El realineamiento estratégico en África: implicaciones de la pugna por los proyectos energéticos

La guerra de Ucrania ha puesto de manifiesto la dependencia energética de la Unión Europea, factor del que se han valido diversos países para redefinir sus estrategias energéticas. En este contexto, África emerge como un actor clave basándose en sus dos megaproyectos: el gasoducto transahariano, que conectará Nigeria con Argelia, y el gasoducto atlántico, que unirá Nigeria con Marruecos. Si bien estos proyectos han sido objeto de amplios análisis a nivel académico, el conflicto de Ucrania ha proporcionado la coyuntura adecuada para revitalizar el interés de dos iniciativas que permanecían paralizadas. Habida cuenta de los problemas estructurales del continente, la reconfiguración de las alianzas regionales observadas entre los países protagonistas — aquellos del Magreb y Sahel— refieren potenciales efectos en la materialización de estos. Bajo esta premisa se analizarán las relaciones entre las potencias magrebíes y los países del Sahel con el fin de ilustrar el carácter estratégico de estos gasoductos. En base a ello, se puede observar que estos ponen de manifiesto cómo, más allá de una pura dimensión económica, son empleados como instrumentos de poder blando en la competencia regional.

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