Beatriz Gonzalo/Madrid
El pasado y el presente de la Guardia Real se dan cita en la nueva sala-museo de esta unidad, cuya sede principal está situada en El Pardo (Madrid), donde se han reunido cientos de piezas que acompañan al visitante en un recorrido histórico que comienza en la época de su fundación y llega hasta la actualidad.
Una pieza de artillería montada sobre un carro tirado por cuatro caballos disecados —una donación del Museo del Ejército— recibe al público en la entrada principal, junto a la que se encuentra la sala que guarda uno de los tesoros de este museo. Se trata de los coches Mercedes, Cadillac, Rolls Royce, entre otras marcas, que fueron utilizados por la guardia del general Franco. Entre ellos, el Mercedes 540 de tres ejes, fabricado en 1934, regalo de Hitler durante la Segunda Guerra mundial y que es el único ejemplar de este modelo que se conserva en el mundo.
El recorrido cronológico comienza en la sala histórica, donde se han reunido reproducciones de los uniformes de la Guardia Real de diferentes épocas, desde su creación en 1504 hasta la llegada de la II República en 1931.
Entre ellos destaca la figura del alabardero, ya que la alabarda fue el arma originariamente escogida para dotar a estas tropas, y de hecho, esta unidad —la de Alabarderos— fue la única que, a pesar de los cambios y disoluciones, tuvo continuidad en todos los reinados.
Además de los trajes, en esta sala se exponen armas antiguas y documentos históricos que ambientan al visitante en la época concreta con la que se corresponden.
La Guardia Real en la época actual
Tras la mirada retrospectiva, llega el momento del regresar al presente y conocer a la Guardia Real tal como es hoy día. En la sala de la Guardia Real actual se puede descubrir que, además de las funciones por las que son más conocidos sus miembros —labores de escolta y acompañamiento de los miembros de la Familia Real—, realizan otras más desconocidas para el gran público, incluida su participación en misiones internacionales, y muestran cómo es su vida diaria, las actividades que realizan y las distintas uniformidades de que disponen.
En la denominada sala de honor se conservan las antiguas banderas de la Guardia Real y las siete corbatas indicativas de otras tantas Cruces Laureadas de la Real y Militar Orden de San Fernando, ganadas en el campo de batalla por las diferentes unidades de la Guardia Real a lo largo de su historia.
Para terminar el recorrido, se ha reunido una colección de 38 uniformes de 27 países distintos relativos a Guardias Reales, Presidenciales o Republicanas.
Al terminar la visita, sin duda se habrá logrado acercar a los asistentes a la historia de esta unidad, objetivo principal que animó la creación de esta sala-museo.