Transcripción

Después de cuatro meses al frente del mando de la lucha de la Unión Europea contra la piratería en el océano Índico, España acaba de pasar a Portugal el testigo de la operación Atalanta.

En Djibouti la fragata española ‘Méndez Núñez’ ha transferido el liderazgo como buque insignia a la ‘Álvares Cabral’.

Desde el pasado 6 de diciembre el contralmirante español Pedro García de Paredes y Pérez de Sevilla ha dirigido aquí y en el océano todas las misiones de la flota aeronaval combinada de la Unión Europea (EUNAVFOR)

P- Contralmirante García de Paredes, saludos desde Madrid.

R- Hola buenos días, muchos saludos también aquí desde el océano Índico, desde Djibouti.

P- El contralmirante García de Paredes, como escuchan nos atiende desde Djibouti. En primer lugar gracias por su tiempo para la audiencia de este programa ‘Radar 3.0’ de la onda corta de Radio Exterior de España. Por cierto, España es el país europeo que más veces ha dirigido la operación Atalanta.  La suya ha sido la cuarta ocasión, ¿no?

R- Sí, efectivamente. España es, sin lugar a duda, el país que está liderando la contribución a la Fuerza de la Operación Atalanta. Somos el único país que ha alcanzado la cuarta rotación y de los pocos países que permanentemente mantenemos una presencia de tanto de unidades aéreas, desde el primer momento, unidades de patrulla marítima del Ejército del Aire, como escoltas y buques anfibios de la Armada, permanentemente patrullando en estas aguas.

P- ¿Con qué despliegue humano de buques, helicópteros y aviones de patrulla marítima, cuyos ojos desde el cielo son tan claves para esta operación, ha contado usted para la misión de estos cuatro meses? ¿Cuál es el balance en piratas detenidos, en intentos de abordaje abortados, piratas puestos a disposición de la justicia internacional?

R- Pues sí, la verdad es que he tenido en mi rotación un periodo que es el ‘monzón del nordeste’. Dentro de la operación Atalanta el número de unidades desplegadas es menor que la media anual debido precisamente al efecto esperado de este efecto meteorológico que dificulta las operaciones.

Lo cierto es que no ha sido tal así porque la meteorología ha sido muy favorable y la verdad es que hemos tenido mucha actividad. Durante todo mi mandato han ido rotando diferentes unidades de un Estado Mayor internacional en donde están representados diez países de la Unión Europea y, en total, son 12 países los que han estado representados.

Como media, he contado con cuatro unidades, principalmente, una fragata española, una fragata francesa, una fragata bien belga u holandesa y una fragata alemana. Y luego también he contado con destacamentos de aviones de patrulla marítima, situados tanto en Djibouti: un destacamento español con un avión de patrulla marítima P3 y un destacamento alemán con otro avión de patrulla marítima en Djibouti.

Y en Seychelles he tenido dos aviones luxemburgueses y un avión sueco. El número de unidades va cambiando con las sucesivas rotaciones y con los relevos que se producen entre ellos.

Por supuesto, todas las unidades contaban con uno o dos helicópteros embarcados, que son un elemento esencial para la detección junto con los aviones de patrulla marítima, para que posteriormente los equipos de abordaje de las unidades lleven a cabo los registros de todos los buques sospechosos.

La verdad es que la actividad ha sido importante, hemos detectado seis grupos de acción de piratas en la mar con 49 piratas o sospechosos, de los cuales, hemos neutralizado el 100 por 100 de esas actividades.

Hemos detenido directamente a 29 piratas, de los cuales, 21, es decir, un 72 por 100  han sido transferidos para enjuiciamiento en países de la zona, principalmente Seychelles y Mauricio.

A su vez hemos realizado una labor importante, que es la protección y escolta del tráfico mercante, fundamentalmente los buques del programa mundial de alimentos, hemos realizado seis escoltas, hemos dado protección a 15 escalas de estos barcos que han realizado en Somalia, y, por primera vez en la rotación, hemos conseguido la apertura también para este tipo de acciones del programa mundial de alimentos del puerto de Kismayo.

En definitiva permitir la descarga de más de 31.000 toneladas de ayuda humanitaria a la población tanto somalí como etíope que padece, no solamente los horrores de la guerra, sino también la hambruna que es crónica en esta zona del mundo.

P- Todos los informes apuntan a una tendencia a la baja de la piratería en el Índico y en aguas de Somalia. De hecho, desde hace casi un año, no se ha consolidado, en el periodo en el que ha estado usted tampoco, ningún intento de secuestro. ¿Qué factores y qué decisiones ha contribuido a esta reducción que, sin embargo, suponemos obliga a no bajar la guardia?

R- Pues sí, la verdad es que la situación ha ido mejorando, yo diría que la situación es ahora mismo esperanzadora, precisamente porque bueno, como usted ha indicado, pues esos datos muestran una tendencia a que sea optimista y positiva.

Pero también es verdad que es una situación muy frágil y volátil y, por tanto, puede evolucionar de nuevo y revertir a una situación peligrosa en cuanto bajemos la guardia.

Al final la solución a la piratería no está en la mar, está en tierra, en la propia Somalia, que es donde salen todos los piratas y desde donde operan con cierta impunidad y donde mantienen todavía algunos nichos o santuarios desde los que operar con plena libertad.

Lo cierto es que lo han intentado, como hemos dicho hemos neutralizado todos sus intentos, hemos evitado siete posibles secuestros, actuando con contundencia y con determinación y lo cierto es que la evolución de la situación de buques secuestrados y rehenes ha mejorado.

Cuando tomé el mando el pasado 6 de diciembre había cinco buques y 136 rehenes en poder de los piratas y, afortunadamente, dejo con solamente dos buques secuestrados, es decir, que hemos reducido un 60 por 100 en el número de buques, y solamente con 60 rehenes.

Bueno, solamente, pero desgraciadamente con 60 rehenes que todavía padecen, con más de un año en manos de estos criminales realmente en condiciones paupérrimas y muy deficitarias, pues esa privación de libertad.

En definitiva, se ha conseguido reducir también en un 56 por 100 el número de personas secuestradas.

No obstante, con esto añadir que también hemos evitado que se produjeran importantes secuestros, que tuvieran éxito el intento de secuestro de un buque mercante como el de un dhow para poder ser utilizado como buque nodriza para futuras operaciones de piratería.

En definitiva, esperanzadores pero no podemos reducir la guardia y tenemos que continuar en esta labor de contingencia que hacemos desde la mar hasta que finalmente la propia Somalia, los propios somalíes puedan consolidar su voluntad de acabar con este problema internacional pero también estar capacitados con medios y con capacidades necesarias para que ellos sean los que manejen y, en definitiva, apliquen su propia ley y para evitar ese tipo de acciones criminales.

P- Hablaba de dos buques secuestrados y 60 marinos cautivos. ¿Estos rehenes están abandonados a su suerte o mala suerte o existe algún tipo de conducto por el que la comunidad internacional, ustedes, sepan como se encuentran y puedan prestarle ayuda, por ejemplo, médica?

R- Nosotros monitorizamos continuamente la situación, tanto de los piratas como de estos barcos. Efectivamente, las situaciones no deben de ser desde luego en muy buenas condiciones porque llevan muchísimo tiempo. Sabemos que hay negociaciones en marcha para su posible liberación pero que en definitiva no se concretan.

Realmente también es cierto que lo triste es que uno de ellos es un buque pesquero con una dotación de países del sudeste asiático y que, desgraciadamente, pues no hay la determinación y el apoyo de esos gobiernos, que son bandera de conveniencia en la resolución final del problema desde el punto de vista del rescate.

Eso es lo que está haciendo, sin lugar a dudas, que se estén demorando esas liberaciones de una manera muy prolongada.

P- El año pasado ‘Atalanta’ atacó con helicópteros infraestructuras en tierra de los piratas, era la primera vez. ¿Se ha repetido este tipo de acción de fuerza, esta presión militar fue determinante para que ahora las acciones de los grupos de piratas se hayan reducido a sus niveles más bajos desde, pongamos, 2008?

R- Pues sí, en definitiva, aquello fue, digamos, un punto de inflexión. Con independencia del resultado, del éxito militar de la operación (destruyeron instalaciones logísticas utilizadas por los piratas), lo que sí es cierto es que perdieron la sensación de impunidad. Eso los ha obligado, sin lugar a dudas, a ser más precavidos y a actuar con mayor discreción.

Realmente no hemos tenido necesidad de llevar a cabo este tipo de acciones porque también el escenario político en Somalia está cambiando.

Es decir, ahora mismo hay un gobierno federal que ha sido democráticamente elegido y, por tanto, ese tipo de acciones tienen que ser coordinadas con las autoridades y podrían tener un efecto negativo en cuanto al apoyo social a este nuevo porvenir político que aflora en Somalia mediante un gobierno realmente democrático y una estabilización política del país que es muy necesaria.

No hemos tenido, por tanto, necesidad desde el punto de vista militar estratégico, pero tampoco es conveniente ahora mismo ese tipo de actuaciones desde el punto de vista estratégico político.

P-En estos momentos un grupo de infantes de marina finlandeses se encuentra embarcado en un mercante del programa mundial de alimentos de la ONU para darle protección en su tránsito por los puertos de Somalia, ¿será este el modelo futuro de ‘Atalanta’, ya que ahorraría los costes del despliegue de buques? Porque ¿cuánto cuesta a la Unión Europea esta misión?.

España, por ejemplo, según relató del ministro de Defensa en el Congreso, gastó casi 140 millones de euros durante su participación en la operación Atalanta en 2012. ¿Será este modelo de embarcar marinos de la Armadas en los buques del programa mundial de alimentos?

R- Esto es una labor complementaria que, sobre todo, tiene la ventaja desde el punto de vista militar, que libera a una unidad a un escolta de tener que estar dando protección cercana a cada uno de los buques de este programa mundial de alimentos.

De alguna manera, embarcando en estos buques, como usted bien ha dicho, un destacamento finlandés lo que hace es liberar que una unidad pueda dedicarse precisamente a labores de impedir y continuar la presión sobre los campamentos piratas. Por tanto es una labor complementaria. Yo creo que no se puede considerar como una actuación determinante.

Lo que sí es determinante y ha sido también un cambio fundamental en la operación, ha sido la incorporación de los equipos de seguridad a bordo de los buques mercante y de todos los buques que faenan o transitan por esta agua; porque si los piratas no tienen éxito en su primer ataque, inmediatamente van a tener encima a una de las unidades, helicópteros, aviones de patrulla marítima de las fuerzas contra piratería y, por tanto, van a poder ser atrapados y neutralizados a posteriori.

Ese es, sin lugar a dudas, uno de los aspectos que posibilita el éxito de la operación por parte de las fuerzas militares en lucha contra la piratería.

En definitiva, hay que mantener distintas opciones que no son sustitutas sino que son complementarias. Al final lo que es determinante es mantener la presión sobre esos campamentos piratas para que pierdan toda esperanza, para que tengan la seguridad de que van a ser atrapados, de que estamos vigilantes, de que estamos acechando y de que van a ser atrapados en la primera ocasión.

Mientras tanto hay que mantener ese esfuerzo de protección por parte también de la industria como por parte también nuestra en relación con el programa mundial de alimentos, dando una protección adicional cercana a esos buques.

P- En el programa Radar 3.0 de Radio Exterior de España proseguimos conversando con el contralmirante Pedro García de Paredes que, hasta el sábado, ha sido el comandante en jefe de la Operación Atalanta de lucha contra la piratería en aguas de Somalia y del océano Índico.

Durante los próximos cuatro meses, España desplegará una fragata, la ‘Numancia’ que acaba de arribar a Djibouti para sustituir a la ‘Méndez Núñez’, que retorna a España, y el buque de acción marítima ‘Rayo’, además de la acción de patrulla marítima P3 'Orión' desde Djibouti.

En total casi 300 militares españoles, un compromiso de nuestro país que no ceja, ya que también velamos por más de 25 atuneros de nuestro país y cuya actividad es un objetivo de interés nacional.

R- Efectivamente, entre nuestros cometidos están el de monitorizar diariamente la actividad de casi una treintena de buques pesqueros que faenan en aguas del Índico, más todos los tránsitos de buques de interés nacional que transitan por esta zona. En ellos tenemos especialmente un ojo puesto sobre su situación y, realmente, siempre que tenemos oportunidad de estrechar vínculos nos acercamos y podemos mantener, por lo menos, un contacto telefónico.

Y tengo que resaltar también uno de los éxitos de uno de los grupos de acción de piratas que interceptamos en el Índico, fue precisamente gracias a información proporcionada por dos de estos pesqueros que vieron actividades sospechosas, nos informaron, y, efectivamente fuimos y los llegamos a localizar y a detener a nueve piratas que actualmente están en manos de la Justicia.

P- Además de la operación Atalanta de la Unión Europea también la OTAN despliega su propia misión, la ‘Ocean Shield’ de lucha contra la piratería, actividad delictiva que así mismo es combatida por barcos de guerra de países como Rusia, China, India, ¿cómo se coordinan para abarcar una extensión tan inmensa de océano?

R- Pues es muy importante la coordinación y el contacto diario. Diariamente todos nuestros estados mayores contactan con los respectivos estados mayores para coordinar las distintas actuaciones. Cada uno tenemos una misión, contribuimos a la lucha contra la piratería pero algunos solamente, como son esas naciones que únicamente dan protección pero no llevan a cabo actuaciones de neutralizar.

Realmente es la Unión Europea, la operación Atalanta la que cubre el mayor amplio abanico de actuaciones en la piratería con una visión realmente integral.

No solamente coordinamos con el resto de la fuerza antipiratería sino también la Unión Europea tiene una visión integral para solucionar el problema de Somalia, del Cuerno de África, con una visión que va mucho más allá de la mera acción en la lucha contra la piratería, que realmente es un problema, pero que es uno de los problemas que tiene Somalia.

P- ¿Actúa la piratería como vasos comunicantes? Ya que mientras se frena, como estamos hablando en las aguas de Somalia, parece que el próximo escenario puede ser el golfo de Guinea.

R- La piratería o el robo en la mar pues, efectivamente, como usted sabe y nuestra Historia nos ha enseñado, tiene siglos de historia. Y allá donde ha habido un Estado fallido o donde ha habido una localización en donde los piratas podían mantener su santuario, allí donde ha surgido el problema.

No es un problema estrictamente de Somalia, en Somalia ha surgido porque ha sido un Estado fallido. Pero efectivamente, allá donde ha haya un Estado fallido con aguas costeras y allá donde puedan tener los piratas refugios al margen de toda ley, pues es un fenómeno que resurgirá.

Lo cierto es que la comunidad internacional, y sobre todo la legislación internacional, no está bien preparada y adaptada para este tipo de actos criminales que tienen impacto a nivel internacional.

Las dificultades están no ya de detener los piratas sino que, al final, el mejor pirata es el que acaba detrás de la reja de una prisión, pero eso requiere todo un proceso penal muy complejo de obtención de evidencias y de persecución criminal que, desgraciadamente, la comunidad internacional no tiene todavía en sus manos.

Por tanto actuamos y la Unión Europea en ese sentido está actuando de una manera ejemplar precisamente promoviendo ese tipo de actividades.

Sin lugar a duda Guinea es otro punto, ahora mismo, de preocupación y bueno, la Armada española también está llevando a cabo actuaciones precisamente en esas aguas para tener conocimiento de lo que está pasando, concienciar a todos esos países ribereños de la importancia de obtener las capacidades necesarias para que ese problema se extienda.

P- Contralmirante García de Paredes, antes de agradecerle su tiempo, en la Armada cuando se acomete con éxito una misión se suele exclamar ‘Bravo Zulú’. ¿Es lo que le ha dicho hoy a los hombres y mujeres de Atalanta?

R- Por supuesto. Les he dicho: ‘misión cumplida’. Creo que pasamos el testigo al comodoro portugués con una situación realmente esperanzadora.Es decir, creo que hemos cumplido con creces las expectativas y los deseos que todos, cuando nos incorporamos a la operación teníamos.

Han sido sin lugar a dudas cuatro meses de enorme esfuerzo, no solamente en lo personal con la separación de la familia, que en el caso de la ‘Numancia’ van a ser seis meses que salió de su base, la ilusión del reencuentro familiar está muy vivo.

Pero sí que volvemos, como decimos los militares con la íntima satisfacción del deber cumplido. Sin lugar a duda España no está poniendo aquí solamente su compromiso, demostrando su responsabilidad internacional, y obteniendo el prestigio que siempre ha tenido en cuanto a la eficacia de su participación en todas las misiones internacionales en las que nos encomiendan.

Volvemos, por tanto, con esa satisfacción. Yo creo que cuando se hable de ‘Atalanta’, todos aquellos que hablen en nombre de ‘Atalanta’, tendrán que hablar del nombre que más contribuye al éxito de la misión ‘Atalanta’ y ese es España.

P- Pedro García de Paredes y Pérez de Sevilla, contralmirante de la Armada española, que hasta hoy a dirigido, aquí y en el océano, todas las operaciones de la flota aeronaval combinada de la Unión Europea (EUNAVFOR) operación Atalanta. Gracias por atender a Radio Exterior de España, al programa Radar 3.0. Saludos desde Madrid.

R- Pues muchísimas gracias y, de nuevo, ha sido una satisfacción poder transmitir esta satisfacción de la misión cumplida que acabamos de entregar y de transmitir a la sociedad española, porque somos conscientes del esfuerzo económico que hace el país por mantener esta operación, pero también de transmitir la importancia de esa labor.

Si no estuviéramos aquí, si no mantenemos la presión como la estamos llevando a cabo, este problema se alargará en el tiempo y otros, si ahora mismo son 60 personas las que sufren esa cautividad y esa restricción de libertad, hay que evitar a toda costa que ese tipo de actuaciones puedan repetirse. Muchísimas gracias y un saludo.

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