Desde no hace muchos años se ha generado un mundo nuevo: el Ciberespacio.
En él se desarrolla una nueva forma de interrelaciones hasta ahora desconocida que abre un abanico de oportunidades y, a la vez, es foco de conflictos, refugio de criminales, amparo de actividades ilegales como ventas de armas, comercio sexual o de drogas; tablón de anuncios para cometer asesinatos por encargo dentro de un sistema de deslocalización criminal intemporal y ubicuo. Son algunas de las múltiples ciberamenazas que se ciernen sobre nuestras sociedades, vulnerables a todos estos nuevos tiempos criminales, poniendo en brete su Estado del bienestar o su estabilidad jurídica y social.