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Taller Internacional de Microzonificación y Reducción del Riesgo Sísmico

23/03/2010

Cuernavaca, Méjico  
El oficial de enlace de la UME durante su ponencia en el Taller Internacional.

El oficial de enlace de la UME durante su ponencia en el Taller Internacional.

Méjico ha tenido, como consecuencia de desastres naturales, unas pérdidas materiales de 916 millones de dólares y ha costado la vida de más de 394 personas como media en los últimos años. 

Expertos en terremotos de Argelia, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Italia, Méjico y Venezuela, se han reunido, del 21 al 24 de febrero pasado, en la población de Cuernavaca, Méjico, para tratar dentro del “9º Taller Internacional de Reducción del Riesgo Sísmico”, este tipo de emergencias y su potencialidad destructiva, teniendo como principal referencia las experiencias habidas últimamente en diversos países de América del Sur.

Entre los asistentes destacaba la presencia de unos jóvenes científicos de Haití, verdaderos supervivientes del reciente terremoto ocurrido en Puerto Príncipe el pasado día 12 de enero.

La representación española corrió a cargo del oficial de Enlace de la Unidad Militar de Emergencias, teniente coronel Jorge Serra Llopart, quien expuso la preparación que adquieren los miembros de esta Unidad en las actividades de instrucción de búsqueda y rescate y en la gestión de la emergencia sísmica. Como ejemplo práctico de enseñanza, tomó en consideración las experiencias extraídas de los terremotos de Izmit de 1999, Turquía y de Abruzzos de 2009, Italia.

Méjico que cuenta con la denominada “Red Sísmica Mejicana”, con una experiencia de 100 años, pretende mejorar su sistema de alerta de terremoto. Actualmente, su funcionamiento proporciona unos pocos segundos de aviso antes de la llegada de las ondas del movimiento sísmico (dada la imposibilidad de prever la ocurrencia de un terremoto, los científicos intentan alertar a las áreas adyacentes al epicentro, intentando reducir la sorpresa y por ende, las víctimas: cuanto mayor sea la distancia al epicentro, más segundos se tienen: el terremoto de 1985 de Michoacán afectó a la ciudad de Méjico Distrito Federal, aún estando a 370 Km. del epicentro).

En las sesiones de trabajo se trato respecto a la actitud a adoptar durante un terremoto. Las recomendaciones tradicionales en vigor - como colocarse debajo del marco de una puerta, debajo de una mesa o de la cama - no son ya del todo efectivas (una de las causas puede deberse al peso de los forjados hechos con las técnicas actuales de construcción), y por ello seguro que sufrirán una modificación en breve. Probablemente buscarán lo que se ha denominado como "el triángulo de la vida", que no es más que los huecos que se producen cuando se derrumba un edificio y que pueden ser felizmente aprovechados por los supervivientes antes de ser rescatados por las unidades de búsqueda y rescate: en todo caso, un buen consejo puede ser adoptar la posición fetal y colocarse en una esquina o al lado de una pared o de un mueble que sea cuanto más voluminoso y resistente, mejor. Si se tiene oportunidad, es muy recomendable tener a mano una botella de agua; no en vano la muerte de las víctimas atrapadas se produce antes por deshidratación normalmente, que por otra causa.