José Manuel Esteban nos pone a las órdenes de los onubenses y a los pies de la Blanca Paloma
Vuestro egregio paisano nos obsequia con un cartel alternativo al oficial que pone la vista en la parada militar y jura de bandera del próximo sábado
26/10/2021Apenas hemos puesto un pie en tierras onubenses y con la primera vista de la marisma nos llega —como un ciclón— el ingenio de un hijo de esta tierra que, además, es un compañero de filas. No ha habido ocasión ni para molestarle, puesto que su generosidad corre más rápida que nuestra discreción y que la voluntad de no gravar su sagacidad más de lo que ya lo hemos hecho, porque el título de alabardero de honor —desde luego— hay que ganárselo a pulso.
Así, con las últimas luces de este lunes en que comenzamos el particular desembarco de la Guardia Real en Huelva, José Manuel Esteban, ilustrador, pintor, viñetista, humorista, filólogo, marismeño de corazón y eterno promotor de causas nobles, nos regala una imagen con la que retratar esta estancia de la unidad al servicio directo de Su Majestad el Rey en este extremo de la piel de toro que remataremos con la solemne jura de bandera que acogerá la Alameda Sundheim de la capital el próximo día 30 de octubre.
Es precisamente en las inmediaciones de ese emblemático paseo, en el monumento a la Virgen del Rocío, donde el trazo acertado de Esteban se detiene para retratar a un guardia real deteniendo la parada para ofrecerle flores a la Blanca Paloma. Es difícil captar con más acierto la voluntad que trae la Guardia de acercarse a los onubenses, a su sentir y a sus tradiciones, para mostrarles las que, durante siglos, hemos preservado los que decidimos entregar nuestras vidas al servicio de la Corona española.
A partir de mañana, nos encontraremos con los hombres y mujeres de esta tierra en pueblos y ciudades, junto al mar y en los caminos de la sierra, desarrollando un ambicioso programa de actividades que culminará el viernes y el sábado con la ofrenda a la Virgen de la Cinta, el pasacalles por el centro de la capital, el concierto en la Casa Colón y esa jura en la que los ciudadanos que lo deseen podrán solemnizar su compromiso con la Defensa nacional, como ha visto muy bien Esteban, a los pies de la Virgen del Rocío.