Campos militares y conservación de la naturaleza
El Ministerio de Defensa es titular de notables extensiones de terrenos, más de 135.000 ha , que se dedican al adiestramiento de las Fuerzas Armadas y a otras actividades diversas, relacionadas con la Defensa Nacional, que pueden ser muy variadas y conllevar usos muy heterogéneos del territorio.
La actividad militar requiere unas zonas de seguridad amplias, por lo que la superficie utilizada es, en general, muy inferior a la del total de la propiedad, situación que, unida a la exclusión de otros usos antrópicos (agricultura, urbanismo, sobrepastoreo, caza, etc.) ha favorecido el desarrollo de los procesos naturales.
Islas de naturaleza.
La diferencia entre lo militar y lo no militar se puede observar muchas veces a vista de pájaro por la diferente evolución que han sufrido los espacios a un lado y al otro de los límites de las dependencias. Mientras el interior de los recintos conserva su vegetación y apariencia natural en mayor o menor medida, las zonas exteriores han sido transformadas en parcelas de cultivo, pastos para el ganado, zonas urbanas o actividades extractivas.
Constituyen una red de patrimonio público de gran extensión, representativa de la diversidad botánica, faunística, geológica, cultural y paisajística de nuestro país.