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Transcripción

Reportaje del programa Informe Semanal, Televisión Española.

Ana Pastor, presentadora:”Verano tras verano informe semanal les ha contado la crónica de fuegos y cenizas que acompaña a los grandes incendios, desastres naturales o provocados por la mano del hombre, que causan daños, casi siempre irreversibles.

Pero en el que ahora termina hemos faltado a la cita con el fuego. La superficie que se ha quemado este año ha sido la más baja de la década. Aunque se han registrado 3.500 incendios, tan solo cuatro, los de la Gomera, Segovia, Zuera y Cabo Gata han sido calificados de grandes siniestros.”

Soldados ante la catástrofe En su extinción ha sido clave la intervención de la UME, una unidad de élite del Ejército que se creó hace tres años y que se entrena a diario para combatir cualquier tipo de catástrofe.

Un equipo de reporteros de este programa ha sido testigo de su trabajo. Son casi 3.500 soldados, un cuerpo de élite del Ejército español destinado a combatir cualquier tipo de catástrofe. El entrenamiento de estos guerreros, especialistas en calamidades, es intenso y permanente. Llevan menos de dos años en acción pero hace tiempo que tuvieron su ‘bautizo de fuego’.

La intervención en incendios forestales está entre sus prioridades, pero cuentan además con medios para enfrentarse a grandes nevadas, inundaciones, derrumbes y riesgos nucleares y bacteriológicos. El abanico de amenazas es amplio, la maquinaria de la UME para hacerles frente, también.

La Unidad Militar de Emergencias UME fue creada en octubre de 2005. Tiene el cuartel general en Torrejón de Ardoz y destacamentos en Zaragoza, León, Valencia, Morón de La Frontera, Tenerife y Gran Canaria. Además de la UME depende operativamente el 43 grupo de las Fuerzas Aéreas con una amplia trayectoria en la lucha contra los elementos, especialmente el fuego.

Coronel López del Pozo, Jefe Estado Mayor de la UME: “ El sistema miliar ‘per se’ está pensado para reaccionar con rapidez no ante emergencias naturales pero si emergencias de combate. Tenemos una serie de ventajas de organización, disciplina, capacidad de transporte y logística, y estamos acostumbrados al mando y control en casos un poco difíciles. Y todo eso son ventajas que nos han facilitado acercarnos al mundo de la emergencia, que por otra parte, tiene también sus peculiaridades.

La Unidad Militar de Emergencias se ha basado en buena medida en el modelo de prevención de catástrofes francés. Si bien en aquel caso la función es centralizada y en España los soldados de la UME intervienen cuando son requerido por las comunidades autónomas salvo en situaciones extraordinarias en que el gobierno puede decretar.

Entre las actuaciones de la Unidad Militar de Emergencias figura ésta de octubre del año pasado durante las inundaciones que afectaron al la localidad alicantina de Calpe. Aunque este año los siniestros forestales están siendo significativamente menos y con menor intensidad que en ejercicios precedentes.

De hecho desde 1998 no habíamos tenido un año con menos superficie de bosque quemado. De los llamados grandes incendios, de los que afectan a más de 500 hectáreas, ha habido este año dos en Zuera (Zaragoza) y en Honrubia de la Cuesta (Segovia), en ambos han intervenido efectivos de la UME.

Teniente Coronel Sánchez Artiles, Jefe Batallón de Emergencias León: “Las mismas personas que se dedican a la extinción de los incendios forestales lo describen como un combate. Y en muchos libros hablan de que si los retenes son la infantería.

No es un enemigo inteligente pero si un enemigo a considerar y si se usan medios terrestres, medios de mando y control, básicamente es como si fuera una operación.” Batallón de la Unidad Militar de Emergencia en San Andrés del Rabanedo (León).

Este es el centro de operaciones desde el que se dirigen las intervenciones, algo así como el cerebro del destacamento. Aquí se recibe la primera llamada para la intervención en una catástrofe, se centraliza la información y se ordenan las primeras actuaciones iniciales.

Asistimos a la simulación de cómo se prepara un operación en un supuesto incendio forestal tras la declaración del nivel dos de emergencia. En este hangar está instalado el elemento de primera intervención formado por un grupo de soldados en guardia durante las 24 horas del día. Desde que reciben la orden del centro de operaciones, tardan quince minutos en estar preparados para entrar en acción.

Disponen de tres camiones autobomba, cada uno de ellos con capacidad de para 4.000 litros de agua, y un camión nodriza en el que caben 13.500. Cuentan además con material de mano, como picos y motosierras, un vehículo de reconocimiento del terreno y otro de transmisión.

La UME es aún una unidad joven que no tiene completado ni el personal ni los medios material necesarios para hacer frente a las diversas emergencias Si bien en el caos de las lucha contra incendios cuenta con recursos suficientes como para enfrentarse a cualquier eventualidad.

Desde el puesto de mando avanzado, que se sitúa sobre el terreno del incendio, en la retaguardia del fuego, se dirigen las operaciones. Un amplio despliegue tecnológico permite el acceso a datos fundamentales para la intervención, entre ellos, una completa información meteorológica.

Brigada Carlos Viñas, Jefe Elemento Intervención UME León:” Nosotros nos tenemos que adaptar al terreno y al fuego con el que nos vamos a enfrentar. No se puede ser rígido. Entonces hay que saber adaptarse a las circunstancias. No se combate igual de día que de noche, ni tampoco si hay previsión de que va a haber lluvia, ni si contamos con apoyo de medios aéreos. Por lo tanto lo más importante es la coordinación y la seguridad, sobre todo.

Para evitar que se repitan casos como el del incendio de Guadalajara, en verano de 2005, en el que murieron once miembros de un retén al ser sorprendidos por el fuego, la UME dispone de una medida de seguridad para situaciones desesperadas consistente en la colocación de todos los vehículos en forma de U y la utilización del agua disponible como medio de autoprotección. Esta operación debe llevarse a cabo en un tiempo no superior de los cuatro minutos.

Esta unidad inológica del batallón de la UME en San Andrés del Rabanedo (León) cuenta con un grupo de perros adiestrados para la búsqueda de personas heridas y aisladas en el bosque. En esta misión, los perros baten una zona boscosa en busca de un desaparecido. Con el viento a favor los perros pueden olfatear a una persona a 600 metros. Los canes actúan con el estímulo de recibir las caricias y jugar con sus adiestradores una vez terminada con éxito la misión

En el caso de tener que entrar en un edificio derrumbado los soldados de la UME inspeccionan cuidadosamente el lugar y hacen un completo estudio para evitar sorpresas desagradables. Después apuntalan el inmueble y se inicia la búsqueda entre cascotes y escombros en una operación rescate de víctimas en la que otra vez será clave la labor de los perros.

Cabo Raquel Albújar, guía canina:”Nuestros perros empiezan preparándose en la Escuela de Guías de Madrid, allí están unos cinco meses y luego cuando llegan a la unidad están en un periodo de adaptación de un mes aproximadamente por el cambio de lugar, hábitos, y ya entonces empezamos a centrar su trabajo, que nos lleva en torno a un año hasta que el perro sea operativo 100%.”

Este pantano situado en el valle leonés de Luna, limítrofe con Asturias, es un lugar donde los integrantes del batallón de la UME de San Andrés del Rabanedo hacen prácticas diariamente. Los soldados van realizando ejercicios en el agua dulce, periódicamente y de manera rotatoria porque la unidad se ha creado con la idea de que todos sus integrantes estén preparados para cualquier contingencia, independientemente de que haya especialistas en distintas catástrofes.

En este caso los socorristas trabajan con el supuesto de la caída de un coche al agua y las consiguientes tareas de rescate de las dos personas que viajaban en el. El 43 grupo de las Fuerzas Aéreas se dedica a tareas de extinción de incendios desde su creación en los años 70. Desde la puesta en funcionamiento de la UME depende operativamente de esta unidad.

El 43 grupo dispone para su cometido de defensa forestal, de 16 hidroaviones y un helicóptero. Tiene cinco destacamentos. El de Santiago, tiene la base aquí, en el aeródromo militar y dispone de tres aviones ‘canard’. En el centro de operación se reciben las llamadas para la intervención en un incendio y en menos de una hora, las aeronaves están en funcionamiento.

Volamos desde el aeródromo militar de Santiago de Compostela en uno de los dos hidroaviones que se dirigen a un simulacro de incendio. En menos de media hora habremos amerizado en la ría de Arosa, Pontevedra, para cargar agua.

Cada aeronave tiene capacidad para almacenar 6.000 litros. La carga se realiza en doce segundos. Entre las colaboraciones del 43 grupo de la fuerza aérea durante los últimos años figuran las llevadas a cabo en Grecia, Italia y Portugal participando en la extinción de graves incendios. Además, durante el invierno realizan prácticas en diversos países.

Capitán Esther Iniesta, Jefa Destacamento 43 Grupo Santiago de Compostela:” Lo más arriesgado es la descarga del agua por lo que he dicho, por la confluencia de aeronaves, porque hay tendidos eléctricos, porque hay humo, porque las condiciones van cambiando… El humo de momento ves que no te afecta y luego sale un borbotón, y nosotros no debemos nunca meternos en el humo. Por las comunicaciones está todo el mundo coordinando por donde entra y por donde sale, y por la cercanía ya que tenemos que lanzar el agua, para que sea efectiva, bastante cerca del fuego.”

Soldados y aventureros, integrantes de la más moderna unidad del ejército español, los casi 3.500 miembros de la UME se preparan sin descanso en tiempos de calma y feliz rutina para hacer frente a las calamidades que el futuro pueda depararnos.

Un reportaje de: Juan Antonio Tirado y José Jiménez Pons. Imagen y sonido: Carlos Dias Oliván y Javier Britos Canete. Montaje: Fuencisla Ruiz, Rafael Pinar

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