21/09/2021
Militares de la UME ayudan a a los vecinos de las localidades evacuadas para que recojan las pertenencias de sus hogares
La Unidad Militar de Emergencias (UME) ha desplegado un total de 184 militares en la isla de La Palma (Canarias) tras la erupción del volcán de Cumbre Vieja, que se produjo este domingo a las 16.12 hora peninsular. Con ellos se han desplegado a 67 medios, entre ellos 12 autobombas, 4 camiones nodriza, 1 Vehículo Ligero de Reconocimiento (VELIRE) y 3 aviones anfibios del Ejército del Aire.
El despliegue comenzó en la tarde del domingo, cuando desde la de la UME en Los Rodeos (Tenerife) se movilizaron a los primeros 62 efectivos que, con 30 medios, salieron en barco hacia La Palma. A la mañana siguiente, se desplegó un segundo equipo de intervención con 64 militares de la UME desde la isla de Gran Canaria mientras desde la península despegó un avión A 400 del Ejercito del Aire con otros 58 efectivos hacia las islas, todos ellos pertenecientes al II Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM II). Entre ellos se encuentra un equipo de control de atmósferas del Grupo de Intervención en Emergencias Tecnologías y Medioambientales (GIETMA) procedente de Madrid.
Los efectivos de la UME están integrados en el dispositivo dirigido por el gobierno de Canarias según lo previsto en el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias, el PEVOLCA. Conforme a las misiones asignadas por el director de la emergencia, los militares del BIEM II están realizando labores de vigilancia y establecimiento líneas de control para minimizar los daños colaterales provocados por el avance de la lava y el acompañando a los vecinos de las localidades evacuadas para recoger enseres de sus hogares.
Por su parte, el personal del GIETMA está realizando labores de mediciones del aire, para detectar posibles gases tóxicos junto con personal de la Comunidad Autónoma de Canarias y del Instituto Geológico Nacional (IGN).
Mañana está prevista la llegada del VELIRE, un vehículo equipado con diferentes sensores para detectar, identificar y tomar muestras ambientales de posibles agentes químicos, como son el monóxido de carbono, el dióxido de azufre, propios de las erupciones volcánicas, o el ácido clorhídrico que se podría formar al entrar en contacto la lava con la sal del mar.
Actualmente hay nueve bocas eruptivas abiertas, la última provocada durante la noche del lunes al martes y que ha obligado a aumentar el número de personas evacuadas a 6.000 aproximadamente. Por su parte, el avance de las coladas se ha ralentizado, mientras el lunes a unos 700 metros por hora, este martes lo hace a 350.
Trabajos de medición de gases del equipo del GIETMA.
Los trabajos se están realizando de manera periódica tanto debajo de la chimenea principal como en el frente de avance de la colada.
Además se están haciendo mediciones en sitios puntuales a petición de la dirección de la emergencia. Y se ha colaborado también junto con personal del Instituto Geeológico Nacional
Estas mediciones tienen por objeto controlar los gases que pudieran ser tóxicos emanados por el volcán.
