ESFAS. Las monarquías del Golfo en África subsahariana, una penetración silenciosa

Ingresos porcentuales en las finanzas públicas de las MdG por las exportaciones de hidrocarburos

26 sept 2025

ESFAS. Las monarquías del Golfo en África subsahariana, una penetración silenciosa

Óscar Fernández Bagó. Comandante del Cuerpo General del Ejército del Aire y del Espacio

Introducción

El continente africano, y en particular el área subsahariana, tiene un indudable valor geoestratégico. Múltiples actores internacionales ejercen o pretenden ejercer su influencia sobre la misma. Por extensión, en una economía global, la región subsahariana tiene un evidente interés geoeconómico: fuente de recursos minerales y naturales, un enorme capital humano en crecimiento exponencial y paso obligatorio de las rutas comerciales y migratorias que unen el continente con el resto del mundo.

La importancia geopolítica y geoeconómica de África Subsahariana (en adelante AsS) se debe principalmente a dos factores. En primer lugar, es una de las regiones del planeta que está experimentando un mayor crecimiento poblacional. En segundo lugar, es una ingente fuente de recursos naturales y materias primas. La falta de seguridad jurídica y estados no consolidados, con altos niveles de violencia y la pobreza extrema, son factores que han desalentado la inversión extranjera en la segunda mitad del s.XX. En este periodo, posterior a la descolonización, sólo las antiguas metrópolis seguían manteniendo lazos comerciales e influencia sobre la región. Sin embargo, en los albores del s. XXI, el surgimiento de nuevas potencias regionales y la industrialización de países como China e India, ha revitalizado la competencia mundial por la explotación de estos recursos.

Respecto a las monarquías del Golfo Pérsico (en adelante MdG), de forma simplista, se configuran como una única entidad regional con intereses comunes. Sin embargo, una primera aproximación al tema, sugiere diferencias tanto desde la óptica interna como de su proyección exterior, por lo que sus intereses estratégicos encuentran puntos en común, y a su vez, elementos de fricción.

Una característica principal de las MdG es su dependencia de la exportación de hidrocarburos, esta es la clave de su geopolítica y por extensión, de su visión estratégica: reducir la dependencia del petróleo. El objetivo final de las MdG es perdurar en el tiempo, y para ello, tienen que transicionar de una economía basada en los hidrocarburos (un recurso propio y finito), a una economía deslocalizada basada en el control y la explotación de activos y recursos a nivel global, que genere unos retornos suficientes para mantener el nivel de vida de sus nacionales, y por ende, sus sistemas de poder.

La seguridad interna representa también un desafío para estas monarquías. Debido a diversas amenazas, que van desde las tradicionales tensiones sectarias en el mundo árabe, entre sunníes y chiíes, hasta movimientos disidentes con los regímenes establecidos, materializados en el conocido como “Islam político” y la “Primavera Árabe”.

Hasta la fecha, las petromonarquías habían confiado su estabilidad política y social al apoyo de potencias externas, especialmente de Estados Unidos, cuya presencia militar y diplomática en la región ha sido fundamental para contrarrestar amenazas y garantizar el statu quo de los regímenes. Sin embargo, en este primer cuarto de siglo, los estados del Golfo pugnan por su autonomía estratégica, conscientes de la compleja interacción entre los intereses regionales y globales del Oriente Medio contemporáneo en un mundo multipolar y complejo (MAEC, 2022b).

Sin embargo, este despertar geoestratégico de las MdG también ha alimentado las tensiones internas por el liderazgo en la región, más allá de sus intereses comunes. La crisis saudí-catarí de 2017, así como el papel de Emiratos Árabes Unidos (EAU) en el conflicto del Yemen1, ha evidenciado una realidad de competencia estratégica por el liderazgo. Ostentado tradicionalmente por los saudíes, emiratíes y cataríes2 pugnan por romper el statu quo en la región, optando el primero por una estrategia más sutil, y el segundo por un desafío más directo.

Situados ya en el contexto, de todo lo anterior se puede intuir una convergencia entre lo que las MdG necesitan y lo que AsS puede ofrecer: estados no consolidados - y por lo tanto influenciables -, recursos, oportunidades de inversión y un cuadrilátero externo donde medir sus fuerzas y resolver sus tensiones internas, sin comprometer la estabilidad del Golfo.

Los intereses estratégicos de las MdG

El principal objetivo estratégico de las MdG es asegurar la supervivencia y continuidad de sus regímenes. Dentro de esta región, Arabia Saudí, EAU y Catar destacan como las principales potencias políticas y económicas. Estas tres monarquías buscan mantener y/o consolidar su liderazgo en el Golfo, influyendo en la política, la economía y la seguridad de la región. Es en este s. XXI, cuando los EAU y Catar han entrado en una competencia estratégica por el dominio y la influencia en el Golfo, buscando ampliar su presencia y proyección en asuntos geopolíticos, tanto regionales como internacionales (RANE, 2018).

Por otro lado, Omán, Bahréin y Kuwait adoptan una política exterior más moderada y menos agresiva. Su enfoque se centra en asegurar alianzas y equilibrios regionales que garanticen su estabilidad y seguridad internas. Estos países no tienen la intención de proyectar influencia más allá de sus fronteras y prefieren mantener relaciones diplomáticas y económicas con sus vecinos más inmediatos, basadas en la cooperación y el entendimiento mutuo. Omán y Kuwait destacan por su histórica política de mediación y equilibrio entre los actores regionales e internacionales3. Bahréin, por su parte, mantiene una estrecha relación con Arabia Saudí4.

Como primera conclusión, podemos afirmar que las MdG tienen distintos enfoques en sus políticas exteriores. Arabia Saudí, EAU y Catar pugnan por el liderazgo y la hegemonía regional, mientras que Omán, Bahréin y Kuwait se focalizan en la promoción de alianzas y la estabilidad interna. Sin embargo, todas comparten el objetivo común: mantener la seguridad y la continuidad de sus regímenes en un contexto geopolítico complejo y cambiante.

Continuando con sus posibles intereses estratégicos, resulta evidente que la seguridad alimentaria y el acceso al agua potable es una preocupación para las MdG. Bien sea por la climatología o por la inexistencia de superficies aptas para el cultivo – caso de los estados con menor superficie territorial – la MdG tienen una gran dependencia exterior respecto a su seguridad alimentaria. Por ello, está es una línea de acción de su proyección estratégica. De hecho, la seguridad alimentaria se ha convertido en una prioridad nacional, impulsada por la necesidad de reducir la dependencia de las importaciones y mitigar los riesgos asociados a la volatilidad de los mercados internacionales. Así lo anuncian Arabia Saudí, EAU y Catar en sus documentos de visión estratégica5.

La disponibilidad de agua dulce es limitada en la península arábiga, lo que representa un desafío para la agricultura y el suministro de agua potable. Por ejemplo, en Omán la falta de agua dulce es una preocupación, con más del 90% del agua disponible utilizada en la agricultura. En el caso de Arabia Saudí, el país ha enfrentado desafíos significativos en cuanto al acceso al agua potable, lo que ha llevado a la implementación de proyectos de desalinización y conservación del agua.

Por último, tal y como se ha mencionado en la introducción, una estrategia compartida por todas las MdG es la necesaria diversificación de sus economías más allá de los hidrocarburos. Es un camino que ya han empezado a andar, y todas las MdG han experimentado una reducción, con mayor o menor éxito, de la dependencia de sus finanzas públicas de las exportaciones de hidrocarburos (véase figura 1), siendo EAU los que con mayor éxito han implementado sus políticas y estrategias de diversificación, reduciendo en un 19% su dependencia del petróleo en el periodo 2010-2019.


Figura 1. Gráfico. Ingresos porcentuales en las finanzas públicas de las MdG por las exportaciones de hidrocarburos. Fuente: statista.com (2023)

Poniendo el foco en la interrelación económica –importaciones/exportaciones- de las MdG con el mundo, el mercado interno entre las propias monarquías representa un 10% de los intercambios comerciales de las mismas (véase figura 2). De acuerdo con los datos publicados por International Trade Centre (ITC)6, para Kuwait, Omán y Bahréin, el mercado interno es la principal fuente de importaciones/exportaciones, mientras que las economías saudí, emiratí y catarí se encuentran más abiertas al mundo, representado el comercio interno una porción menor de sus relaciones económicas.


Figura 2. Total exportaciones/importaciones MdG. Fuente: https://www.trademap.org/. Elaboración propia. Datos extraídos entre el 27 y el 30 de diciembre de 2023

¿Y qué pasa con AsS? Ha sido en este primer cuarto de siglo, cuando las MdG han mostrado un creciente interés sobre sus vecinos africanos, impulsadas por la ralentización de las economías occidentales y el atractivo de las economías subsaharianas en rápido crecimiento. Este movimiento forma parte de sus estrategias de diversificación económica e inversión en nuevos mercados. En la figura 3, se observa una tendencia positiva en los intercambios comerciales con AsS, tanto en términos de exportación como importación, impulsada por Arabia Saudí y EAU principalmente. Considerando la serie histórica 2018-2021, las exportaciones de las MdG a AsS han aumentado un 3,1%, mientras que las importaciones lo han hecho un 3,9%.


Figura 3. Exportaciones/Importaciones MdG - AsS. % en relación al total nacional. Fuente: https://www.trademap.org/. Elaboración propia. Datos extraídos entre el 27 y el 30 de diciembre de 2023

Por último, dado su alto nivel de dependencia de los hidrocarburos, las MdG consideran crucial controlar y asegurar las rutas comerciales que facilitan sus exportaciones. En este contexto, la seguridad en choke points estratégicos como el Golfo de Adén, el estrecho de Bab el Mandeb y el Mar Rojo se convierte en un aspecto vital de su política exterior (Garrido, 2023). En la región del Cuerno de África, las MdG gestionan activamente la seguridad marítima, protegiendo sus intereses comerciales y energéticos, a través de bases militares y presencia diplomática (Silva, 2019c).

La proyección de las MdG hacia AsS, así como la atención a la seguridad de sus rutas comerciales, son reflejo de una estrategia más amplia, cuyo objetivo es diversificar sus intereses y asegurar su posición como actores globales. Este enfoque no solo implica consideraciones económicas y de seguridad, sino también políticas y diplomáticas, para fortalecer la presencia de las MdG en regiones clave fuera de su área tradicional de influencia. AsS, con las potencias europeas en aparente retirada, se presenta como una oportunidad. En consecuencia, la relación entre las MdG y AsS, junto con la gestión de choke points estratégicos compartidos, será un aspecto fundamental en el desarrollo de las relaciones internacionales de estas monarquías en las próximas décadas.

Recursos y posibilidades de África Subsahariana

Tal y como se ha mencionado, una estrategia compartida por las MdG es la diversificación de sus fuentes de energía más allá del petróleo, con el fin de asegurar su suministro a largo plazo. La experiencia acumulada de los primeros se presenta a los gobiernos de AsS como una oportunidad de atraer inversiones y tecnología en infraestructuras energéticas, que les permitan explotar y comercializar sus propios recursos naturales, así como para diversificar sus socios comerciales en el sector, garantizando la seguridad de las rutas de salida de esos recursos al mercado internacional, más allá de las potencias tradicionales, como la Unión Europea, Rusia, China o EE.UU (Garrido, 2023). Los vínculos de las MdG con AsS en el sector energético podrían ser mutuamente beneficiosos a corto/medio plazo.

No todo es exportación, AsS posee vastas reservas de energías renovables, principalmente hidráulica, solar y eólica, y la demanda de electricidad en la región se prevé que aumente, debido al crecimiento de la interconectividad y la digitalización en un entorno de explosión demográfica. Sin embargo, el acceso a la electricidad en el subcontinente es el más bajo de todas las regiones del mundo, debido a la falta de redes de distribución y a la inestabilidad de las existentes. Esto se presenta como una oportunidad de inversión para las MdG.

Respecto a la seguridad alimentaria, con una clara asimetría a favor de los africanos, estos ven una oportunidad en los abultados fondos de capital de las petromonarquías. Atraer inversión extranjera les permite mejorar su productividad alimentaria, consiguiendo así un mayor peso en los mercados internacionales (Silva, 2019a).

Las MdG han establecido programas y empresas con participación estatal para facilitar la inversión agrícola en países africanos, como Sudán y Etiopía, donde abundan tierras fértiles y se dispone de agua para la producción agrícola a gran escala (Silva, 2019b). Los acuerdos bilaterales y la creación de empresas públicas de inversión agrícola, respaldadas por fondos gubernamentales, reflejan una estrategia integral y compartida de las MdG para garantizar el suministro sostenible de alimentos básicos como trigo, arroz, carne y productos ganaderos a la península arábiga.

Estos esfuerzos también buscan diversificar las fuentes de aprovisionamiento y fortalecer la autonomía alimentaria del Golfo. Se observa un énfasis en la colaboración público-privada, así como la garantía de retorno de inversiones mediante acuerdos de compra de cosechas por parte de las MdG. Además, las inversiones en la cadena de suministro de alimentos y la adquisición de acciones en empresas agroalimentarias, consolidan la posición de las MdG en el mercado alimentario global.

Por otro lado, existen iniciativas en infraestructuras portuarias y comunicaciones, lo que se evidencia por la presencia de las MdG en puertos estratégicos y proyectos de desarrollo, concretamente en el Cuerno de África, un hecho que enfatiza el interés de las MdG por el control del comercio en el Golfo de Adén y la seguridad de sus rutas de suministro.

Destaca el papel de EAU en el comercio de oro. De acuerdo con los datos publicados por International Trade Centre (ITC), EAU es el segundo importador de oro en bruto con fines no monetarios de AsS, con un 50,5% del total de las exportaciones de la región, siendo Ghana, Malí, Guinea y Burkina Faso los mayores productores y exportadores.

Por último, la inestabilidad en África subsahariana es un factor que influye en la proyección de las MdG en la región subsahariana (Silva, 2019a). AsS es la región del mundo que concentra el mayor número de países menos desarrollados, con elevados niveles de inestabilidad e inseguridad, así como altas tasas de corrupción. Según el informe del Banco Mundial “África: Panorama general”, de los 48 países que conforman AsS, 22 son frágiles o están afectados por conflictos.

Las causas de la inestabilidad son múltiples y particulares de cada estado. De forma general, podemos mencionar las siguientes: tráfico de drogas, conflictos proxy, terrorismo religioso, control de los recursos por grupos paramilitares, epidemias, sequías y hambrunas, además de los conflictos étnicos sin resolver, resultado del proceso de descolonización.

Los altos niveles de inestabilidad política y social en los países de AsS no son un motivo, a priori, para atraer inversores extranjeros. Sin embargo, aunque las inversiones en áreas inestables conllevan riesgos, las MdG están dispuestas a asumirlos en pos de sus intereses estratégicos (Garrido, 2023). La debilidad de algunos estados de AsS es percibida como una oportunidad por las MdG, que emplean su potencial económico, diplomático y militar para lograr sus objetivos nacionales. Es importante señalar que la sensibilidad de los sistemas políticos de las MdG y su opinión pública difiere del sentir europeo respeto a las buenas prácticas del derecho internacional. Por este motivo, las MdG abordan sus relaciones comerciales y de inversión en la región sin estar constreñidos por la gobernanza de los estados africanos (Silva, 2019a), lo que supone una ventaja estratégica respecto de sus homólogos europeos.

Como segunda conclusión, podemos afirmar que las MdG diversifican sus intereses económicos en varios sectores y con múltiples actores – estatales y no estatales – en AsS. Esta diversificación les permite minimizar el riesgo en un país específico y aprovechar las oportunidades económicas en múltiples sectores (Garrido, 2023). Las MdG muestran, por lo tanto, una disposición a involucrarse en contextos inestables, como es AsS, por una serie de razones fundamentales. En primer lugar, las MdG están motivadas por la necesidad de asegurar recursos estratégicos, como los productos agrícolas o los recursos minerales. En segundo lugar, utilizan su influencia económica y diplomática para avanzar en sus objetivos geopolíticos, tanto a nivel doméstico como internacional, siendo la inestabilidad de AsS una oportunidad para fortalecer alianzas estratégicas y ganar influencia política (Castro, 2022). Por último, los recursos financieros significativos de las MdG les permiten adaptarse a entornos cambiantes y mitigar riesgos asociados con la inestabilidad política y social en AsS.

El vector sociopolítico de las relaciones entre el Golfo y AsS

La relación histórica entre la región del Golfo Pérsico y AsS se remonta a siglos atrás, arraigada en los intercambios comerciales y culturales de las antiguas rutas transaharianas. Este vínculo se ha revitalizado en las últimas décadas, impulsado por la creciente proyección global de las MdG, respaldada por su posición geoestratégica y vecindad, así como su abundante riqueza energética y financiera.

La asimetría entre las MdG y AsS es evidente, ya que las primeras poseen economías más ricas y diversificadas en comparación con sus vecinos subsaharianos, cuyas exportaciones se limitan a materias primas principalmente. Esta disparidad se refleja en la capacidad de las primeras para proyectar su influencia política y diplomática fuera de sus fronteras.

El ámbito político y diplomático ha sido testigo de una evolución significativa, configurando un complejo panorama de colaboración en un entorno multipolar. Aunque las MdG se presentan públicamente como promotoras de la paz y la estabilidad regional, la proyección de su vector político-diplomático sobre AsS está motivado por una diversa gama de intereses estratégicos, más allá de estos principios declarados. La presencia política de las MdG en AsS, así como la reciprocidad en la representación, subraya una vinculación efectiva entre ambas regiones, con Arabia Saudí, EAU y Catar liderando en cantidad de misiones diplomáticas (véase Figura 4).


Figura 4. Representación diplomática MdG-AsS. Fuente: https://www.embassypages.com/es (elaboración propia)

La estrategia de las MdG en AsS busca expandir su influencia geopolítica y encontrar aliados para contrarrestar a rivales como Irán. Dicha afirmación se materializa por ejemplifico en la creación de la Coalición Militar Islámica contra el Terrorismo, liderada por el reino Saudí, la cual solo incluye países con mayoría sunní7. También las tensiones internas del Golgo, como la disputa entre Arabia Saudita y Catar, han tenido impacto en AsS, influenciando las posturas de los estados subsaharianos8.

La influencia cultural de las MdG en AsS, a través del Islam, se manifiesta en diversos ámbitos, incluida la promoción educativa y la construcción de mezquitas. De la misma forma, este fenómeno cultural no se limita a la filantropía religiosa, sino que sirve a objetivos estratégicos más amplios. Grupos islámicos respaldados por las MdG en AsS, con orientaciones políticas claras, han recibido apoyo financiero, capacitación y asesoramiento, permitiendo a las MdG proyectar su influencia a través de actores no estatales. Esta estrategia promueve agendas políticas y religiosas alineadas, fortaleciendo la posición global de las MdG mediante alianzas locales.

El apoyo activo de las MdG a iniciativas islámicas y de caridad en AsS refleja su estrategia de penetración cultural, aprovechando principios islámicos para difundir la filantropía y los valores culturales islámicos suníes. Esta estrategia busca consolidar la imagen de liderazgo moral y bienestar social de las MdG en el mundo árabe, al tiempo que profundiza sus lazos culturales y religiosos con AsS (Garrido, 2023).

Relaciones económicas y de cooperación entre el Golfo y AsS

Las relaciones económicas entre las MdG y AsS no son una excepción, y de la misma forma que el resto de vectores de proyección, han experimentado un crecimiento significativo en las dos últimas décadas. De la misma forma, presentan una dinámica compleja, que va más allá de la simple cooperación económica. A pesar de los argumentos oficiales que indican un enfoque en el desarrollo mutuo, es evidente la asimetría entre ambas regiones. Aunque las transacciones comerciales entre las MdG y AsS siguen una tendencia positiva (véase figura 2), siguen representando una fracción mínima de los intercambios totales de las MdG, lo que indica que AsS no es su principal mercado. De acuerdo con los datos publicados por International Trade Centre (ITC), América del Norte y Asía son los principales mercados de las MdG. Las inversiones en infraestructura, como oleoductos y ferrocarriles, así como en proyectos agrícolas, responden a una estrategia de diversificación a escala global para asegurar el suministro de recursos y reducir la dependencia de las MdG de los ingresos petroleros a largo plazo.

EAU lidera los intercambios comerciales con AsS, no solo en volumen, sino en cantidad de países con los que mantiene relaciones comerciales (véase figura 3). Este hecho se encuentra alineado con el éxito en la diversificación de su económica, de acuerdo con lo expuesto en la Figura 1, lo que le convierte en uno de los motores económicos del Golfo.

En cuanto a la cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria, las MdG han implementado proyectos y programas en sectores como la educación, la salud, la infraestructura y la agricultura. La ayuda saudí se concentra en la banda saheliana, especialmente en los sectores de transporte, comunicaciones, agricultura, energía, industria y minería9. EAU y Catar también han invertido en proyectos en AsS, aunque la distribución geográfica de la ayuda varía según sus informes anuales. Las MdG enmarcan estas iniciativas en la búsqueda del desarrollo sostenible, y forman parte de su estrategia para aumentar la influencia política y económica a nivel global. Una vez más, AsS no es el fin, sino una herramienta para contribuir al salto de las MdG a la geopolítica de primer nivel.

En el ámbito de la cooperación militar, las MdG han desplegado tropas en el Cuerno de África y han implementado programas de entrenamiento y formación, así como financiado organizaciones político-militares. De nuevo, destaca EAU. Es el único país de las MdG con capacidad de desplegar tropas fuera de sus fronteras, con presencia militar en Somalia y Eritrea. Arabia Saudí y EAU contribuyeron financieramente a la fracasada fuerza conjunta del G5 Sahel10, avalando ante la comunidad internacional su compromiso en la lucha contra el terrorismo. Catar también ha realizado donaciones de equipo militar a Somalia, aunque su proyección militar en AsS es limitada en comparación sus vecinos saudíes y emiratíes. Esta proyección del instrumento militar responde a la necesidad de asegurar los intereses nacionales de las MdG, contrarrestando amenazas de grupo terroristas de corte islámico díscolos con su doctrina.

En resumen, las relaciones entre las MdG y AsS abarcan aspectos económicos, de cooperación al desarrollo y militar. Si bien estas relaciones pueden promover el desarrollo económico y la estabilidad regional de AsS, están construidas en base a la asimetría de poder, lo que está creando una red de políticas subsidiarias que responden únicamente a los intereses geopolíticos de las potencias del Golfo.

Conclusiones

Desde una perspectiva geopolítica, lo primero que llama la atención es la asimetría de poder e influencia entre ambas regiones.

Las MdG, marcadas por la tradición y la religión, demuestran una política exterior pragmática y realista, especialmente por parte de países como Arabia Saudí, EAU y Catar. Estos estados, con forma de gobierno monárquicas y una economía basada en la exportación de hidrocarburos, comparten el objetivo común de mantener la seguridad interna y la continuidad de sus regímenes, lo que se refleja en su enfoque de sus relaciones internacionales.

Respecto a la geopolítica en la región del Golfo, las monarquías muestran diferentes enfoques. Mientras que Arabia Saudí, EAU y Catar buscan el liderazgo y la hegemonía regional, sus vecinos, Omán, Bahréin y Kuwait se centran en promover alianzas y la estabilidad interna en la región. Sin embargo, todas comparten la voluntad de diversificar sus economías, y las más grandes - Arabia Saudí, EAU y Catar – lo están consiguiendo sobre el terreno africano, proyectando su influencia más allá del Golfo Pérsico a través de instrumentos económicos, políticos y militares.

AsS, particularmente la región del Cuerno de África, se presenta como un área de especial interés para las MdG en términos de seguridad. La presencia de bases militares saudíes y emiratíes en las regiones del Mar Rojo y el Golfo de Adén es una evidencia de ello.

AsS se caracteriza por su complejidad geopolítica y económica, con desafíos como la inestabilidad  política, la corrupción gubernamental y las tensiones étnicas. A pesar de estos desafíos, la región ofrece oportunidades de desarrollo debido a su creciente población y sus vastos recursos naturales, lo que ha llevado a un renovado interés internacional en la región. A pesar de las diferencias en su política exterior, las MdG han visto la oportunidad y, enmarcado en su objetivo compartido de diversificar sus economías y ganar peso en el contexto global, están ejecutando estrategias de proyección de bajo perfil para penetrar silenciosamente en AsS. Por todo lo anterior, se puede afirmar que las MdG reconocen implícitamente AsS como un mercado estratégico, una fuente de recursos, y un trampolín a la primera línea de la geopolítica.

La proyección de las MdG en AsS, tanto en términos económicos como de seguridad, no solo refleja una estrategia de diversificación, sino que también asegura su posición como actores internacionales. Las preocupaciones que plantean estas relaciones desde una óptica europea, respecto la asimetría de poder y la creación de dependencias en los países receptores, no afecta ni condiciona la actuación de las monarquías.

Las relaciones entre las MdG y AsS abarcan aspectos económicos, políticos, diplomáticos y militares, y reflejan la complejidad de las dinámicas regionales del Golfo, así como la compleja realidad de un mundo multipolar. Aunque las MdG expresan públicamente su compromiso con el desarrollo sostenible y la cooperación, estas relaciones están motivadas por una combinación de sus intereses geopolíticos y económicos particulares, y se están realizando de una forma discreta, con el objeto de no entrar en competencia estratégica con grandes economías como China, Rusia, o la propia Unión Europea, evitando así zonas de fricción con sus mayores socios comerciales.

Bibliografía

Las ideas contenidas en estos artículos son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento del CESEDEN o del Ministerio de Defensa.

1Por un lado, EAU formó parte activa de la coalición liderada por Arabia Saudí contra los Hutíes. Sin embargo, los emiratíes brindaron apoyo financiero y material al Consejo de Transición del Sur, facción de corte independentista y contrapuesta al gobierno central patrocinado por los saudíes. Este doble juego evidencia que en el campo de las relaciones internacionales EAU actúa según sus propios intereses (Sánchez, 2022).
2Castro, J. (2022b). Del poder blando al poder sutil: El caso de Catar (reedición).
3Torregrosa, N. (2023). Valoración geopolítica de Omán; Numan, İ., & Rakipoğlu, M. (2021). Hedging as a Survival Strategy for Small States: The Case of Kuwait.
4 MAEC. (2022a). Ficha de País – Baréin.
5Qatar National Vision 2030, "We the UAE 2031" vision y Vision 2030 (Arabia Saudí).
6International Trade Centre (ITC). Disponible en: https://intracen.org.
7Reuters. (2017). Alianza de 40 países suníes contra el «terrorismo islámico». ABC, 27 de noviembre de 2017. Disponible en: https://www.abc.es/internacional/abci-alianza-40-paises-sunies-contra-terrorismo-islamico-201711270356_noticia.html [Consultado: 10/03/2024
8Todman, W. (2018). The Gulf Scramble for Africa: GCC states’ foreign policy laboratory. Center for Strategic and International Studies (CSIS). Disponible en: https://www.csis.org/analysis/gulf-scramble-africa-gcc-states-foreign-policy-laboratory [Consultado el 17/02/2024]
9SDF. (2023). Saudi Found for Development (SFD). Annual Report 2022. Reino de Arabia Saudí. Disponible en: https://www.sfd.gov.sa/sites/default/files/annual-report-pdfs/AnnualReport_2022_EN.pdf [Consultado el 10/03/2024]
10Bucaille, L. (2018). El G5 Sahel recibe financiamiento para lanzar su acción. France24. 17 de febrero de 2024. Disponible en: de https://www.france24.com/es/20171214-africa-g5-sahel-financiamiento-yihadismo [Consultado: 10/02/2024]
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