Darfur: ¿a genocidio por generación?

Autor: Omar Dafalla / RD

18 dic. 2024

Darfur: ¿a genocidio por generación?

Blanca Palacián de Inza

Introducción

Las cifras que aluden a la situación de la población de la guerra de Sudán hace tiempo que son desorbitadas. Los datos estimados establecen que han podido perder la vida decenas de miles de ciudadanos, y que se han visto obligadas a desplazarse nueve millones de personas1. El hambre campa a sus anchas por gran parte del país y se espera que su gravedad empeore. A pesar de las dificultades para obtener informaciones precisas, se documentan casos de tortura, violencia sexual y limpieza étnica. Y pese a tan macabras cifras, la atención internacional ignora la catastrófica situación de Sudán, y de Darfur en particular, donde parece que se revive de nuevo el genocidio sufrido hace dos décadas.

La historia se repetirá si no se implementan los medios para cambiarla. Poner los medios pasa indefectiblemente por prestar atención a la realidad a transformar. Si no, la historia es cíclica. Y en esa rueda, si no la cambiamos, se repite la desatención a la guerra, al hambre e incluso al genocidio.

En este documento se va a abordar, en primer lugar, el contexto general de la situación bélica en Sudán para, reduciendo el foco, centrarnos en el objeto de estudio de este trabajo: la situación en Darfur y la desatención mortal por parte de la opinión internacional.

Sudán, ¿guerra perpetua?

La guerra civil de Sudán2, la tercera que asola al país, estalló en abril de 2023 con el enfrentamiento directo entre el general Abdel Fattah al-Burhan, al frente del ejército del país, y Mohamed Hamdan «Hemedti»3 Dagalo, líder de las fuerzas paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés: Rapid Support Forces). La motivación principal subyacente en dicho enfrentamiento es por constituirse en los actores armados dominantes en el país.

Además de los mencionados y sus fuerzas, hay más grupos armados asociados y vinculados de alguna manera a ellos, aunque cada uno con su agenda propia. Estos son heterogéneos y abarcan desde unidades de los servicios de inteligencia, hasta grupos de autodefensa de pequeñas comunidades. A pesar de esta fragmentación, los esfuerzos internacionales de mediación se han centrado exclusivamente en las fuerzas armadas de al-Burhan y en las paramilitares de Hemedti por lo que, aun en el supuesto caso de que hubieran llegado a un entendimiento, la ventana de la paz seguiría cerrada por haber excluido al resto de grupos y sus motivaciones para la lucha armada.


Imagen 1. Mapa de Sudán. Fuente: ISS

La participación de potencias internacionales ayuda a la prolongación del conflicto. Encontramos actores destacados enfrentándose de forma indirecta mediante sus apoyos a un bando u otro. Es el caso, por ejemplo, de Emiratos Árabes Unidos apoyando a las RSF, y de Arabia Saudí a las FAS.

Y esta guerra, como en todas, o quizá incluso más por su recurrencia en el tiempo, trae consigo unas secuelas trágicas para la población: hambre, enfermedad y desplazamientos.

Hambre

El hambre, provocada y potenciada por el conflicto armado, se extiende por todo Sudán, incluyendo al estado de Al Jazirah que era considerado el granero del país.

Existen herramientas para medir la gravedad de la situación de inseguridad alimentaria. El objetivo de estas es procurar una clasificación que pueda ser indicativa de la situación real, aunque no se considera concluyente por sí sola. La más utilizada es la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF)4 que establece la siguiente escala de menor a mayor severidad: 1. La inseguridad mínima. 2. El grado de estrés alimentario. 3. El estadio de crisis. 4. El de emergencia. 5. El de catástrofe y hambruna.

Según dicha clasificación en el campo de refugiados de Zamzam, localizado a 15 km de la ciudad de El Fasher, a la que nos referiremos más adelante, la situación es de hambruna. Se trata de la primera determinación de semejante nivel de gravedad en más de siete años y de la tercera desde que se estableció el sistema de vigilancia hace dos décadas5. Para otras zonas del país se establece que el riesgo de llegar a esa fase 5 de catástrofe es muy alto si el conflicto y el bloqueo de la ayuda humanitaria continúan6.

En realidad, no hay cifras reales porque no hay aparato estatal, periodistas ni grandes organizaciones en el terreno. Existen grupos locales que trabajan para aportar datos, pero lo hacen con escasos medios y sin ser realmente escuchados… pero las consecuencias están ahí.


Imagen 2. Niños en Sudán. Fuente: UNICEF/Ahmed Mohamdeen Elfatih

Enfermedad

El problema de no tener cifras reales, sino aproximaciones, abarca otras situaciones como las de enfermedad y muertes causadas por ella. Así, la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA) informó de más de 31.737 casos de cólera y 905 muertes por esta causa en 11 estados entre el 22 de julio y el 9 de noviembre de 2024. Asimismo, se calcula que los casos de dengue han sobrepasado los 4.5007. No obstante, el número real de personas infectadas con estas enfermedades puede ser mayor.

Las perspectivas para un futuro cercano en Sudán no permiten ser optimistas. La guerra continúa y la población está muy débil por la severa malnutrición y por no tener acceso a agua potable. Semejante coyuntura no se está pudiendo atajar, ya que el sistema de salud sudanés está colapsando y apenas hay ayuda ni agencias internacionales trabajando en el país.

Crisis de desplazados

También como consecuencia de la guerra civil, Sudán padece la mayor crisis de desplazados del mundo. A su vez, ambos fenómenos, la guerra y el desplazamiento de población, tienen efectos especialmente devastadores para las mujeres y las niñas8.

Hombres y niños también son víctimas de la violencia, incluida la sexual, pero como en todos los conflictos armados, esta lacra les afecta de manera más cruda a ellas9. La explotación sexual y el abuso se han convertido en un arma más en esta guerra10. Las dos partes enfrentadas parecen ser culpables de estos crímenes, aunque los informes que apuntan a que los perpetradores de las RSF y grupos asociados son más numerosos11.

La situación en Darfur

En la difícil coyuntura que afronta Sudán en su conjunto, destaca la particularidad de la situación de Darfur. A pesar de las dificultades informativas, muchas fuentes hablan ya de la posibilidad de que esté teniendo lugar un genocidio contra las comunidades no árabes12.

Se trataría del segundo genocidio que sufre esta zona de Sudán en tan solo dos décadas, y una vez más, de otro capítulo un tanto ignorado por la comunidad internacional.

Por otro lado, pero en la misma línea, la organización African Centre for Justice and Peace Studies (ACJPS), afirma tener documentados ataques sistemáticos con las comunidades árabes de Darfur y Kordofán por parte de las Fuerzas Armadas Sudanesas13.

La única capital de la región occidental de Darfur que no está en manos de las RSF a fecha de redacción de este documento14 es la ciudad de El Fasher. No obstante, desde mediados del pasado mes de mayo, la intensidad de los ataques de los paramilitares y sus aliados contra este último bastión en manos de las FAS, es creciente. El resultado es que cientos de civiles intentan escapar del asedio a la ciudad15. El futuro inmediato de quienes logran huir no es halagüeño puesto que, en los campos de desplazados cercanos el hambre campa a sus anchas.

Como se ha mencionado anteriormente, hay indicios de que en Darfur está teniendo lugar un genocidio16 o al menos, de que hay un riesgo muy alto de que suceda. La probable caída de El Fasher en manos de las RSF en unas semanas daría el control de Darfur a los paramilitares y facilitaría las acciones de exterminio de las comunidades no árabes.

La violencia contra los civiles en esta guerra es innegable, pero en Darfur toma características propias porque adopta un carácter étnico contra las comunidades que no son árabes. Según un informe del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas17 de octubre de 2024, miembros de las RSF violaron y atacaron a grupos en Darfur con la amenaza de obligarles a concebir «bebés árabes». El mismo informe se acompaña de testimonios que relatan la intención genocida del grupo paramilitar sobre grupos étnicos no-árabes.

Hace tan solo dos décadas esta región ya vivió una limpieza étnica orquestada por al Bashir, utilizando como brazo armado a las milicias Janjaweed que hoy son Las Fuerzas de Apoyo Rápido. No hubo rendición de cuentas por aquellas atrocidades, motivo que la asesora de la ONU para la prevención de este crimen, Alice Wairimu Nderitu, considera el caldo de cultivo de la situación actual. Afirma que en Darfur se pueden ver «todos los riesgos y todos los indicadores de crimen de genocidio»18. También señala que las víctimas son las mismas minorías, como los masalit, los zaghawa o los fur, y los mismos perpetradores de entonces.

La localización también se repite. El Fasher es la principal ciudad del norte de Darfur y es en ella donde tuvo lugar un genocidio entre 2003 y 2005, en el que se estima que perdieron la vida 200.000 personas. Y la desatención también parece ser la misma puesto que, tal y como ocurrió entonces, hoy la comunidad internacional permanece ignorante ante la tragedia.

Desatención internacional y R2K

Pese a las voces que hablan de un posible genocidio, a la extensión de la violencia y a la crisis humanitaria, el mundo mira hacia otro lado.

«Es difícil expresar con palabras la magnitud del sufrimiento humano que estamos viendo y no hace más que empeorar. A diario veo cadáveres en las carreteras y niños que huyen de sus hogares sin sus padres ni ninguna pertenencia. (…)
La gente que me rodea no tiene comida. Están comiendo hojas de los árboles. Muchos jóvenes se están uniendo a los combatientes para acceder a los alimentos. (…) Nos preocupa que millones de personas mueran a menos que el mundo nos preste atención y nos escuche».

(Jamal, trabajador de una ONG en El Fasher)19

Los periodistas sudaneses están siendo perseguidos, detenidos o asesinados20. Además, los medios de comunicación occidentales obvian por norma general la situación de los países de África. La economía de la atención arroja un saldo muy negativo para este continente en general, y para Sudán en particular. Por este motivo, tanto el conflicto armado sudanés como la terrible situación humanitaria aparejada no dejarán de empeorar si la comunidad internacional sigue ignorándola.

Además del desinterés mundial sobre el continente africano, podría añadirse a los motivos para la falta de atención a la terrible situación de Sudán, que se trata de un conflicto complejo. No resulta fácil en este caso la categorización ética dicotómica que distingue entre un bando bueno y otro malo, aunque suela ser injusta e irreal en muchos casos. Ante esta dificultad es más sencillo quedarse en el pensamiento de que se trata de un asunto complicado y mirar a otro lado21.

En esta línea, los conflictos internos suelen atraer menos atención que aquellos en los que un país ataca a otro22. Y las crisis y conflictos de larga duración tampoco cuentan con la persistencia del interés internacional. En la guerra civil sudanesa se dan ambas condiciones que favorecen el desinterés externo.

La concurrencia de crisis simultáneas en el mundo, favorece el efecto del entumecimiento o la fatiga de la compasión23, que también se puede relacionar con un sesgo negativo, quizá inconsciente hacia el continente africano en el que es más recurrente el conflicto armado.

Atención, R2P y R2K

La atención es el mecanismo mediante el cual un individuo puede seleccionar y procesar información. La atención es limitada y los objetos de información infinitos. Por este motivo la selección de a qué se le presta atención tiene un coste, pues significa que se escogen unos objetos y se descartan otros.

Hemos pasado de un tiempo preindustrial de atención a lo cercano por las dificultades para la comunicación y actualidad en las noticias, a otro de sobreinformación y conexión que, paradójicamente, parece devolvernos a un tiempo en el que solamente podemos ver lo más próximo, de una cosa en una cosa y por muy poco tiempo. Es una suerte de «atención tik tok».

La atención es voluble. Un recurso escaso por el que compiten líderes, países y empresas24. En esta pugna por la atención África suele perder la batalla.

En la misma línea, conviene tener en cuenta los estudios de psicología humana que apuntan a que, cuanto mayor es el número de víctimas en una tragedia, nuestra empatía y motivación para actuar decrece25. Se alcanza lo que Paul Slovic llama un «entumecimiento psíquico»26 a medida que aumentan los números que impide el afecto y sus consecuencias: la atención y la acción.

Este profesor de psicología de la Universidad de Oregón, entiende que si tenemos un entumecimiento psíquico no deberíamos depender de nuestras emociones para tomar acción ante las atrocidades. Apunta que conviene crear y comprometerse con respuestas institucionales y políticas basadas en un análisis razonado de nuestras obligaciones morales para detener la aniquilación masiva de personas inocentes27.

Un intento de organizar una respuesta analítica fue la aprobación del principio de Responsabilidad de Proteger (R2P, por sus siglas en inglés, Responsibility to Protect) en la Cumbre Mundial de Naciones Unidas del año 2005. En esa fecha estaba teniendo lugar el primer genocidio en Darfur, que fue visto después como un fallo del mecanismo28 de protección que se acababa de adoptar.

Este mecanismo replanteó la soberanía nacional, hasta entonces inviolable, y la responsabilidad del Estado de proteger a su población de atrocidades como el genocidio o los crímenes de guerra y contra la humanidad. El responsable subsidiario de esta responsabilidad, en caso de que el Estado no cumpla con ella, sería la comunidad internacional a través de las Naciones Unidas.

La doctrina de la Responsabilidad de Proteger fue asumida por la Asamblea General de las Naciones Unidas como norma internacional, no como ley, y, lo que es más importante, por el Consejo de Seguridad en su Resolución 1674 (2006), en la 1894 (2009) y en la 1973 (2011).

No obstante, la aplicación de la R2P depende de su aprobación por parte del Consejo de Seguridad y, por tanto, sujeta al derecho de veto de sus miembros. Por este motivo se ha visto reducida a una mera retórica inoperante. En las últimas dos décadas, la comunidad internacional ha fracasado a la hora de proteger a los civiles en Siria, Sudán del Sur, Sudán, la República Democrática del Congo, Myanmar, Etiopía o Yemen29.

En aras de mejorar los mecanismos de protección, la ciudadanía ha de retomar su papel a la hora de encauzar las voluntades políticas. En este sentido, sería interesante plantearse si de manera previa a la aplicación o incluso reformulación de la R2P convendría asumir, como ciudadanos del mundo, un principio moral que podría adoptar las siglas de R2K (Responsibility To Know, en inglés) o Responsabilidad de Conocer. De este modo, la R2K sería previa a las tres responsabilidades en las que se divide la R2P: responsabilidad de prevenir, reaccionar y reconstruir, e incluso, previa y necesaria para la propia reformulación de la R2P.

Darfur, posiblemente padeciendo o a punto de padecer un segundo genocidio, merece mejores respuestas. La comunidad internacional debería ser consistente en sus actuaciones más que elegir qué situaciones merecen atención y cuáles no30. Para ello la opinión pública global resulta indispensable como fuerza de cambio y acción.


Imagen 3. Autor: Omar Dafalla / RD

Conclusiones

La guerra de Sudán, la tercera guerra civil sudanesa, estalló en abril de 2023. Las cifras de su impacto devastador en la población hace tiempo que son catastróficas.

La participación activa de potencias internacionales ayuda a la prolongación del conflicto, pero también lo hace la participación pasiva de la mano de la desatención. La escasa atención a Sudán alarga el conflicto y el sufrimiento de la población que sufre hambre, enfermedad y padece la mayor crisis de desplazados del mundo.

En la difícil coyuntura que afronta Sudán en su conjunto, destaca la particularidad, por su gravedad, de la situación de Darfur donde todo parece apuntar a que está teniendo lugar un nuevo genocidio contra las comunidades no árabes. Se trataría del segundo genocidio que sufre esta región de Sudán en tan solo dos décadas. Otro genocidio ignorado.

No nos estamos olvidando de Sudán. Nos estamos olvidando de Ucrania, donde hubo un tiempo que pusimos nuestra atención que ahora copa Gaza; pero no nos hemos olvidado de Sudán puesto que nunca tuvo nuestra atención. No se trata de recordar, sino de conocer por primera vez. No se trata por tanto de que estemos olvidando al pueblo de Sudán, sino de que lo estamos ignorando, participando de este modo, por inacción, en la guerra.

Y por eso, quizás, sea tan importante la implantación informal del concepto de la Responsabilidad de Conocer o R2K.

Blanca Palacián de Inza
Analista del IEEE

11 GAVIN, Michelle. «The World’s Shameful Neglect of Sudan», Council on Foreign Relations. 31/5/2024. Disponible en: The World’s Shameful Neglect of Sudan | Council on Foreign Relations (cfr.org)
2Para más información sobre la guerra en Sudán se recomienda consultar: PALACIÁN DE INZA, Blanca. Desatención mortal a la guerra de Sudán. Documento de Análisis IEEE 65/2024. Disponible en: https://www.defensa.gob.es/documents/2073105/2145603/desatencion_mortal_a_la_guerra_de_sudan_reedicion.pdf
3En este capítulo utilizaremos Hemedti, pero también se traduce del árabe a caracteres latinos como Hemetti, Hemeti o Hemitte.
4The Integrated Food Security Phase Classification (IPC) IPC - Integrated Food Security Phase Classification
5IPC. «Famine Review Committee: Combined Review of: i) The Famine Early Warning System Network FewsNET IPC Compatible Analysis for IDP Camps in El Fasher, North Darfur; and ii) The IPC Sudan Technical Working Group Analysis of Zamzam Camp North Darfu, Sudan». Julio 2024. Disponible en: https://www.ipcinfo.org/fileadmin/user_upload/ipcinfo/docs/IPC_Famine_Review_Committee_Report_Sudan_July2024.pdf
6Médicos sin Fronteras (MSF) interrumpió el tratamiento ambulatorio de 5.000 niños con desnutrición aguda en el campo de desplazados de Zamzam, en Darfur Norte, en el noroeste de Sudán, por el bloqueo de suministros aplicado por las partes enfrentadas: el ejército regular y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). MSF interrumpe tratamiento de 5.000 niños desnutridos en Darfur por bloqueo de suministros - SWI swissinfo.ch
7NACIONES UNIDAS. «Primero la hambruna, ahora el cólera y el dengue azotan un Sudán devastado por la guerra». 4/11/2024. Disponible en: Primero la hambruna, ahora el cólera y el dengue azotan un Sudán devastado por la guerra | Noticias ONU
8NACIONES UNIDAS. UNWOMEN. «Women and girls of Sudan: fortitude amid the flame of war». Septiembre 2024. Disponible en: Mujeres y niñas de Sudán: Fortalezas en medio de las llamas de la guerra
9Para más información sobre el uso de la violencia sexual como arma de guerra se recomienda leer: La violencia sexual como arma de guerra (ieee.es)
10CABALLERO, Chema. «Sudán, una guerra más contra las mujeres», Mundo Negro. 17/10/2024. Disponible en: Sudán, una guerra más contra las mujeres - Mundo Negro
11NACIONES UNIDAS. UNWOMEN. Op. cit.
12Algunos ejemplos relevantes:
13AFRICAN CENTER FOR JUSTICE AND PEACE STUDIES. «Ethnically motivated attacks perpetrated by the Sudanese Army in Darfur and Kordofan States». 15/10/2024. Disponible en: Ethnically motivated attacks perpetrated by the Sudanese Army in Darfur and Kordofan States - ACJPS
14Diciembre de 2024.
15SALIH, Zeinab Mohammed. «In El Fasher you face only death’: Sudan city empties as paramilitaries close in», The Guardian. 2/10/2024. Disponible en: https://www.theguardian.com/global-development/2024/oct/02/el-fasher-sudan-city-paramilitary-rsf
16El artículo II de la Convención para la prevención y sanción del genocidio, Genocide Convention-FactSheet-SP.pdf (un.org), define este delito:
«En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:
  • Matanza de miembros del grupo.
  • Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo.
  • Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial.
  • Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo.
  • Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo».
17NACIONES UNIDAS. CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS. «Findings of the investigations conducted by the Independent International Fact-Finding Mission for the Sudan into violations of international human rights law and international humanitarian law, and related crimes, committed in the Sudan in the context of the conflict that erupted in mid-April 2023», A/HRC/57/CRP.6. 23/10/2024. Disponible en: A/HRC/57/CRP.6
18EFE. «ONU: un nuevo genocidio se puede estar cometiendo en Sudán, 20 años después del de Darfur». 10/9/2024. Disponible en: https://www.swissinfo.ch/spa/onu:-un-nuevo-genocidio-se-puede-estar-cometiendo-en-sud%C3%A1n,-20-a%C3%B1os-despu%C3%A9s-del-de-darfur/87523449
19NORWEGIAN REFUGEE COUNCIL. «Staff accounts: Siege and bombardment of Sudan’s El Fasher pushes children, adults to the limits of survival». 9/10/2024. Disponible en: https://www.nrc.no/news/2024/october/staff-accounts-siege-and-bombardment-of-sudans-el-fasher-pushes-children-adults-to-the-limits-of-survival/
20CPJ. MIDDLE EAST AND NORTH AFRICA PROGRAM. «One year into Sudan’s civil war, its media faces grave threats». 12/4/2024. Disponible en: One year into Sudan’s civil war, its media faces grave threats - Committee to Protect Journalists (cpj.org)
21FREEDLAND, Jonathan. «Sudan is the world’s gravest humanitarian disaster – but almost nobody cares», The Guardian. 11/10/2024. Disponible en: Sudan is the world’s gravest humanitarian disaster – but almost nobody cares | Jonathan Freedland | The Guardian
22SCHAER, Cathrin. «Why is the world ignoring the Sudan civil war?», DW. 14/6/2024. Disponible en: Why is the world ignoring the Sudan civil war? – DW – 06/14/2024
23Expresión de la novelista Annie Dillard. Utilizada en abril por Melissa Fleming, subsecretaria general de comunicaciones globales de Naciones Unidas: Breaking the Silence: Strategies for Drawing Attention to Sudan’s Forgotten Crisis | by Melissa Fleming | Medium
24KUSZYNSKI, Sarah. «The Real-Life Casualties of the Attention Wars», Oxford Political Review. 4/4/2024. Disponible en: The Real-Life Casualties of the Attention Wars | Oxford Political Review | Oxford Political Review
25SLOVIC, Paul, y VÄSTFJÄLL. «The More Who Die, the Less We Care: Psychic Numbing and Genocide». Septiembre 2015. Disponible en: DOI:10.1515/9783110376616-005
26SLOVIC, Paul. «”If I look at the mass I will never act”: Psychic numbing and genocide», Judgment and Decision Making. 2007;2(2):79-95. DOI: https://doi.org/10.1017/S1930297500000061
27Ibídem.
28TRAUB, James. «Unwilling and Unable: The Failed Response to the Atrocities in Darfur», Global Centre for the Responsibility to Protect. 2010. Disponible en: https://www.globalr2p.org/wp-content/uploads/2020/07/Unwilling-and-Unable-The-Failed-Response-to-the-Atrocities-in-Darfur.pdf
29BRAND, Mike. «Genocide fears in Darfur are attracting little attention ? have nations abandoned their responsibility to protect civilians?», The Conversation. 18/19/2023. Disponible en: Genocide fears in Darfur are attracting little attention ? have nations abandoned their responsibility to protect civilians?
30OCHAB, Ewelina U. «Why Are The Atrocities In Darfur Being Ignored?», Forbes. 10/5/2024. Disponible en: Why Are The Atrocities In Darfur Being Ignored? (forbes.com)