Tres jóvenes afganos -de entre 12 y 16 años- heridos en el atentado suicida del pasado 20 de diciembre en Herat (Afganistán) han sido invitados a visitar la base de apoyo avanzado, al mando de las tropas españolas. Durante la visita han pasado una revisión médica de sus heridas en el hospital español.
A uno de los pequeños le ha sido extraído un trozo de metal que aún permanecía alojado en el interior de una de sus mejillas. Los niños han almorzado en la base y han recibido varios regalos.