23/07/2012
Efectivos en labores de extinción
El pasado domingo 15 de julio la localidad tinerfeña de Vilaflor comenzaba a padecer los efectos del incendio forestal declarado en sus proximidades y que, conforme avanzaba la semana, llegó a afectar a las localidades de Adeje y Guía de Isora, así como al Parque Nacional del Teide.
Durante todo este tiempo, tras la petición del Cabildo de Tenerife y coordinado con la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han estado en estrecho contacto con la población para minimizar las consecuencias.
Las dos Secciones de Intervención en Emergencias Naturales (SIEN), que el segundo Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM II) tiene destacadas en las localidades de Gando (Gran Canaria) y Los Rodeos (Santa Cruz de Tenerife), colaboraron en la extinción del incendio con 137 efectivos y 45 vehículos, de los cuales 12 eran autobombas y cuatro camiones nodriza. En el dispositivo también participaron brigadas forestales del Cabildo y bomberos del Consorcio de Tenerife.
Dada la magnitud del incendio y la velocidad con que se propagaban las llamas por las laderas del Teide, amenazando seriamente a su Parque Natural, el dispositivo militar terrestre tuvo que ser reforzado con otros 108 efectivos del BIEM II, quienes se desplazaron rápidamente, vía aérea, desde su sede en Morón (Sevilla).
Transcurridas las primeras 24 horas del incendio, tres aviones "Canadair" del 43 Grupo de las Fuerzas Aéreas se sumaron a las tareas de extinción, realizando más de 180 descargas de agua en aquellas zonas que resultaban de difícil acceso para los medios terrestres.
El puesto de mando avanzado se instaló inicialmente en Ifonche, si bien la evolución del incendio hizo necesario su desplazamiento hasta Adeje, desde donde el jefe del BIEM II dirigió y coordinó la actuación de la UME con el resto de organismos que han intervenido en la extinción del incendio.
Bajo la coordinación del director de la emergencia, la UME ha realizado misiones de ataque directo al fuego, perimetración, liquidación, vigilancia y enfriamiento en la zona siniestrada.
