Logotipo del Ministerio de Defensa

CEHISMI - Comisión española de historia militar

Historia militar de la guerra civil en Madrid. Tomo I. Madrid militarizado; Tomo II. Los combates por Madrid; Tomo III, Los bombardeos y sus consecuencias.

Manuel Vicente González

El autor de esta trilogía es Manuel de Vicente González y su objetivo es establecer lo que realmente pasó desde el punto de vista militar en Madrid durante la Guerra Civil Española (1936-1939), para lo cual opta para esta propuesta contar con la documentación de los Estados Mayores de los dos bandos enfrentados. Divide la investigación en tres tomos, el Madrid militarizado, los combates por Madrid y los bombardeos y sus consecuencias. Va acompañado por un soporte digital de documentación de unas 4.048 páginas, por lo que el lector debe acudir a una página web del Ministerio de Defensa o a otras plataformas electrónicas de Defensa para identificar las Fuentes Primarias de un tema determinado, con mapas, croquis, gráficos y documentos, en general bien ordenados, aunque a veces hay errores de transcripción o inserta comentarios que no sabe si son del autor o de la fuente, o aparecen mutilados bien porque no están en el original, o bien porque los ha omitido el autor, o simplemente porque son extractos.

No cabe duda que el tema es, desde el punto de vista de historia militar, muy importante, y por eso ha sido objeto de un sinfín de investigaciones, con monográficos, tesis doctorales, grupos de trabajo de investigación, cientos de artículos, etc. Por citar algunos, empezando por Jorge M. Reberte, Gabriel Cardona, Javier Cervera Gil, Alfredo González Ruibal, Fernando Cohnen... y siguiendo por las memorias de los protagonistas, Vicente Rojo, Segismundo Casado, Enrique Lister, Miaja, Hidalgo de Cisneros, Kindelán, Jordana, más los diarios de operaciones como los de Varela. Por otro lado están las fuentes ya editadas como las de la Junta de Defensa. Sin embargo, es verdad que los archivos militares habían sido o bien poco investigados por diversas circunstancias o bien utilizados muy parcialmente y por eso esta fuente viene muy bien, aunque el estudio, siendo claro tiene importantes limitaciones.

Cuando Vicente Rojo, en su plan de defensa de Madrid, entregado a Largo Caballero, ministro de Defensa, el 9 de octubre de 1936, propone seguir el modelo de lo que había hecho el mariscal Piłsudski en Varsovia, establecía tres objetivos: primero, conseguir tiempo para organizar la defensa; segundo, guarnecer la zona atrinchera; y tercero, crear un grupo de choque de tres brigadas móviles. Para lo cual ordenaba "combinar estos tres elementos siguiendo la norma de la maniobra de Piłsudski cerca de Varsovia en el año 20". También pedía "mantener las fuerzas de aviación a disposición del dicho Estado Mayor", cosa que como es bien sabido no ocurrió, porque no hubo mando único en la República hasta febrero de 1939. Asimismo, pedía la militarización del cuerpo de Bomberos y del Metro, bajo las órdenes del comandante de la zona de atrincheramiento. Y pedía que el Ministerio de Gobernación creara una Cuerpo de Seguridad de unos 1.500 hombres, cuyos jefes debían ser elegidos por el ministro directamente. Hoy día sabemos que ciertamente los bomberos no fueron militarizados, y que la fuerza de Seguridad fue mucho más grande e incontrolada, creando como otro frente de guerra interior de lucha entre anarquistas y comunistas. Quizá por estas disposiciones de crear diversos frentes de posiciones la guerra en Madrid fue más parecida a la Primera Guerra Mundial que a que luego fue la Segunda, mucho más móvil. Pero, por falta de hacer un careo con lo ocurrido en otras ciudades asediadas, no se explica bien la razón de que en 1939 cayera Varsovia tan rápidamente ante los alemanes cuando apenas veinte años antes no sucedió ante los rusos.

El autor pretende asentar una especie de verdad histórica por medio de las fuentes que utiliza, básicamente militares, y excluye otras fuentes, como las de la guerra ideológica y de propaganda por no considerar que aportan la veracidad pretendida. Llega a unas conclusiones en las que pretende desmontar los mitos más frecuentes sobre la guerra civil en Madrid, en la que hoy día prácticamente casi todos los investigadores están de acuerdo, pero no entra en los pequeños detalles, en lo que podríamos decir que marca algunas diferencias. Es verdad que los nacionales intentaron cercar Madrid para rendir la ciudad, de noviembre del 36 a marzo del 37, con las ofensivas de la carretera de La Coruña, del Jarama y de Guadalajara, y los republicanos, intentaron liberar Madrid con la ofensiva de Brunete (julio de 1937) y, luego, trataron de proteger Madrid de nuevos ataques nacionales con la ofensiva de Teruel (diciembre 37 a marzo del 38). Y de diciembre de 1936 a marzo de 1939 el frente de Madrid se mantuvo activo, estable y estancado.

El primer tomo establece dos partes (Madrid militarizado y estructuras militares en la zona centro) con 11 capítulo y un epílogo de la trilogía. Me ha parecido muy claro, con una sencilla narrativa, que ciertamente hubo innovaciones bélicas en ambos bandos, como el bombardeo aéreo nocturno, pero no estoy completamente de acuerdo en dar poca importancia a los aviones de caza, ni tampoco a la guerra de tanques, especialmente en la zona de Casa de Velázquez. También creo que es matizable pensar que Franco consiguió bloquear importantes fuerzas en Madrid que podían haber ido a otros frentes, toda vez que realmente no eran fuerzas propiamente de combate, sino campesinos y obreros poco instruidos. Para los nacionales establece tres etapas (ataque directo, ataque indirecto y defensa cerrada), mientras que para los republicanos establece cuatro (defensa cerrada, defensa periférica, ofensivas y estabilidad del frente), todo bien estructurado en el segundo tomo. Madrid sufrió diferentes tipos de bombardeos durante la guerra, que se estudian en cinco capítulos en su tercer tomo. Pero los que mayor impacto produjeron en la opinión pública, nacional e internacional, fueron los bombardeos aéreos que se realizaron en el mes de noviembre de 1936. Sin embargo, los bombardeos artilleros se produjeron durante toda la guerra y son menos conocidos y sin embargo fueron más eficaces. Se estudian también las voladuras de minas, protagonistas de la guerra subterránea, y los bombardeos aéreos de propaganda que iniciaron la guerra psicológica desde el aire. En concreto se estudian, de forma individualizada, los principales bombardeos, aéreos y artilleros, que sufrió Madrid durante toda la guerra. Me parece que la afirmación de que el 5 Regimiento preparó "la voladura de los principales edificios de la ciudad si, un día, era asaltada" merece muchas explicaciones que aclararían por ejemplo que los comunistas, socialistas y anarquistas no abandonaran los palacios incautados.

Ya desde el inicio de la guerra en Madrid se hicieron informaciones oficiales en ambos bandos, fuentes que el autor, creo que es el mayor error, ha obviado. Así sabemos que el Ayuntamiento reportaba al Juzgado, por orden judicial, todas las consecuencias de los bombardeos, de cara principalmente a justificar la Caja de Reparaciones, con número exacto de víctimas mortales, heridos y hospitales donde eran recogidos, edificios afectados, etc, todo día a día, incluyendo fotografías de muertos y de los edificios afectados. Además, los boletines del Ayuntamiento y de la Región recogían los enterramientos, y se ve que no coinciden el número de víctimas por causa de la guerra con los enterramientos, porque estos eran más que aquellos, sin duda como resultado de represalias, nombres de "asesinados" durante la "dominación marxista" en Madrid que luego recogió en un largo informe la Causa General. Al terminar la guerra se incoó la Causa General Militar de Madrid, insertando el testimonios de los porteros y vecinos de todas la calles de Madrid, fuente que tampoco ha usado, así como las depuraciones de militares, como la de Ardid, y como las de la Guardia Civil etc. Otra fuente que no ha usado con más profusión son las fuentes de las brigadas internacionales, en parte digitalizadas en el archivo del Partido Comunista, ni las de la CNT, en la fundación Anselmo Lorenzo. Así, por ejemplo, veríamos que el 5 Regimiento pasó de julio de 1936 de disponer de 7.900 hombres a llegar en diciembre de 1936 al impresionante cifra de 70.000, de los cuales el 50% eran del Partido Comunista, el 50% eran campesinos, el 40% obreros y el 10% funcionarios, y el 80% de 18 a 25 años.

Por otro lado, no estamos ante una investigación científica propiamente hablando, no se usa el método científico, no hay una interpretación heurística, ni crítica científica, falta una introducción historiográfica y documental. Así, se da valor histórico como "verdad histórica" al boletín de información que publicaba la segunda sección del servicio de información del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Madrid, sin hacer una crítica sobre esa fuente, ciertamente no comparable a, por ejemplo, la sección de Operaciones de las mismas fuerzas. El autor ha tomado como referencia documental los Archivos Generales (Militar de Ávila, el del Ejército del Aire de Villaviciosa de Odón, el Histórico de Salamanca y el del Ministerio de Asuntos Exteriores). También ha utilizado el Archivo Histórico Nacional de Madrid. Se ha estudiado, dentro de los Fondos Contemporáneos, el Archivo personal de Vicente Rojo, aunque no ha tenido en cuenta el de Marcelino Pascua, embajador en Moscú, ni el de José Giral. Del Archivo de la Villa de Madrid se han recogido datos de Madrid durante la guerra, especialmente sobre las Zonas de Guerra urbanas. En el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares buscó los Partes Diarios de Bombardeos de la Policía Municipal de Madrid (en noviembre de 1936), en los archivos del Ministerio del Interior o Gobernación, y los posibles informes sobre edificios bombardeados del Comité de Reforma (años 37 a 39), en el archivo del Ministerio de Obras Públicas, que no encontró y que sí los habría encontrado de haber ido a la Causa General. No se han consultado los Fondos de la Fundación Pablo Iglesias (AFPI) de Alcalá de Henares, ni los de la Fundación Indalecio Prieto (AFIP) por considerarlos políticos, ni los de la Biblioteca del Pabellón de la República de la Universidad de Barcelona.

Quisiera resaltar, para finalizar esta breve reseña, que para el investigador resulta verdaderamente útil la documentación que aporta el autor, y es de agradecer y muy meritorio el esfuerzo realizado, que ciertamente será utilizada, aunque no cabe duda que el investigador responsable acudirá siempre a las fuentes originales de archivos y no solo a un corpus documental más o menos fiable sacado en algunos casos de su contexto histórico archivístico.

Enrique García Hernán

CSCI -CEHISMI

Recensión (documento pdf)