sus rivales. No debe extrañar por tanto que el desempleo haya ido disminuyendo constantemente desde principios de 2022. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que esta tendencia se debe a que, desde el inicio de la guerra, los problemas demográficos que ya padecía Rusia se han visto potenciados por la emigración y la movilización.13

Una fuente importante de mano de obra procede de la inmigración, procedente en su mayoría de repúblicas exsoviéticas. Una mezcla de persuasión y coacción ha permitido un considerable número de reclutas de este origen. Sin embargo, las estrictas políticas migratorias dictadas por el Kremlin, especialmente tras el atentado contra el Crocus en marzo de 2024, han reducido notablemente su número. De hecho, los trabajadores migrantes identifican cada vez más a Rusia como un lugar hostil y poco atractivo para trasladarse por motivos laborales. En este contexto, Putin estaría tratando de encontrar un equilibrio entre la necesidad de contentar al sector más nacionalista de su electorado, hostil frente a los inmigrantes, y la necesidad de aprovechar la mano de obra migrante, tanto económica como militarmente.14 En ese difícil equilibrio, Rusia estaría reclutando ciudadanos del Sur Global, como Nepal, India, Kirguistán y Tayikistán, para luchar en Ucrania, ofreciéndoles incentivos que van más allá de lo salarial. En concreto, se habría amenazado a miles de trabajadores inmigrantes y estudiantes extranjeros con negarles la renovación del visado si se negaran a alistarse.15 Yendo más allá, se ha confirmado la presencia de militares de Corea del Norte combatiendo junto a las fuerzas rusas, si bien se han abstenido, al menos hasta el momento, de combatir en territorio ucraniano.16

Otro dato a tener en cuenta es la escasez de personal cualificado en nuevas tecnologías, ya que lo profesionales de este sector abandonaron el país en cantidades significativas al iniciarse la guerra. Es difícil dar cifras precisas, ya que se trató de una fuga silenciosa y se ha producido también un goteo de retornados. Sin embrago, las estimaciones de los expertos oscilan entre 300.000 y más de un millón, entre el 0,4 y el 1,5% de la población activa.17


Figura 1. Evolución de la población activa (16-59 años)

Un tercer factor a tener en cuenta es que, como consecuencia de la caída del rublo primero y de las restricciones a la inmigración después, Rusia resulta menos atractiva para los potenciales inmigrantes procedentes las repúblicas exsoviéticas, mientras los rusos se vean forzados a aceptar trabajos que en el pasado posiblemente hubieran rechazado.

De forma que la guerra ha llevado a muchos rusos a abandonar el país, ha empujado a otros al mercado de trabajo y ha reducido la inmigración contribuyendo todo ello a disminuir el desempleo y dificultar el reclutamiento.

Problemas con el reclutamiento

Lo cierto es que la evolución de la guerra ha hecho necesario un gran esfuerzo para reponer bajas y dotar de personal a las unidades de nueva creación, esfuerzo que se ha abordado hasta ahora sin recurrir a decisiones como la movilización general o ampliar los puestos susceptibles de ser ocupados por mujeres. A pesar de que hay más mujeres dispuestas a enrolarse que puestos disponibles para ellas, no parece que el Kremlin se plantee cambios en este campo. La opción de incrementar el tiempo de servicio militar obligatorio de uno a dos años tampoco parece tener visos de prosperar, debido a lo impopular que resultaría esta medida.

Para evitar una movilización que pudiera tener efectos políticos poco deseables, el Kremlin ha ido adoptando una serie de medidas que pudieran calificarse como una ‘movilización sigilosa’. Así, el límite de edad para ser reclutado ha pasado de 27 a 30 años.18 En la misma línea, en mayo de 2022 el presidente Putin firmó una ley que permite alistarse a los mayores de 40 años. El Kremlin lo presenta como una medida para reclutar más especialistas técnicos.

Otra medida controvertida fue la de permitir a la compañía privada Wagner reclutar nuevos combatientes en las cárceles. Al menos 48.000 presos han combatido ya en Ucrania. Se les pedía servir en el frente durante seis meses a cambio de un indulto y la eliminación de sus antecedentes penales, además de un buen salario e indemnizaciones a sus familiares en caso de que murieran o resultaran heridos. Los datos recopilados por Mediazona muestran un elevado porcentaje de presidiarios (Inmates) entre las bajas rusas.


Figura 2. Clasificación de las bajas registradas por Mediazona.Russian losses in the war with Ukraine. Mediazona count, updated

Paralelamente, el Kremlin está recurriendo a incentivos económicos para atraer voluntarios, centrando su esfuerzo en las minorías étnicas empobrecidas, ucranianos de los territorios anexados y mercenarios de cualquier origen.19 Como consecuencia, las cifras de bajas entre las filas rusas mostraban al principio de la guerra una desproporcionada presencia de minorías étnicas de zonas particularmente deprimidas.20 En las fases iniciales, los no-eslavos representaban un porcentaje entre las bajas (25%) mayor al que representan en la población rusa (10-15%). A partir de la movilización del septiembre de 2.022, el porcentaje de eslavos entre las bajas (85%) se alineó con el porcentaje que representan en la población total.21


Figura 3. Distribución geográfica de las bajas registradas por MEDIAZONA. Febrero 2022 – diciembre 2024. MEDIAZONA. Op. cit.

La importancia del reclutamiento de voluntarios se ve realzada por las dificultades que plantea enviar a Ucrania a soldados no profesionales. La indignación pública generada por el conflicto en Chechenia hizo que Moscú prohibiera su envío al frente. La revelación de que muchos de los enviados inicialmente a Ucrania eran soldados no profesionales provocó la indignación popular que el Kremlin había tratado de evitar, obligando a Putin a ordenar su regreso.

No parece que esta decisión vaya a ser revertida. En su lugar, las oficinas de reclutamiento han recurrido a llamar repetidas veces a los reservistas con el fin de ofrecerles incentivos económicos para despliegues militares de corta duración. También hay constancia de presiones a los conscriptos para que firmen contratos que permitan enviarles a Ucrania. Los salarios que se les ofrecen pueden oscilar entre 2.000 y 6.000 dólares al mes, superando con creces el salario mensual promedio en Rusia (700 dólares). Por otra parte, las autoridades regionales rusas están aumentando significativamente las primas únicas de contratación para los nuevos reclutas, con el fin de mantener este ritmo de generación de fuerzas,  lo que subraya el hecho de que Rusia no tiene una reserva indefinida de mano de obra y debe contar financiera y socialmente con los costes cada vez mayores de reponer sus pérdidas de primera línea a través de diversas vías de generación de fuerzas.22

Gracias a la combinación de todas estas medidas, el Kremlin asegura estar reclutando, desde 2023, unos 30.000 efectivos mensuales. El dato es difícil de verificar, entre otras cosas, por los inventivos existentes entre todos los implicados en el proceso para inflar los datos, para alcanzar así las cuotas asignadas.23

Falta de oficiales

A la hora de reponer las bajas producidas en el frente, hay que tener en cuenta aspectos cualitativos, además de los meramente cuantitativos. En particular, el hecho de que el número de bajas haya sido particularmente alto entre los oficiales (Alrededor de 4.000 a finales de 2024), especialmente en las fases iniciales de la guerra, en la que los problemas de comunicaciones e improvisación obligaban a liderar desde el frente. Desde entonces, Rusia habría perdido el equivalente en Tenientes a 10 brigadas. El sistema de formación del ejército ruso es incapaz de producir oficiales a este ritmo.

Las reformas de 2010-12 redujeron el número de centros dedicados a la formación de oficiales de los 69 heredados de la época soviética, en la que debía nutrirse de oficiales a un ejército de 4 millones, a tan sólo 17. Además, el número de profesores se redujo a una séptima parte. Esta reducción tan drástica fue moderada en los años posteriores, de forma que en 2.018 el número de centros docentes era de 40.24 Con estos números, al iniciarse la guerra, había en Rusia unos 60.000 cadetes formándose como oficiales.

De forma que las necesidades derivadas de la guerra incrementaron de forma sustancial las necesidades de tenientes, más allá de los que podía proporcionar el sistema de formación. Una primera opción podría haber pasado por movilizar a los tenientes en la reserva. Muchas universidades rusas cuentan con un departamento de formación militar cuyos egresados o bien se incorporan al servicio activo, o pasan a integrares en la reserva. En 2022 había 128 de estos departamentos. Sin embargo, la movilización de 2022 no incluyó a estos oficiales, salvo en el caso de algunas especialidades. La renuencia a movilizar oficiales reservistas puede justificarse en la tradicional desconfianza ante oficiales con escasa formación militar y sin experiencia previa. De hecho, algunos reservistas inicialmente movilizados, fueron desmovilizados una vez constatada su falta de experiencia de mando. La alternativa elegida para incrementar el número de oficiales ha sido la de concentrar la formación de los nuevos oficiales, pasando de 4 a 3 años. Esta reducción se suma a la aplicada poco antes del inicio de la guerra, cuando se disminuyó de 5 a 4 años. En este sentido, hay voces que ponen en duda este procedimiento. El general Shamanov, jefe del Comité de Defensa de la Duma, argumenta que una de las lecciones a extraer de la Guerra de Ucrania es precisamente la necesidad de mejorar la calidad de los oficiales. Según su criterio, no resulta realista pretender aumentar simultáneamente calidad y cantidad. De hecho, informes internos del Servicio de Psicología Militar habrían alertado sobre carencias en cuanto a capacidad de liderazgo entre los tenientes con formación comprimida.25

El problema de los veteranos

A la hora de conseguir alcanzar las cifras de efectivos propuestas, no se trata sólo de reclutar, es necesario también retener al personal en filas, sea de forma voluntaria o forzosa. A corto plazo, el Kremlin ha optado por retener de forma forzosa al personal profesional. Desde 2.022, los militares rusos no pueden optar a la rescisión de sus contratos. Se trata de una medida encaminada a evitar una “fuga de veteranos” que, presumiblemente, se mantendrá mientras dure la guerra. Sin embargo, a medio plazo, Moscú se plantea la necesidad atraer nuevos voluntarios y de retener a los ya alistados. Para ello, además de incentivos económicos y sociales, resulta fundamental, además de minimizar las informaciones sobre bajas en combate, mejorar la imagen de los veteranos en la sociedad.

En esta línea, Moscú ha incrementado notablemente las retribuciones de los veteranos ya licenciados, con el objetivo de llegar a duplicarlas respecto a las previas a la guerra. Se calcula que hay ya más de 400.000 desmovilizados debido a las heridas sufridas. Por tanto, sumando los 600.000 desplegados en Ucrania, cerca de un millón de personas están ya en condiciones de optar a las pensiones de veterano. Se calcula que su número aumentará en 2025 hasta alcanzar los 1,5 millones. Para 2027, se calcula que 2,6 millones de personas habrán servido en la guerra (alrededor del 4% de toda la población masculina de Rusia), lo que supondría pasar de los 120.000 millones de rublos actuales a 267.000 (2.780 millones de dólares) según las previsiones presupuestarias.26 Estas cifras supondrán una carga importante para la economía rusa durante las próximas décadas, a menos que se recorten drásticamente las pensiones, lo que iría en detrimento del reclutamiento.

En lo que respecta a la imagen de los veteranos, como ya ocurriera en su día con los de Afganistán, los excombatientes de Ucrania muestran cierta tendencia a la inadaptación social y al estrés postraumático. Suicidio, violencia, alcohol y drogas son consecuencias habituales, lo que no contribuye a hacer atractivo el servicio militar, afectando negativamente al reclutamiento.

Para atajar este problema, en la medida de los posible, el Kremlin ha lanzado una serie de medidas encaminadas, por una parte, a mejorar las condiciones objetivas de los veteranos y, por otra, a mejorar su imagen ante la sociedad. En varios actos públicos, el Presidente Putin ha manifestado que los veteranos deben constituir la élite de la sociedad rusa.27 Así, medidas encaminadas a facilitar la reintegración y a premiar a los veteranos, se combinan con un mayor énfasis en la educación patriótica. Resulta difícil predecir si el efecto combinado de estas acciones podrá compensar la imagen que proyecta un alto porcentaje de veteranos, caracterizados como inadaptados, violentos y alcoholizados.

El reto de reconstituir el ejército ruso. El factor humano

Entendemos por Reconstitución proceso mediante el cual una organización militar recupera un nivel suficiente de capacidad de combate tras sufrir pérdidas durante su participación en un conflicto armado. Las pérdidas sufridas en este conflicto obligan a Rusia a plantearse qué fuerza quiere tener durante y después del mismo. Ello implica, entre otras cosas, tomar decisiones en cuanto a la obtención de recursos tanto humanos como materiales. A corto plazo, para regenerar a las unidades desgastadas, a largo plazo para constituir la fuerza que Rusia necesitará una vez finalizado el conflicto armado, cuando Rusia deba desmovilizar, retener y reclutar para alcanzar sus objetivos de fuerza.28

La reconstitución a corto plazo viene realizándose mediante la incorporación de los nuevos reclutas a bases de regeneración, donde las unidades de combate descansan, reponen bajas y realizan un entrenamiento somero. Cuando el nivel de desgaste lo hace necesario, hay instalaciones más a retaguardia, cerca de los campos de maniobras, donde se lleva a cabo una regeneración más completa. En estas instalaciones se adiestran también las unidades de voluntarios de nueva creación. Tradicionalmente, el ejército ruso ha preferido transformar las unidades que han sufrido muchas bajas en unidades más pequeñas, en lugar de regenerarlas mediante un goteo de nuevos reclutas. Sin embargo, en 2022 se rompió esta costumbre, recurriéndose sistemáticamente a reponer las bajas de personal con la incorporación de nuevos reclutas. Sólo desde mediados de 2023, Rusia ha conseguido articular un sistema de regeneración y rotación de unidades más eficiente. Pese a ello, hay unidades que han sido regeneradas varias veces, con la consiguiente pérdida de cohesión, experiencia y, por tanto, potencia de combate.

La reconstitución a largo plazo es un proceso mucho más complejo y caro. De momento, el Kremlin ha conseguido estabilizar sus efectivos prohibiendo la rescisión de contratos mientras dure la “operación especial” y creando incentivos económicos para facilitar el reclutamiento. Lo que resulta difícil de prever, es cómo evolucionarán la retención y el reclutamiento una vez que se permita rescindir los contratos y desaparezcan los incentivos actualmente en vigor.

En primer lugar, hacer económicamente atractivo el servicio en el ejército a una sociedad acostumbrada a sueldos elevados y costosos beneficios sociales supondría someter a mayor presión a un presupuesto de defensa que a duras penas consigue financiar los gastos derivados de la guerra. Por otra parte, tanto el reclutamiento como la retención se verán afectados por el resultado de la guerra y por la percepción que la sociedad rusa tenga de lo que supone la vida militar. Resultaría complicado hacer atractivo el servicio en un ejército derrotado, de la misma forma que lo haría la visión de miles de excombatientes con estrés postraumático. Sobre todo, si se aprecia que no reciben la atención debida y esta percepción se ve complementada por el rechazo hacia un ejército en el que, entre los excombatientes, prevalecen el alcohol, las drogar y la violencia, particularmente en forma de novatadas. Cabe esperar que la presencia en las filas del ejército de personal afectado psicológica y socialmente por su participación en la guerra pueda acentuar este problema, por otra parte, crónico en el ejército ruso. La sombra del “Síndrome de Afganistán” amenaza la competitividad del ejército ruso para captar reclutas en la posguerra.

A largo plazo, una vez finalizada la guerra, cabe asumir que el Kremlin mantendrá la opción de un ejército mixto, con una columna vertebral constituida por soldados profesionales, complementada con una reserva de conscriptos. Si finalmente se opta por incrementar el volumen de fuerza, cabe esperar que se hará aumentando el número de conscriptos, no de profesionales. El reto para conseguirlo pasará por retener el mayor número de profesionales y conseguir que tras la guerra, alistarse como profesional en el ejército sea percibido como una opción atractiva. Además, exigirá un esfuerzo para mejorar el adiestramiento y para mantener los salarios y beneficios sociales de los que disfrutan los militares.

Conclusiones

La Guerra de Ucrania, acercando la guerra convencional a las fronteras de Europa, ha puesto en evidencia que los sistemas de reclutamiento y movilización necesitan adaptarse a este nuevo escenario. El hecho es que, por muy incómodo que resulte desde una perspectiva política, el término movilización, desterrado hace tiempo del diccionario, vuelve ahora a resurgir con fuerza. También aparece como necesaria una revisión de los requisitos de formación del personal militar, quizás demasiado exigentes para este tipo de escenarios. La duración de los programas de formación, pensados para ejércitos profesionales en tiempos de paz, pueden ser excesivamente largos en caso de tener que incrementar el volumen de fuerza en un plazo limitado de tiempo, además de colapsar con toda seguridad unos sistemas de instrucción y adiestramiento diseñados para volúmenes de fuerza muy inferiores. La posibilidad de una movilización masiva y urgente obliga a tener previstos programas de formación más cortos y una estructura física y humana capaz de ejecutarlos. Este escenario de grandes unidades formadas en base a personal movilizado obliga a plantearse la idoneidad de sistemas de armas muy caros y sofisticados frente a otros, más baratos y sencillos. Debería también llevar a una reflexión sobre la necesidad de contar con un número suficiente de reservistas, civiles con formación militar, susceptibles de ser movilizados en plazos de tiempo reducidos. El servicio militar se presenta como una de las opciones disponibles.

En el caso de Rusia, el esfuerzo bélico representa a una presión cada vez mayor en los planos económico y demográfico, haciendo cada vez más difícil mantener el esfuerzo sin recurrir a la movilización. El coste político de semejante decisión está llevando al Kremlin a adoptar decisiones más discretas, en el marco de lo que podríamos calificar como criptomovilización. El problema es que se trata de medidas muy costosas, que están sometiendo a la economía rusa a tensiones cada vez mayores. La reciente aparición de tropas norcoreanas en Rusia sugiere que estas medidas no cubren las necesidades de la guerra, lo que ha llevado a recurrir a esta opción, cuyas contrapartidas no conocemos, pero bien podrían estar relacionadas con la transferencia de tecnología militar, incluida la nuclear.

De lo que sí podemos estar seguros es de que los costes humanos de la guerra seguirán aumentando a medida que Rusia siga necesitando mantener un volumen de fuerzas en torno a los 1,3 millones y reemplazar las bajas producidas en el frente. Evidentemente, los recursos rusos, por ingentes que sean, no son infinitos y, salvo cambios drásticos en el desarrollo de la guerra, llegará un momento en que serán inasumibles.

En el plano económico, este incremento de los costes acabará conduciendo al agotamiento de la economía rusa, no sin antes infligir grandes costes a la sociedad rusa. Soluciones como la de recurrir al apoyo del ejército norcoreano o utilizar a las organizaciones cosacas para militarizar a los niños rusos y aumentar la reserva de fuerzas a largo plazo no hacen sino evidenciar los dilemas a los que se enfrente Putin, forzado a tomar decisiones importantes para asegurar la disponibilidad de los recursos necesarios para o encontrar el modo de ponerle fin para preservar la estabilidad de su régimen.

Javier Ruiz Arévalo
Coronel CGET. Doctor en Derecho
Jefatura del Mando de Adiestramiento y Doctrina

1PÉREZ GIL, Luis V. Capacidades militares rusas y economía de guerra en el conflicto en Ucrania. Documento de Análisis IEEE 48/2024. https://www.defensa.gob.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2024/DIEEEA48_2024_LUIPER_Ucrania.pdf.
2Russia Times. “Putin Says Over 600K Russian Servicemen in Ukraine”.. Dec. 14, 2023 Putin Says Over 600K Russian Servicemen in Ukraine - The Moscow Times
3Sobre las previsiones presupuestarias para el período 2025-2027: LUZIN, Pavel. “Russia Releases Proposed Military Budget for 2025”. The Jamestown Foundation. Eurasia Daily Monitor Volume: 21 Issue: 143. October 3, 2024. Russia Releases Proposed Military Budget for 2025 - Jamestown
4FRIEDMAN, George. “The Increase in Russian Military Forces”. GPF, Geopolitical Futures. September 18, 2024. The Increase in Russian Military Forces - Geopolitical Futures. También Reuters. “Russia proposes 30% increase in size of armed forces”. December 21, 2022. Russia proposes 30% increase in size of armed forces | Reuters
5Incluía un incremento de 3 regimientos para cada división existente, entre otras medidas.
6Estonian Foreign Intelligence Service. “Adapting Russia´s Aremd Forces for prolonged confrontation”. RUSSIAN ARMED FORCES AND THE WAR IN UKRAINE – Estonian Foreign Intelligence Service
7Antes del inicio de la guerra, la dificultad de cubrir esos costes había llevado a plantear un objetivo más realista, cifrado en torno a los 450.000. MASSICOT, Dara. Russian Military Reconstitution: 2030 Pathways and Prospects. Carnegie Endowment for International Peace. June 29, 2024. Massicot-Reconstitution-final.pdf.
8OSBORN, Andrew. “Putin orders Russian army to become second largest after China's at 1.5 million-strong”. Reuters. September 16, 2024. Putin orders Russian army to become second largest after China's at 1.5 million-strong | Reuters
9MEDIAZONA, en colaboración con la BBC, mantiene una lista nominal de militares rusos fallecidos. Esta lista se elabora a partir de fuentes verificadas y de acceso público, como publicaciones de familiares en las redes sociales, noticias locales y anuncios oficiales de las autoridades regionales. Aunque no es exhaustiva, ya que no todas las muertes de militares se hacen públicas, proporciona información muy valiosa sobre perfiles personales de las bajas. Russian losses in the war with Ukraine. Mediazona count, updated
10Se estima que la tasa de reposición mínima para mantener una población es de 2,1 hijos por mujer. Rusia ya ha estudiado la posibilidad de abrir un «ministerio del sexo» para combatir el descenso de la natalidad del país y ha ideado un programa en el que las estudiantes de entre 18 y 23 años podrían cobrar por tener un hijo. MEHRARA, Maya. “Putin Launches Plan To Tackle Russia's Sinking Birth Rate”. Newsweek. Dec 10, 2024. Putin Launches Plan To Tackle Russia's Sinking Birth Rate - Newsweek. El problema viene de lejos, ya en 2011, la tasa de natalidad era de 12,5 por 1.000 habitantes supone menos de la mitad del máximo alcanzado en 1950, en plena era estalinista, 26,9. La tasa de mortalidad, de 14,2 por 1.000 habitantes, era también casi el doble de la de 1960, cuando era de 7,4. Además, la tasa de mortalidad es particularmente alta entre de los rusos entre 25 a 45 años es 5 o 6 veces superior a las cifras de Europa. Como causas que ayudan a entender este dato, se citan el alcoholismo, la violencia y las depresiones por motivos económicos. Desde 2.022, hay que añadir la guerra. Otro factor coadyuvante es la elevada tasa de abortos: una media de 53 abortos por cada 1.000 mujeres, la más alta del mundo. En 2010 se produjeron 2 millones de abortos en Rusia. CLOVER, Charles. “Russia: decline and fall”. Financial Times. October 18 2011. Russia: decline and fall
12Un dato a tener en cuenta es cómo que el gasto militar excesivamente alto ha alimentado el crecimiento económico de una manera que ha obligado a las empresas rusas a aumentar artificialmente sus salarios con el fin de satisfacer su demanda de mano de obra manteniéndose competitivas con los altos salarios militares. HIRD, Karolina, WOLKOV, Nicole, TROTTER, Nate, HARWARD, Christina, GASPARYAN, Davit y BARROS, George. “Russian Offensive Campaign Assessment, October 27”. Institute for the Study of War, 2024.
13No es casual que el desempleo descendiera especialmente en las regiones de Adigueya, Buriatia y Tuvá, zonas de las que procede una gran proporción del personal movilizado.
14HIRD et al, op. cit.
15SOKOLOVA-STEKH, Hanna. “How Russia is recruiting foreigners to fight in Ukraine”. DW 08/22/2024August 22, 2024. How Russia is recruiting foreigners to fight in Ukraine – DW – 08/22/2024
16Según el Departamento de Defensa de Estados Unidos, durante el mes de octubre de 2024 entraron en Rusia entre 11.000 y 12.000 soldados norcoreanos. Se les habría proporcionado uniformes y equipos rusos y estarían siendo adiestrados en tácticas de infantería, operación con vehículos aéreos no tripulados, tácticas de artillería, limpieza de trincheras y similares. Según el Departamento de Defensa, «Todo indica que proporcionarán algún tipo de capacidad de combate o de apoyo al combate… Veremos exactamente cómo se integran estas fuerzas en las operaciones rusas y cómo se comprometen en el campo de batalla, suponiendo que sean reemplazos de fuerzas rusas». GARAMONE, Jim. “Pentagon Says 10K North Korean Troops in Kursk Oblast”. DOD News. Nov. 4, 2024. Pentagon Says 10K North Korean Troops in Kursk Oblast > U.S. Department of Defense > Defense Department News
17COLÁS, Xavier. “Rusia: el imperio inmóvil avanza hacia nosotros”. Política Exterior. nº 220. 8 de agosto de 2024 Rusia: el imperio inmóvil avanza hacia nosotros | Política Exterior (politicaexterior.com)
18ROBERTSON, N. “They’ve grown back: How Russia surprised the West and rebuilt its force”. Defensenews. 21 mayo 2024. ‘They’ve grown back’: How Russia surprised the West and rebuilt its force (defensenews.com)
19Los rusos pertenecientes a minorías parecen ser objeto preferente de los reclutadores que, en muchos casos, utilizan la coacción. “Les dicen que si regresan a su ciudad natal no conseguirán ningún empleo, por lo que es mejor quedarse en el Ejército para ganar dinero”. MACFARQUHAR, Neil. “‘Rusia tiene un problema con el reclutamiento’: Putin despliega una ‘movilización sigilosa’ en Ucrania”. The New York Times. 13 de julio de 2022. Putin despliega una movilización desesperada para reclutar soldados - The New York Times
20Las estadísticas recopiladas por MediaZona revelan que, de un total de 449 muertos en combate, 225 muertos eran de Daguestán y 185 de Buriatia, en comparación con 9 de Moscú y 30 de San Petersburgo. MEDIAZON, op. cit.
21MASSICOT, op. cit.
22HIRD, et. Al. op. cit.
23MASSICOT, op. cit.
24Entre los centros clausurados se encontraba el Instituto Militar para La Formación Superior de Especialistas en Movilización. La desaparición de este centro, creado tras la IIªGM, privó al ejército ruso de oficiales especializados en este campo y, no menos importante, de un centro donde se investigaba sobre esta materia. Si una de las consecuencias de las lecciones extraídas en la Guerra de Ucrania es la reapertura de este centro, sería indicativo de que Rusia pretende crear una reserva movilizable realmente efectiva.
25MASSICOT, op. cit.
26COLÁS, op. cit. LUZIN, op. cit.
27MASSICOT, op. cit.
28Sobre este concepto ver: RUIZ ARÉVALO, Javier. “El ejército ruso después de Ucrania: los retos de la reconstitución de un ejército”. Documento de Opinión IEEE 102/2024. El_ejercito_ruso_despues_de_Ucrania_Los_retos_de_la_reconstitucion_de_un_ejercito_2024_DIEEEO102.pdf
    • Rusia. El reto de mantener un ejército de un millón de hombres

    • Russia. The challenge of maintaining one million men’s Army