Lucía Peraita, II premio Soldado Idoia Rodríguez

05/06/2009 Twitter

Biografía

Foto Lucía Peraita

Lucía Peraita García

Nombre
Lucía Peraita García
Empleo
Cabo
Destino
Batallón de Zapadores XXII de la Brigada de Caballería 'Castillejos' II de Zaragoza

Lucía Peraita García nació en Burgos en 1973 y hace quince años que ingresó en las Fuerzas Armadas. En este tiempo, ha participado en ocho misiones en el exterior en Líbano, Afganistán, Macedonia, Pakistán Bosnia y Kosovo, en algunas, en varias ocasiones. Actualmente, está destinada en el Batallón de Zapadores XXII de la Brigada de Caballería 'Castillejos' II de Zaragoza.

Entre otros puestos tácticos, la cabo Peraita ha trabajado como zapador, radio-tirador, conductor, sanitario-conductor y conductor topógrafo, lo que le ha valido seis medallas de la OTAN y una de la ONU, además del Premio Soldado Idoia Rodríguez.

Entrevista

"La integración de la mujer en las FAS es total"

P. ¿Qué significa para ti la concesión del Premio Soldado Idoia Rodríguez?
R. El reconocimiento de todas las mujeres que trabajan cada día en el Ejército, que disfrutan de la igualdad de posibilidades entre hombres y mujeres y que asumen con responsabilidad sus mismos riesgos. Aunque este año el premio haya sido para mí, en realidad es un premio para todas.
P. ¿Qué suponen las condecoraciones en la vida de un militar?
R. Una distinción entre los mismos compañeros al trabajo ejemplar y bien hecho, ya que son los jefes los que las proponen.
P. ¿Qué te llevó a ingresar en el Ejército?
R. Los valores que se atribuyen al Ejército como abnegación, coraje, sacrificio, compañerismo, etcétera, quería tomarlos como propios y vivirlos.
P. Los 15 años que llevas en las Fuerzas Armadas, ¿han cubierto tus expectativas personales y profesionales?
R. Sí. Pero considero que estoy empezando, que aún puedo conseguir más cosas. No me quiero quedar estancada.
P. Desde tu ingreso en el Ejército no has dejado de formarte y has realizado numerosos cursos. Esta preparación ¿es más difícil por ser mujer?
R. No es más difícil, sólo que en la vida civil puede que una mujer no esté tan acostumbrada a tratar con ciertas funciones y formaciones que habitualmente se han asociado a los hombres.
P. ¿Cual es el grado actual de la integración de la mujer en las Fuerzas Armadas?
R. Es una integración total. Existen mecánicas, médicos, conductores, jurídicas, pilotos, buceadoras, etcétera. Estamos en casi todos los puestos, desde soldado a teniente coronel. Además, hay que tener en cuenta que la mujer sólo lleva 20 años incorporada a las Fuerzas Armadas.
P. ¿Qué te aportan las misiones internacionales?
R. Motivación y ganas de aprender de otras unidades con las que he colaborado, las situaciones que se viven, el conocimiento de nuevos cometidos y el saber que estás ayudando a otras personas que viven en situaciones muy difíciles
P. ¿Qué recuerdos tienes de cada una de las misiones internacionales en las que has intervenido?
R. La primera fue la de Bosnia y todo era nuevo para mí. Allí recibí mi primera condecoración y luego volví otra vez. De Afganistán, el paisaje, las mujeres con burka, las carencias de la gente... De mi paso por Líbano, el trabajo codo con codo con La Legión, con los que aprendí mucho.

 

En Kosovo trabajé las dos veces muy a gusto, hice de todo y entré en contacto con los hospitales. Fui consciente de lo que supone una misión humanitaria. Mi destino en Pakistán fue colaborar en el repliegue del contingente español y polaco y en Macedonia realicé labores logísticas y de mantenimiento de material.

P. El compañerismo ¿es distinto en el trabajo diario que en las misiones en otros países?

R. En otros países el codo a codo y la confianza en el compañero es primordial, lo cual supone terminar las misiones con éxito y una gran satisfacción profesional y personal.
P. ¿Qué te anima para trabajar en misiones internacionales?
R.Llevar a cabo los conocimientos aprendidos en la instrucción, con un final positivo y hacer sentir bien a uno y orgulloso de ser español. P. ¿Estáis preparados para que pueda salir algo mal en las misiones fuera de España?
R. El riesgo siempre está ahí y siempre está asumido, pero nadie está preparado para los malos momentos.
P. ¿Cómo se vive la pérdida de un compañero cuando estás realizando una misión humanitaria?
R. Es un bajón moral y un golpe para todos, pero hay que pensar que la pérdida no ha sido en vano, empuja a seguir adelante y ayudar con más fuerza a esos países.
P. ¿Cómo influye el trabajo militar en la vida personal?
R. Se adquieren buenos valores y aptitudes que ayudan en la vida, como el respeto a los demás, que personalmente pienso que es la base para vivir pacíficamente en sociedad.

Entrevista realizada en febrero de 2010

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