Ministerio de Defensa de España

Carme Chacón, ministra de Defensa:”El combatiente del futuro va a tener un máximo de 30 kilos, va a tener enlace inalámbrico directo con el pelotón, va a estar conectado a través de Internet, verá de día y de noche gracias a un visor en el casco. Llevará sensores para informar en todo momento de su estado de salud y estará mejor protegido con un chaleco más ligero y resistente que le va a dar, además, mayor movilidad, y todo esto lo estamos haciendo con tecnología mayoritariamente española.”

Pertrechado en un chaleco antibalas con sistema modular de carga, armado con un fusil con cámara de vídeo incorporada, visor sujeto al casco, y un sofisticado sistema de sensores. Así es, el soldado del mañana, en el que ya trabaja el Ministerio de Defensa.

El proyecto se llama ‘Combatiente del futuro’, conocido como CONFUD, y está incluido en el Plan Director de Investigación de Defensa, en el también participan universidades y empresas españolas firmemente involucradas en su diseño y desarrollo.

Disparar sin exponerse, ver sin ser visto, obtener imágenes en tiempo real, manejar mapas al detalle o comprobar el propio estado de salud son algunas de las posibilidades que ofrece la nueva tecnología siempre al servicio del soldado.

El objetivo es conseguir un militar de a pie, incorporado a un pelotón que sea capaz de combatir y sobrevivir en el campo de batalla digitalizado de la nueva era.

Se trata de aprovechar las técnicas más innovadoras para potenciar las actitudes naturales del soldado como son el uso del arma, el conocimiento del entorno, el camuflaje o la comunicación. Para ello, un único equipo de última generación integra todo el material que necesita el combatiente, minimizando el peso e incrementando su seguridad.

La participación de las Fuerza Armadas en organizaciones multinacionales y su compromiso, cada vez mayor, en las operaciones en el exterior hacen necesaria esta innovación.

Hay que trabajar en las mejores condiciones de protección y eficacia, así como alcanzar la máxima interacción con otros ejércitos con los que se comparte misión.

El programa CONFUD pretende conseguir que complejas redes inalámbricas, dispositivos ópticos para visualizar el terreno en el que se actúa y microordenadores que permiten conocer la posición exacta del compañero o el enemigo estén perfectamente sincronizados para alcanzar su fin: la seguridad.