HISTORIA DE LA FORTIFICACIÓN.
El Castillo de Odón se construyó a principios del siglo XV por iniciativa de los primeros Condes de Chinchón. Durante el levantamiento comunero, los Capitanes Diego de Heredia y Antonio de Mesa, arrasaron el Castillo en 1521. En 1583 don Diego Fernández de Cabrera encargó su reconstrucción a Juan de Herrera, el arquitecto real. Dos siglos más tarde, en 1738, Felipe V compró el condado de Chinchón, incluido su Castillo. El título de conde de Chinchón le fue concedido unos años después al hermanastro de Fernando VI, que se aficionó a visitar el Castillo. Tanto le gustó el entorno, que encargó a Ventura Rodríguez su rehabilitación y restauración. Incluso le dio su actual nombre a la localidad, Villaviciosa de Odón. El 17 de agosto de 1758, muerta su esposa Bárbara de Barganza, Fernando VI se instaló en la fortaleza, hasta su muerte. La célebre condesa de Chinchón inmortalizada por Goya, también tuvo relación con el Castillo de Odón al casarse con Manuel Godoy, favorito de Carlos IV. En 1808, el mismo año en que se separaba de la condesa, Godoy cayó en desgracia por el motín de Aranjuez y el destino le condujo preso a la capilla del Castillo de Odón, antigua posesión de su suegro. Liberado por Murat, fue llevado a Francia con la familia real, a la que acompañó en su exilio, hasta su muerte. En 1846, se creaba la Escuela Especial de Ingenieros de Montes, que ocuparía y adaptaría el Castillo y la finca anexa dos años después. La fortaleza recuperó el uso militar en 1886, con la instalación del Colegio de Educandos del Cuerpo de Carabineros, aunque por poco tiempo. Igual que otros castillos, fue usado como granero y casa de labor durante muchos años. La Guerra Civil española lo convirtió en cuartel de tropas. Al fin, en 1965 lo adquirió el Estado para restaurarlo en profundidad y, desde 1972, acoge el Archivo Histórico del Ejército del Aire.
EDIFICACIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL
Inicialmente, el castillo de Odón tenía una planta triangular con tres torres circulares en sus vértices. Juan de Herrera añadió el cuarto vértice y un torreón cuadrado de doce por trece metros y veinticinco de altura como torre del homenaje. Lo que queda hoy de todo aquello es un castillo-palacio muy robusto, especialmente en sus torres, con muros de hasta tres metros y medio de grosor.
Este cuadrilátero casi cuadrado (mide 46 x 48 metros), orientado en sus cuatro esquinas hacia los cuatro puntos cardinales, cuenta en su interior con un patio central con arqueros de piedra de medio punto. El carácter residencial que detentó durante muchos años se percibe en la escalera de recepción de tipo claustral, en la apertura de ventanas y balcones, poco favorables a la defensa militar, en los tejados con chapiteles de las cuatro torres y la ausencia de almenas. Todo son aportaciones de Juan de Herrera. La mano de Ventura Rodríguez se conserva en la fuente de la entrada del castillo, donde aún corre el agua.
Aunque carece de barbacanas o falsas bragas, conserva otros elementos arcaicos para su época de construcción, como las troneras en cruz. El camino de ronda que rodea su perímetro está compartimentado en dos niveles: uno correspondiente a las torres redondas y el muro central y otro más elevado para la gran torre cuadrada, último refugio de defensores en un hipotético asalto.
En cuanto a sus materiales, el castillo se construyó con sillarejo, mampostería y granito de las canteras de El Escorial.
En la actualidad, el Castillo de Odón acoge el Archivo Histórico del Ejército del Aire. Desde 1977 recibe fondos de las Bases y Jefaturas de Zonas y Regiones Aéreas.
El archivo cuenta con servicios de reprografía, fotografía y consultas por correspondencia. Está situado en la Avenida de Madrid, a las afueras de Villaviciosa de Odón, a 20 kilómetros de la capital.